El domingo 11 de septiembre, del año 2022, el detractor y falso maestro, como es su costumbre, usó el tiempo de su discurso dominical, en la congregación que usa como pretexto para alimentar su ego y atacar a cuantos quiere y puede, en León, Guanajuato; para desahogarse y mal representar a mi persona, contó un vergonzoso hecho que llevó a cabo en la página de Facebook Volviendo a la Biblia Org.
Desde luego, y antes de avanzar en esta defensa, quiero agradecer al hermano que me hizo llegar este discurso perverso, donde el detractor desahoga públicamente toda su frustración, imputando malas emociones y hechos perversos en mi contra.
En seguida, vamos a dar un repaso a la versión que de manera engañosa el detractor comparte con su público, en el que, por medio del engaño, se presenta a sí mismo como una persona “amable” y “bondadosa”, y a su servidor de manera desfavorable. Les recuerdo que no se dejen engañar por el tono del detractor, ni por la victimización que lleva a cabo, pues de antemano la Biblia nos advierte contra esta clase de merolicos religiosos, que “con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos” (Romanos 16:18). Ya de por sí es patético que hable de ética, cuando no tuvo empacho en haber usado la gran parte de su sermón dominical para hacer acusaciones e insinuaciones perversas en contra de mi persona, llenando el corazón de sus feligreses, con prejuicios e ideas de quienes ni me conocen, todo lo cual es lamentable. Usar el tiempo, la vida de las personas para atacar con engaños a otra persona. ¡Ese es el nivel ético del detractor! Ya otros predicadores han hecho lo mismo, es decir, usar los púlpitos o sus asambleas para predicar en contra mía, usando de toda clase de tergiversaciones y hasta de chismes para sus oscuros propósitos. ¿Qué motiva a uno que se dice cristiano, y que se dice predicador de Cristo, a predicar falsamente acerca de mí, usando incluso chismes y mentiras? Es evidente que, quien tal hace, es movido por los mas oscuros sentimientos, los cuales son ocultados por medio de aparentar piedad, aunque los mismos hechos lo descubren. Entonces, ¿qué motivó al detractor y falso maestro, a predicar en domingo, durante una asamblea y al mundo entero, una versión distorsionada, y un conjunto de mentiras y chismes que nunca faltan con este tipo de personas? Este individuo puede decir que no está enojado, pues disfraza su enojo con un tono que aparenta tranquilidad, mientras que, el hecho mismo de estar haciendo lo que hace, es evidencia contundente de sus malos sentimientos. Sobre este tipo de individuos, la Biblia dice, “Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, pero guerra hay en su corazón; suaviza sus palabras más que el aceite, mas ellas son espadas desnudas” (Salmo 115:21). Es por eso que a nosotros no nos engaña con su hipocresía, habiendo gran cantidad de evidencia documentada de su maldad y de su enojo.
Así que, preguntamos, ¿son así las cosas como él las cuenta en su sermón dominical? Ya veremos que, desde el principio de su adulterada versión de los hechos, no repara en engañar a su audiencia con una narración alejada de la realidad. Sin embargo, y dado que lo sano, lo espiritual y lo decente es llevar a cabo el ejercicio bíblico de conocer ambas partes para formular un adecuado y justo juicio del asunto, es que expongo mi defensa ante la ficticia historia que el detractor ha fabricado para su propio beneficio. La diferencia entre su predicación sobre Luévano y mi defensa, es que, la narración del detractor carece de evidencia, y está plagada de falsas representaciones y juicios sin fundamento; mientras que mi defensa, será acompaña de evidencia, de representaciones exactas y concretas, como de fundamentos altamente racionales para cualquiera que tenga ojos y sepa leer. Al mismo tiempo, voy a demostrar, otra vez, que Fernando Mata no solo es un detractor y falso maestro, sino también un engañador y un hipócrita. Así que, si usted tiene comunión con él, y pasa por alto estos hechos, es libre para hacerlo, pero no inocente. Comulgar con el detractor y falso maestro, a pesar de conocer las abundantes evidencias que en su contra existan, no es otra cosa que pecar voluntariamente. Advertidos están. Así pues, y habiendo indicado lo anterior, comencemos con nuestra defensa.
Su predicación.
“por ejemplo en la semana me tocaba platicar con una persona, que estaba muy molesta. Lo que yo hice fue que puse en la página de esta persona, que yo no recomendaba su página porque enseñan falsa doctrina, que yo les recomendaba que fueran a mi página. Yo de antemano sabía que esta persona se iba a enojar, yo no puse ese comentario para que se enojara. ¿Y por qué sabía yo que se iba a enojar? Porque no puede borrar mi opinión. Si usted tiene una página de Facebook, y tiene allí las opiniones, la opinión que le pongan, usted no puede borrarla. Cuando mucho lo que puede hacer es levantar una disputa ante Facebook para que analice si la opinión no es agresiva, y si Facebook determina que es agresiva, la quita, y si determina que no, la deja. Como mi comentario no era agresivo, se quedó allí el comentario. Esta persona, es una persona que se enoja muy fácilmente. Y que, con ese enojo, como no sabe cómo manejarlo de una manera funcional, lo maneja a través de la agresión; comenzó a agredirme, comenzó a insultarme, comenzó a decirme cosas muy feas, como diciendo que, que mi sucia boca, y diciendo cosas muy feas y agresivas”.
Esta es mi defensa.
El detractor y falso maestro Fernando Mata, inicia diciendo que estaba hablando con una persona que “estaba muy molesta”. En seguida, quiso probar que tal cosa era verdad, explicando ciertos hechos en los que vamos a encontrar verdades con mentiras. Dice que, en la página antes mencionada, él publicó una opinión desfavorable sobre su contenido, así como una recomendación para que visitaran su página. Y hasta aquí, vemos el primer engaño. Es absolutamente falso cuando dice que en la página se enseña “falsa doctrina”. Afirmar, no es probar, ¿verdad? Él no señala ninguna falsa doctrina, ni mucho menos presenta alguna prueba de sus dichos. Sin embargo, su servidor sí puede demostrar que en su página, sí se enseña falsa doctrina. Se enseña falsa doctrina desde el título que la encabeza. Dice que en esa página se dan “Estudios Bíblicos”, cuando es nada más un sitio que se usa como pretexto para auto promocionarse, usando los “Estudios Bíblicos” para el mismo propósito. Este individuo es un ejemplo de aquellos “que toman la piedad como fuente de ganancia” (cf. 1 Timoteo 6:5); por lo cual, y aún antes de que desgraciadamente se involucrara con la hermandad, se ha dedicado a celebrar “disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad”, todo lo cual ha quedado ampliamente documentado, por lo que esto no es un señalamiento frívolo con intenciones de mal representar. Todo el contenido de este sitio que es relativo al detractor, todo está lleno de evidencias en su contra. Así que, ante toda esa abrumadora evidencia, ¿qué debería usted de hacer? Bueno, el consejo de Pablo es, evitarlo. Y eso fue lo que su servidor hizo desde hace varios años, a poco tiempo de haberlo conocido, y es eso lo que han hecho muchos hermanos e iglesias que antes lo recibían, pero que han hecho bien en “evitarlo”. Es por eso que lo vemos anunciando “cambios” en su forma de actuar, aparentando una falsa humildad y un falso arrepentimiento, para luego verlo otra vez con la misma actitud enfermiza que le caracteriza. Su página se llama, “Estudios Bíblicos Iglesia de Cristo”, lo cual es un nombre sectario. Habla de una iglesia desconocida en el Nuevo Testamento, y además, es un título engañoso, pues los pocos estudios allí compartidos, no son de cierta “Iglesia de Cristo”, sino de él, pues es él quien controla y determina lo que allí se publica. Es evidente que usa el título “Iglesia de Cristo”, para atraer a pobres hermanos ignorantes y despistados, que no tienen el hábito de analizarlo todo (cf. 1 Tesalonicenses 5:21), sino que son atraídos como moscas solamente por el título del que se sienten orgullosos, mientras no se dan cuenta del uso sectario y extra bíblico que se hace de dicho concepto. Pero, para una consideración del sectarismo descarado del detractor, vea “¿Es Fernando Mata líder de una secta religiosa?” (Video).
Pero, el detractor y falso maestro Fernando Mata no solamente busca obtener ingresos económicos con lo que hace (Ver, Mata pide plata, y Mata sigue pidiendo plata), sino también halagos. Ya en otras entradas hemos demostrado la patología confesada que este detractor padece, en la que está hambriento de que le aplaudan y lo halaguen, y en su religión encontró el medio para obtener lo que desea. Así que, si usted se ha creído el cuento de que el detractor y falso maestro Fernando Mata fue bautizado con buenos motivos, no es así. Fernando Mata se sometió a un plan de salvación que ahora niega, pero además, lo hizo con motivos sumamente carnales, precisamente para intentar llenar el vacío emocional que es evidente en todos sus videos o escritos (Véase, “La conversión de Fernando Mata” en el artículo: “Una confrontación de estilos”.).
Volviendo a su “predicación dominical”, dice que mi enojo se debió a que, “no puede borrar” su “opinión”. ¡Esta es toda la evidencia! Dice que él sabía que me iba a enojar, precisamente porque no podría borrar su opinión de la página. Sin embargo, aquí tenemos dos MENTIRAS que el detractor declara sin pudor alguno. La primera, la comete al decir que yo estaba enojado, y la segunda, al decir que yo, al ver su opinión, tuve la intención de borrarla; lo cual también es FALSO. Si él no puede DEMOSTRAR que yo tuve la intención de borrar su malvada opinión, entonces esto mismo indica que está totalmente equivocado al decir que yo me enojé por no poder borrarla. La verdad del caso es que, yo jamás tuve la intención de borrar su opinión. Si yo hubiese tenido la intención de eliminar su opinión, bastaba con editar la configuración de la página, para cerrar las opiniones, y así, ninguna opinión sea visible para nadie. La opinión del detractor y falso maestro ahí sigue desde el día en que la vertió (04 de septiembre, 2022), hasta el día de hoy (21 de septiembre, 2022), y allí seguirá, siendo otro testimonio público de su pecado. Por tanto, y dado que yo siempre tuve la facultad, la oportunidad y la capacidad para que su opinión fuese invisible, es absolutamente falso que yo me haya enojado por no poder quitarla. Como vemos, su acusación descansa en un cuento. Miente al decir que me enojé, y miente al referir un motivo evidentemente falso y ridículo.
En ese mismo sentido, no es exacto lo que dice el detractor cuando señala que, “Si usted tiene una página de Facebook, y tiene allí las opiniones, la opinión que le pongan usted no puede borrarla”; pues hay quienes sí sabemos que, siendo uno el administrador de la página, bien puede evitar que las personas redacten una opinión, o bien, ocultarlas para que nadie pueda verlas. Por tanto, no deje que el detractor le dé atole con el dedo con ese cuento. Aquí le comparto una captura del botón, donde la configuración de la página, permite quitar las opiniones, si uno así lo desea:
Vea que el botón de la sección de opiniones de la página está deshabilitado, por lo que, nadie puede verter más opiniones, ni tampoco ver las que ya se han realizado. Por tanto, con esto demuestro que el detractor miente al decir que yo me enojé, supuestamente por no poder hacer nada ante la opinión que con toda maldad dejó en la página. Pero, lo más patético del asunto, es que ese mismo día le aclaré que su servidor no estaba enojado en ninguna manera, y que mi intención jamás fue la de borrar o eliminar tal opinión. Desde luego, usted se preguntará para qué. ¿Para qué dejar la opinión del detractor allí en la página? Bueno, mis estimados, como alguien dijo, “yo no doy paso sin guarache”, pues cuando el detractor dejó su opinión, y los subsecuentes comentarios, me proporcionó más evidencias de su perversidad. Conforme vayamos avanzando, verá usted lo útiles que fueron la opinión y los comentarios que el detractor redactó en la página, para así tener evidencia fresca y de primera mano, de la hipocresía y maldad de Fernando Mata. Esté atento.
Luego, con toda falsedad, dice, “Como mi comentario no era agresivo, se quedó allí el comentario”, ¿qué les parece? Él aquí intenta engañar a sus oyentes, al decirles que su comentario se quedó allí porque “Facebook” no lo consideró “agresivo”; sin embargo, la verdad es que el comentario se quedó allí, no porque “Facebook” lo haya considerado positivo o no agresivo, sino porque yo así lo quise. Para que “Facebook” lo hubiese considerado “agresivo” o “no agresivo”, el comentario primero tendría que haber sido reportado, pero como no lo fue, por eso “Facebook” no tiene parte ni suerte en el asunto para determinar si es o no “agresivo”. Luego, aquí demuestro la manera engañosa en que el detractor aprueba su propio comentario. Él mismo lo juzga como “no agresivo”, cargando gratuitamente dicho juicio a “Facebook”, cuando “Facebook” jamás recibió un reporte de su comentario. Luego, otra prueba más de las estratagemas engañosas que el detractor usa, para engañar a los desapercibidos. No obstante, a nosotros no nos engaña, por más que haga intentos ridículos e inútiles para pretender hacerlo.
Luego dice, “Esta persona, es una persona que se enoja muy fácilmente”. Tome nota, estimado lector, pues el detractor no tardó mucho en decir en otro video, que no tenía “nada personal” contra mí, cuando es evidente que sus ataques son sumamente personales. Él juzga mi persona, y me representa como quien “se enoja muy fácilmente”. Pero, ¿y las pruebas? Es fácil decir que tal o cual persona es esto u otro, pero otra cosa es probarlo, ¿verdad? Por mi parte, aquí he demostrado que tal imputación es absolutamente falsa, pues si fuese cierta, entonces nunca habría dejado su opinión a la vista del público, teniendo yo la facultad, oportunidad y poder para quitar las opiniones de la página, aunque lo cual, ni siquiera se ha intentado. Luego, cuando él dice que yo me “enojo muy fácilmente”, no hace sino hacer otra imputación falsa.
Finalmente, dice, “Y que, con ese enojo, como no sabe cómo manejarlo de una manera funcional, lo maneja a través de la agresión, comenzó a agredirme, comenzó a insultarme, comenzó a decirme cosas muy feas, y diciendo cosas muy feas y agresivas”. ¡Pero qué sensible nos resultó el angelito! Todo mundo sabe que el agresivo es él, todo mundo sabe que, quien insulta es él, y todo mundo sabe que el que dice “cosas feas” es él. Aquí se lo voy a demostrar, con una muy, pero muy pequeña muestra de las agresiones, ofensas y cosas feas que salen de la boca, y por eso “sucia”, de este individuo:
Es agresivo al amenazar a quienes no se sujetan a sus deseos:
Insulta, agrede y ofende a una hermana:
Dice cosas feas y vulgares contra hermanos mayores:
Con esta pequeña muestra de su conducta, pruebo que el detractor no tiene cuidado de acusarme falsamente, siendo culpable de lo que me acusa. Es increíble que el detractor, teniendo una cola tan larga, por la cual hemos sido testigos de su agresividad, inmoralidad, maldad, hipocresía, y cosas semejantes a esas, se atreve a tener también la lengua muy larga, para venir a decirme que yo me enojo con facilidad. ¡Esto es el colmo de la desvergüenza!
Su predicación.
“yo le respondía con amabilidad, yo le respondía con mansedumbre; pero, esta persona, mientras con mayor amabilidad se le respondía, con mayor agresividad contestaba. ¿Por qué? Dice la Palabra de Dios, el proverbio que acabamos de leer, vamos a leerlo nuevamente, dice Proverbios 14:17. Proverbios 14:17 dice, “el que fácilmente se enoja, hará locuras, y el hombre perverso será aborrecido”. El que fácilmente se enoja, hará locuras. Esta persona que me estaba agrediendo en esta semana a través de Facebook, estaba escribiendo cosas muy fuertes, cosas muy duras contra mí, por su enojo, ¿Por qué? Porque en su percepción, él es superior. No se le debe de retar, no se le debe de desafiar, porque a él le hicieron creer, en este instituto anti bíblico al que fue, pues que él iba a ser un gran maestro, ¿no? Alguien a quien no se le puede contradecir. Entonces, cuando se le contradice en lo que dice, él amenaza”.
Esta es mi defensa.
Cuando el detractor y falso maestro dice responder, supuestamente, con “amabilidad” y “mansedumbre”, no hace otra cosa sino “vestirse de justicia”, exactamente como hace el mismo diablo cuando se disfraza como “ángel de luz” o como lo hace el lobo rapaz cuando se disfraza de oveja (cf. 2 Corintios 11:13-15; Mateo 7:15). Para el detractor y falso maestro le es muy sencillo fingir “humildad” y “mansedumbre”, y así mostrarse amable y pacífico; pero, “por dentro” es un perverso. Nótese que su verdadera personalidad es aquella que tiene “por dentro”, es decir, no está a la vista, no se puede ver. Y, sabiendo el detractor que no pocos se dejan llevar por las apariencias, es que usa esa táctica de parecer bueno, amable y justo. Sin embargo, sus “frutos” (v. 16), sus hechos, sus acciones lo ponen al descubierto, y todo el contenido de este blog, los ha presentado con lujo de detalles para quienes de verdad quieran hacer un juicio justo, y no según lo que el detractor aparenta (cf. Juan 7:24). Luego, que nadie se confunda, pues lo que el detractor hizo, no fue responder con “humildad” y “mansedumbre”, sino con HIPOCRESÍA. ¡Gran diferencia!
¿Ya olvidó el detractor y falso maestro Fernando Mata de todas las groserías y mentiras que profirió contra su servidor? Dijo que yo no era digno de respeto, que ni siquiera me debían decir, “Señor”, y aderezó todo eso con una campaña internacional en sus redes sociales, declarando toda clase de mentiras contra su servidor, y ahora viene a presumirnos que me habla con humildad y mansedumbre. Primero que se arrepienta de todas sus mentiras que ha levantado contra mí, y de violentar la Palabra de Dios en el proceso.
Dice que “mientras con mayor amabilidad se le respondía, con mayor agresividad contestaba”; lo cual es falso. Lo correcto y preciso es decir que, mientras con mayor hipocresía me hablaba, con mayor severidad le contestaba. Usando incorrectamente Proverbios 14:17, el detractor y falso maestro interpreta mi defensa como propia de un hombre “loco”; pero no es la primera vez, ni será la última que, quienes presentamos defensa ante hombres perdidos y extraviados como Fernando Mata, seamos juzgados como locos (cf. Hechos 26:24). Por otro lado, para hacer una correcta aplicación de Proverbios 14:17 al caso que nos ocupa, él primero tendría que probar que mi defensa es una “locura”, siendo causa del “enojo”, lo cual jamás podrá hacer. Sin embargo, yo sí puedo demostrar que, quien ha celebrado verdaderas locuras, y todas por malos motivos, es el detractor. Por ejemplo, Hechos 26:11, dice, “Y muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forzaba a blasfemar, y enloquecido de furia contra ellos, los perseguía aún hasta en las ciudades extranjeras” (BTX). En este texto se dice que, “muchas veces” se “forzaba” a los santos a “blasfemar”, lo cual es exactamente lo que ha hecho el detractor, amenazando a hermanos con exponerlos al escarnio público tanto a ellos y sus familias en las redes sociales, para acusarlos con la basura y el lodo infernal con el que intenta desprestigiar a los que no aceptan o no le siguen con su juego diabólico. Al final de esta porción, mostraré una evidencia de esto.
El texto bíblico dice que, “enloquecido de furia contra ellos, los perseguía aún hasta en las ciudades extranjeras”, y esto mismo es lo que el detractor ha hecho, quien, apoyado por los fanáticos que le sufragan su pecado, solicita financiamiento económico para viajar a otras ciudades y violentar incluso la autonomía y el buen nombre de las iglesias y de los hermanos, para transmitir en redes sociales su persecución y acoso enfermizo en contra de ellos. ¿Quién es, entonces, el que vive enloquecido de furia? Las evidencias y los hechos son claros, y no dejan lugar a dudas que el detractor y falso maestro Fernando Mata se puso la soga al cuello al tener la desvergüenza de citar Proverbios 14:17, que lo representa de cuerpo entero.
Pero sigamos considerando las verdaderas enajenaciones del detractor, mientras dice: “escribiendo cosas muy fuertes, cosas muy duras contra mí, por su enojo, ¿Por qué? Porque en su percepción, él es superior. No se le debe de retar, no se le debe de desafiar, porque a él le hicieron creer, en este instituto anti bíblico al que fue, pues que él iba a ser un gran maestro, ¿no? Alguien a quien no se le puede contradecir. Entonces, cuando se le contradice en lo que dice, él amenaza”. Ahora él aquí nos presenta otra razón por la cual he estado “escribiendo cosas muy fuertes, cosas muy duras”. Pero, antes de considerar la supuesta razón del tono de mis escritos, debo señalar que es verdad cuando dice que yo he estado “escribiendo cosas muy fuertes, cosas muy duras” en su contra. Eso es absolutamente cierto. Jamás el detractor había hablado con tanta precisión y verdad como lo hace al indicar que le he estado “escribiendo cosas muy fuertes, cosas muy duras”. Pero, aunque eso es verdad, nadie debe de sorprenderse porque le esté “escribiendo cosas muy fuertes, cosas muy duras”, pues es de esa manera que se escribe a personas como el detractor y falso maestro Fernando Mata. Nótese que esa era una de las cosas que criticaban los judaizantes al apóstol Pablo, diciendo que “Sus cartas son duras y fuertes” (2 Corintios 10:10/NVI). ¿Pecaba Pablo por hablarles en ese tono? Y si lo hacía enojado, ¿estaba obrando con locura, como dice el detractor? ¿Verdad que no? Ni Pablo, ni su servidor escribimos palabras “duras y fuertes”, motivados por un enojo injusto, o por motivos malvados, como el detractor lo quiere representar. Ahora, como ha dicho que vendrá a Ciudad Juárez, a mí “casa”, no tengo otra cosa que decirle, más que “esta vez voy a ser tan duro en persona como lo soy por” escrito (2 Corintios 10:11/NBD). Si con esto se pone a llorar diciendo que lo estoy amenazando, con su pan se lo coma, yo solamente sigo el ejemplo de un apóstol de Jesucristo.
Una vez explicado lo anterior, ahora sí consideremos la supuesta razón por la que le he escrito con palabras duras y fuertes. Él dice que mis palabras se deben a mí “percepción”, insinuando que yo tengo un desmedido concepto personal. Dice que tengo esa idea de mi mismo, porque “le hicieron creer, en este instituto anti bíblico al que fue, pues que él iba a ser un gran maestro, ¿no? Alguien a quien no se le puede contradecir”, lo cual es absolutamente falso y ridículo. Ahora resulta que este remedo de psicólogo, conoce mis percepciones, y hasta la meta que la escuela para predicadores tuvo sobre mi persona, de convertirme en un “gran maestro” al que no se le puede “contradecir”. Es risible, y hasta ridículo lo que dice aquí el detractor, cuando todo mundo ha sido testigo de que, quien tiene un “alto concepto de sí”, es él. Basta con tener ojos y saber leer, u oídos y saber escuchar, para darse cuenta de los términos siempre exagerados que él usa para calificar lo que hace y lo que dice, usando palabras tales como “lo máximo”, “épico”, “eximio”, “legendario” entre otras semejantes. Dice frases tales como, “lo mejor de todo el mundo”, “no hay nada como lo que yo hago”; y desde luego, a quienes le dan palmadas en la espalda y alimentan su ego, los reviste de la misma magnificencia. He aquí algunos botones de muestra:
Entonces, cuando él dice que yo tengo una percepción sobre mi persona que es desmedida, no hace sino describirse a sí mismo. Dice que en el instituto donde estudié, me hicieron creer que yo sería un “gran maestro”. Y bueno, ¿en qué escuela capacitan personas para que sean pésimos maestros, y así, el detractor no los represente mal? La verdad es que el instituto no me hizo creer nada, sino que contribuyó con lo que tenía a su alcance, para proveerme de lo que yo no tenía, es decir, disciplina para estudiar, eso es todo. Nada de que me hicieron creer algo, eso es ridículo y producto de la malicia del detractor. Así que, si soy o no un “gran maestro”, eso será propio de la opinión de quienes han sido servidos por mí en ese sentido. Pero, lo que sí es un hecho, es que el detractor ha dicho que nadie estará altamente capacitado, sino aquellos que reciban sus “Estudios Bíblicos”. ¿No es él quién califica de “magníficos maestros”? ¿Ellos pueden ser “magníficos maestros” y nosotros no? ¿Él puede pretender capacitar “grandes maestros”, y el instituto donde yo estuve internado, no puede, sin que sea mal representado por el detractor? Ahora, el hecho es que aquí estoy, y sin buscarlo, he sido despreciado y alabado por el detractor mismo. Cuando anda de malas, dice que no sirvo, que soy ignorante, y cuando está de buenas, dice que soy el “máximo”, el “mejor”, y así, el más grande. ¿Quién le entiende? Pero, ¿cuántos “maestros” ha producido con sus “Estudios Bíblicos”? Y si no “grandes”, al menos, “buenos”. ¿Está listo para darnos un nombre, y ponerlo a prueba? Hasta el momento, ya probamos a tres de ellos, y a los tres los hemos hallado faltos. Lea los artículos relativos a cada uno de ellos: 1. La falsa alarma de Fernando Pava. 2. Edgar Ramos y su evangelio pervertido. 3. Respuesta pública al títere Eduardo Ramos. También hemos expuesto a uno de sus patrocinadores, es decir, a Rogelio Rosales y su mentiroso testimonio.
Termina diciendo que “cuando se le contradice en lo que dice, él amenaza”, lo cual es absolutamente ridículo. Él tiene la libertad de decir que yo me enojo y amenazo, pero no tiene la autoridad moral, ni las pruebas de tan infantil acusación. Pero, otra vez, usted juzgue quién es el que lanza amenazas para que los pobres hermanos se sujeten a sus juicios injustos y falsos. He aquí una evidencia, para demostrar al mismo tiempo, como el detractor y falso maestro es culpable de lo que me acusa:
Sigamos presentando defensa de su patético discurso, y así tener más evidencia de su maldad.
Su predicación.
“mi esposa Gladis fue testigo también de cuando esta persona, aquí, muy molesta, porque no estuvimos de acuerdo en algo, tomó acciones muy agresivas, muy drásticas, como de querer castigarme. Otro hermano, que se reunía allá donde es visitante esta persona, porque no es cristiana, porque no ha recibido el bautismo bíblico, y cuando el hermano Eduardo Ramos le dijo, usted es visitante, se enojó más. Otro hermano de allá donde esta persona se reúne, donde es visitante, pues, platicó conmigo, acerca de cómo… pues es, el proceder de esta persona”.
Esta es mi defensa.
Ya en otra entrada del presente blog, hemos demostrado que la esposa de Fernando Mata, como testigo no es confiable, teniendo un conflicto de intereses, precisamente por ser esposa del detractor y falso maestro Fernando Mata; y demostramos que ella, como hizo Safira con su esposo engañador, se atrevió a mentir junto con él, pretendiendo engañar al Espíritu Santo mismo. Así que, ¿creen ustedes que esta mujer, va a decir que no, a la versión de su marido, siendo que es igual de mentirosa que él? Para una consideración de su caso, véase: “El testimonio de Gladiola Cantú y Fernando Mata”.
El evento al que hace referencia el detractor, tuvo que ver con la vez que él se puso necio y quiso debatir a la fuerza un tema que ni siquiera estaba en consideración en la clase que yo les estaba dando, la cual tenía que ver con el evangelismo. El detractor quería debatir conmigo en esa clase, donde él afirmaba que Dios le había escogido a su mujer. Yo le dije que no estaba de acuerdo con eso, pero que si él lo quería creer, no tenía ningún problema. Pero, de manera insidiosa, como es su costumbre, me retaba diciendo que le diera mis argumentos, o que refutara los suyos. Luego de mucha insistencia de su parte, le indiqué que no había viajado a su casa, ni había invertido de mi tiempo y dinero, para venir a debatir una cosa como esa. Sin embargo, el detractor no entendía razones. Luego, y dada su persistencia y terquedad, di por terminada la clase, y le dije que no les daría más clases, y que lamentaba mucho no poder retirarme de su casa esa misma noche, dado que mi vuelo salía hasta otro día. Fue allí, precisamente, y porque NO ERA LA PRIMERA VEZ QUE LO HACÍA, que decidí ya no tener parte ni suerte con su persona. Él me pidió perdón, y me prometió que se ganaría mi confianza otra vez (mintió). Le dije que le perdonaba, pero que, aun así, yo no tenía más intereses en relacionarme con su persona. ¿Quién está diciendo la verdad? Bueno, afortunadamente, yo no tengo que poner a familiares como testigos, ni a “testigos fantasmas” y sin nombre para pretender dañar su imagen, pues todo mundo ya sabe cómo es él, siendo que ha tenido la desvergüenza de hacer pública su contenciosa e imprudente conducta. En una ocasión hizo lo mismo con el hermano Luis Adriano Barros, queriendo forzar un debate sobre la Navidad. Pero, como en el caso anterior, se le demostró su imprudencia y contenciosa conducta, por lo que su metida de pata fue conocida por todos. Aquí el video donde, se confirma todo lo que estoy diciendo.
Por otro lado, ya lo hemos visto agredir verbalmente a hermanas, a hermanos mayores, a iglesias, y a cuantos se le ha antojado. Yo no tengo que poner testigos de ninguna clase, porque su pecado es de conocimiento público. Que ahora se ande dando baños de pureza, eso no cambia el hecho, de que dejó mucho desastre detrás de la actitud hipócrita que ahora presume sin pudor alguno.
Ahora, cuando hablo de “testigos fantasmas”, me refiero, a individuos que hablan con él para hablar mal de Luis Barros o de mi persona, pero que no se atreven a dar su nombre. Hace tiempo un supuesto testigo de Guatemala, habló mal de Luis Barros, pero se negaba a dar su nombre. Aun así, el detractor lo presentó como testigo. Ahora viene con este, dice él, “Otro hermano de allá donde esta persona se reúne… pues, platicó conmigo, acerca de cómo… pues es, el proceder de esta persona”. Es interesante que este detractor se atreva a hablar de ética, y al mismo tiempo él no tiene ninguna. Hay dos problemas bíblicos con este proceder, independientemente si fuese cierto lo que ese “testigo fantasma” dice.
En primer lugar, la Biblia enseña que siempre debemos escuchar ambos lados de la historia, para poder hacer un juicio justo. Hasta los mismos judíos entendían la necesidad de escuchar, tanto al acusador, como al acusado. Nicodemo dijo, “Nuestra ley no nos permite condenar a alguien sin haberlo escuchado primero” (Juan 7:51/PDT). Con esto vemos que la justicia que el detractor y falso maestro Fernando Mata tiene, es la de escuchar y recibir lo que cualquiera diga en contra nuestra, sin considerar la otra parte de la historia, sin considerar si es verdad o no lo que se dice. ¿Les parece eso muy amable y humilde?
En segundo lugar, es evidente que los apóstoles jamás procedieron de esa manera en que se conduce el detractor. Por ejemplo, cuando Pablo recibió cierta información en contra de los corintios, dijo, “he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé” (1 Corintios 1:11). Pablo no citaba informantes “fantasmas”, sino que decía con toda precisión, quienes le estaban dando informes sobre los corintios. Como bien comenta nuestro hermano Bill H. Reeves, sobre este texto, «Pablo no dijo simplemente: “he oído que”, o “se dice que”, sino que nombró a sus informantes y declaró la acusación en términos precisos. La persona que viene diciendo: “Le voy a decir algo, pero no diga usted a nadie que yo se lo dije”, o que dice: “Le voy a decir algo, pero no puedo mencionar nombres”, no merece ninguna atención. ¡Ignórese!» (Notas sobre 1 Corintios, Bill H. Reeves. Junio de 1998). ¿Cuántos, pues, ignorarán al “informante fantasma” del detractor? ¿No será que su informante es uno que fue cortado de comunión por parte de la iglesia? ¿No será uno que anda en pecado? Si no, entonces no tendrá problema en revelar su nombre, ¿verdad? Ya veremos si cuando venga el detractor a Ciudad Juárez, ese “informante” tiene el valor de hacerse presente. Por lo pronto, el caso queda como puro chisme, lo cual ha sido siempre la dieta del detractor (cf. Proverbios 18:8)
Luego el detractor vuelve a traer el refrito de mi conversión, diciendo, “es visitante esta persona, porque no es cristiana, porque no ha recibido el bautismo bíblico”, lo cual repite una, y otra, y otra vez. Sin embargo, este “argumentum ad nauseam” (falacia con la que se trata de justificar una conclusión cualquiera, sustentada en su repetición frecuente y numerosa, hasta el cansancio) no es prueba de nada. Es nada más una afirmación gratuita. Pero, si hablamos de la conversión del detractor, yo sí puedo probar que es él quien NO ES CRISTIANO, y lo puedo probar con dos sencillos hechos:
- Es un hecho que Fernando Mata recibió un plan de salvación DIFERENTE al que ahora predica. En aquel plan de salvación, nada se dijo, en el sentido de que “el bautizador cristiano era esencial para su salvación”; pero en el que ahora predica el detractor, se incluye dicho requisito. Por tanto, y dado que no recibió el plan de salvación adulterado que ahora predica, sino uno diferente, luego, no es salvo, no es cristiano.
- Si el plan de salvación que ahora predica, en el que se dice que el bautizador cristiano es necesario para la salvación, Fernando Mata no ha probado que cumplió con ese requisito de ser bautizado por un cristiano. Y si no puede probarlo, luego, no puede estar seguro, de ninguna manera, en su salvación. Por tanto, no es cristiano.
Si el detractor no abandona su “plan de salvación” pervertido, entonces terminará en el infierno, así como todos aquellos que creen ese “plan de salvación pervertido”. ¿Lo creyó usted? ¡Cuidado!
También dijo que, “cuando el hermano Eduardo Ramos le dijo, usted es visitante, se enojó más”, lo cual también es falso. Yo ni siquiera había leído el comentario del títere de Fernando Mata, es decir, de “Eduardo Ramos”. Yo me enteré de sus palabras vanas, porque un hermano me las hizo llegar; por tanto, es falso que yo me haya enojado más. Al contrario, fue excelente que este detractor se haya metido a la discusión, y así poder también exponerlo. Aquí usted puede ver mi respuesta a este otro ministro de Satanás (Véase, “Respuesta pública al títere Eduardo Ramos”).
Predicación.
“fíjense hasta dónde llegó su enojo. Cómo el enojo efectivamente, como dice la Palabra de Dios, nos lleva a hacer locuras cuando no sabemos qué hacer con él. Eran aproximadamente entre las 2 y las 3 de la tarde, del día viernes, si mal no recuerdo, sí del día viernes; y me dice, «si me garantizas que no me pasa nada en León», o sea como si yo lo, que yo lo voy a golpear o no sé, obviamente yo no golpeo, no soy pleitista. «Si me garantizas que no me pasa nada si voy a León, hoy mismo estoy en León»” (Énfasis agregado).
Esta es mi defensa.
Aquí de lo que debemos fijarnos, y fijarnos bien, es de la engañosa versión del detractor. Afortunadamente, todo quedó escrito, y lo escrito allí está, para servir de testimonio de la engañosa y mentirosa predicación de Fernando Mata. Según él, por enojo yo hice una locura al no saber qué hacer con ese sentimiento, ¿Y en qué consistió esa “locura”? En que, supuestamente yo dije: “hoy mismo estoy en León”. Pero, ¿fue eso lo que dije? He aquí la captura de pantalla, que sigue en la página, para que usted vea exactamente qué fue lo que yo dije:
Esta captura se hizo el 15 de septiembre, 2022; pero hasta la fecha, mis palabras allí siguen.
El detractor y falso maestro, Fernando Mata, en su predicación, cambia mis palabras, diciendo que yo dije: “hoy mismo estoy en León”. Sin embargo, y como consta en la evidencia, lo que yo dije fue, “puedo salir hoy mismo si es necesario”. Usted entiende la gran diferencia en decir, “hoy mismo estoy en León”, a decir, “puedo salir hoy mismo si es necesario”. En mi comentario, yo solamente estoy indicando que tengo LA CAPACIDAD DE VIAJAR ESE MISMO DÍA, punto. Quien entienda que allí estoy diciendo que ese día “estoy en León”, entonces es una persona con serios problemas de comprensión lectora. No es lo mismo decir que tengo la capacidad para hacer algo en determinado día, a decir que efectivamente lo voy a hacer. Además, mi declaración contiene una conjunción hipotética, la cual está declarada con la palabra “si”. No es un “sí” afirmativo o enfático, sino un “si”, sin acento, luego, hipotético. Es absolutamente falso decir que yo estoy afirmando estar ese mismo día en León.
Ahora, en la versión engañosa del detractor, que dice, “hoy mismo estoy en León”, tenemos una oración radicalmente diferente a la que yo declaré. La palabra “hoy” es un adverbio que indica el día en curso que está bajo consideración, es decir, el “viernes 09 de septiembre, 2022”. El adjetivo “mismo”, es para enfatizar lo que se ha dicho. El verbo “estoy”, está en primera persona singular (yo), del presente indicativo, por lo que no existe probabilidad alguna. De hecho, ese verbo es la antítesis del “si” hipotético de mis palabras. Pero, además de indicar un hecho diferente, es un verbo que yo jamás redacté. ¿En qué parte de mis palabras dije “hoy estoy” o “estoy”? Lo que el detractor cuenta en su sermón dominical, es absolutamente diferente a lo que yo escribí. Por tanto, el detractor es un predicador engañoso, mentiroso y además, hipócrita. Y esto último es en razón de que me acusa de yo “tomar fragmentos” para sacar de contexto las cosas, siendo que, como vemos otra vez aquí, ¡él es culpable de lo que me acusa! Pero él va más allá que eso, pues no solamente saca de contexto mis palabras, sino que, además, las ADULTERA descaradamente y sin la más mínima vergüenza.
Mis estimados hermanos y amigos, cuando el detractor me pide ser honesto, se muerde la lengua con su petición. ¿Quién es, entonces, el que se deja dominar por sus emociones? Aquí lo tenemos predicando en una asamblea dominical, pero predicando mentiras. ¿Dónde quedó el dominio propio que dice tener? ¿Dónde quedó la “espiritualidad” que tanto presume? ¿Dónde quedó la amabilidad? ¿Esa es la amabilidad de la que habla? ¿Diría usted que una persona que toma sus palabras y las adultera para hacerle quedar mal, es una persona humilde y amable? Por tanto, cuando le digo a Fernando Mata que es un perverso, un detractor, un hipócrita y un falso maestro, en ningún momento uso tales palabras para ofenderlo, ni tampoco son producto de cierto sentimiento, o de un juicio injusto. Más bien, mis palabras son una sana, objetiva y exacta evaluación de la persona de Fernando Mata.
Su predicación.
“estaba muy enojado, porque, ¿dónde vas a encontrar en Ciudad Juárez el camión? O sea, ¿cómo el camión va a traerte acá para llegar a León antes de las 8 o 9 de la noche? ¿Cómo en cuatro horas vas a llegar a León? O sea, ¿ya tienes los fondos para venir a León o tienes que conseguirlos? Pero era tanto su enojo, era tanta su ira y tanta su molestia, que se siente con esta necesidad de ser bravucón. ¿Qué es un bravucón? Un bravucón es una persona que busca amedrentar, que busca amenazar, que busca mostrarse como palomo con el pecho henchido, para a través del tamaño que dice tener, de esa valentía que dice poseer, espantar a aquel con el que está dialogando, para que, el otro, decida salir espantado”.
Que no le distraiga la melodía afeminada del detractor, sino vamos directamente al contenido de lo que dice. Nótese que sigue reiterando eso de que su servidor había perdido el control del buen juicio. Y es que el detractor y falso maestro no puede hacer más. Dado que no puede responder a las evidencias de nuestro señalamiento, recurre al ataque personal, imputando cualquier cosa negativa que se le ocurra. Por eso, lo puede usted escuchar hablar y hablar hasta el cansancio, de mi supuesto “enojo”, “ira” y “molestia”, y todo esto, en grandes cantidades. Sin embargo, y como lo he demostrado ampliamente, tales declaraciones son evidencia de su frustración por no poder responder a ningún señalamiento que le hemos hecho, y por la exhibición que hemos realizado de la torpeza de sus discípulos, que no pueden defender su falso evangelio. La reacción del detractor vino después de que expusimos a Edgar Ramos como lo que es, un completo hereje.
Dice que yo “estaba muy enojado”, y que por eso, no estaba considerando las cosas que el detractor señala con sus preguntas. ¿Qué es lo que supuestamente yo no tenía en cuenta al decir, “puedo viajar hoy mismo a León si fuese necesario”? Bueno, en primer lugar, yo no tenía que plantearme esas preguntas, porque yo jamás dije, “hoy mismo estoy en León”. Luego, y dado que yo no estaba diciendo que ese mismo día estaba en León, no había necesidad de tomar en cuenta las cuestiones que el detractor indica con sus preguntas. Pero, suponiendo que tuviese que viajar ese mismo día a León, así como lo cuenta el detractor, ¿es cierto que una decisión de esa naturaleza, representa algún problema, el cual no está siendo considerado por enojo? Tampoco. Aquí respondo a sus preguntas, para que usted vea que nada de eso representaba algún problema, si es que su servidor hubiese tenido la intención de estar ese mismo día en León.
“¿dónde vas a encontrar en Ciudad Juárez el camión?” Bueno, no sé el detractor, pero normalmente cuando viajo en “camión”, siempre los encuentro en la “Central Camionera”, Allí se encuentran los camiones, si es que necesitase de un camión para viajar.
“¿cómo el camión va a traerte acá para llegar a León antes de las 8 o 9 de la noche? ¿Cómo en cuatro horas vas a llegar a León?” Pero, ¿en qué momento dije que estaría saliendo a León ese mismo día, en “camión”? Hace años que no viajo en “camión”. En los últimos años, siempre he viajado, o en avión o en auto, pero no en “camión”. Si yo tuviese la intención de viajar ese mismo día a León, bastaba con tomar un vuelo y llegar en dos horas. Por tanto, el medio de transporte y el tiempo no representaban ningún problema.
“¿ya tienes los fondos para venir a León o tienes que conseguirlos?” Eso no representaría tampoco algún problema. El costo del vuelo es económico y no faltan hermanos que puedan ayudarme para cubrirlo, si fuese necesario, ese mismo día.
Luego, y dado que son falsos los “obstáculos” que el detractor se sacó de la manga, al decir que era absolutamente imposible viajar ese mismo día a León, muestran que su conclusión en el asunto, al acusarme de “bravucón“, es una conclusión desmesurada y errada. En primer lugar, yo jamás dije que ese día estaría en León, luego, no hay razón para acusarme de “bravucón” por ese supuesto dicho. En segundo lugar, y si así fuese el caso de salir ese mismo día, ni el medio de transporte, ni la distancia, ni el costo representaban ningún problema para estar allá ese mismo día. Luego, no habría ninguna “bravuconería” si hubiese tenido la intención de viajar ese mismo día, dado que no habría ningún obstáculo para hacerlo. Cuando el detractor habla de ser “bravucón” con la ilustración que le acompaña, son esfuerzos vanos del detractor y falso maestro Fernando Mata para intentar ofender a su servidor. Es interesante que, si yo califico su conducta, según él, es por “enojo”, por “ira”, por “molestia”; pero, él es muy “amable” y “humilde” al decir que somos “bravucones”, cuando no existe ninguna razón objetiva y real para hacer una calificación de esa naturaleza. Por tanto, lo único que refleja con su vana palabrería, es la frustración que sufre al no poder defender su evangelio pervertido, y haber sido expuesto como lo que es, un detractor, un falso maestro, un hipócrita y un mentiroso. Por más calificativos ofensivos que se invente, siempre lo hará mal representando todo el asunto, mientras que, nuestra exposición de su pecado está claramente fundamentada.
Su predicación.
“yo le dije, perfecto, ¿vas a venir a León? ¿A qué hora llegas? Dime por favor a qué hora llegas. Yo tomé captura de pantalla de lo que él estaba diciendo. Porque yo sabía perfectamente que él estaba hablando con base en su enojo, con base en su coraje. ¿Y saben qué hizo? Borró los comentarios. Esos comentarios bravucones, donde estaba amedrentando, amenazando, los borró. Si usted se mete a leer esa conversación que tuvimos allí en Facebook, va a ver que hay comentarios, respuestas mías, que como que no hacen sentido, porque dicen, ¿a quién le respondes? Porque borró los comentarios, y le dije, mira, lo que te dije era verdad, estabas muy molesto. Yo te dije, cálmate, si quieres platicamos otro día. Yo de todos modos voy a ir a buscarte a Ciudad Juárez, sí o sí. Voy a buscarte, no para pelear, yo no me voy a poner a pelear contigo. Para dialogar, para debatir formalmente de la palabra de Dios, porque yo quiero que tú obedezcas el evangelio, porque no eres cristiano. Es más, yo quiero poder bautizarte, si tú quieres obedecer el evangelio, ¿verdad? Si quieres ser humilde, yo mismo te bautizo, para que tus pecados te sean perdonados, y para que seas añadido al cuerpo de Cristo”.
Dado que es el detractor quien estaba muy desesperado por dejar su basura en nuestra página de Facebook, y dado que lo estaba exponiendo como lo que es, un mentiroso, un detractor y un falso maestro, no pudo leer con cuidado mis comentarios, ni tampoco pudo seguir el orden lógico de cada uno de ellos. Pero, lo más patético del asunto, y lo que hace evidente su frustración y desesperación, es que, leyó que yo había dicho que ese mismo día estaría en León. Al haber leído apresuradamente, por su frustración, se le ocurrió preguntarme a qué horas llegaba a León, pero al mismo tiempo, concluyó que yo había dicho tal disparate, por estar enojado. El detractor y falso maestro se equivocó terriblemente. Ni dije que ese día estaría en León, ni tampoco lo dije por haber estado enojado. Ambas cosas son falsas, como lo he demostrado anteriormente. Él dice que tiene captura de pantalla, pero aunque no las tuviera, la conversación completa e íntegra allí está, guardada y reservada en Facebook, precisamente por si se requiere para tapar la boca a este opositor. Pero otra vez, así como me acusó falsamente de haber yo borrado un documento donde hablaba de Bill H. Reeves, caso que usted puede leer aquí, ahora dice que también borré comentarios de la página de Facebook, donde, de manera grosera y abusiva, va y publica su basura, sin que nadie se la haya solicitado. Pero si él se toma esa libertad, bueno, haremos lo mismo. El caso es que, cuando dice que borré comentarios, otra vez, y como es ya su costumbre, miente al respecto. Estaremos esperando la EVIDENCIA donde pruebe que yo borré comentarios. Si él no pudo seguir el orden lógico del diálogo, en la línea temporal que marca la página, donde hay comentarios y sub comentarios, eso es otra cosa, pero que no venga a mentir, diciendo que yo borré comentarios. Eso es absolutamente falso. Que presente la captura de algún comentario que supuestamente haya borrado, ¿lo hará? Ya lo veremos. Si no lo hace, entonces con su silencio, nos mostrará lo mentiroso y perverso que es.
Pero, luego, en su desahogo, mientras está predicando, me dice, “Yo te dije, cálmate, si quieres platicamos otro día. Yo de todos modos voy a ir a buscarte a Ciudad Juárez, sí o sí. Voy a buscarte, no para pelear, yo no me voy a poner a pelear contigo. Para dialogar, para debatir formalmente de la palabra de Dios“. Él quería que yo dejara de señalarlo de mentiroso, falso maestro, detractor y engañador. Quería que no señalara más su perversidad y su pecado. ¿Por qué tenía yo que dejar de hacerlo, siendo que la Palabra de Dios me manda que lo haga? (cf. Romanos 16:17) Aunque él venga a Ciudad Juárez, eso no me impide señalarlo como mentiroso y falso maestro, ¿verdad? Si viene, bueno, ya lo señalaré cuando venga, y en persona. Pero, si por estos medios lo puedo hacer, ¡nada me lo impide!
Luego dice, “yo quiero que tú obedezcas el evangelio, porque no eres cristiano“, pero lo que debería querer es obedecer su propio evangelio pervertido que ahora predica, pues hasta el día de hoy todavía no lo hace. Dice que yo no soy cristiano, cuando el mismo evangelio que toda mi vida he predicado, es el mismo que he obedecido; pero ¿y él? Apostató del evangelio que obedeció, y al mismo tiempo no ha obedecido el que ahora predica, a saber, “ser bautizado por un cristiano para su salvación”. ¿Cuándo lo hará? Espero que, cuando venga a Ciudad Juárez, ya nos exponga las evidencias de que ha obedecido el evangelio pervertido que ahora predica. Si no, entonces el que no es cristiano es él. ¡Se puso la soga al cuello con su falso evangelio!
En una marcada diferencia con el ejemplo apostólico, pues ellos jamás quisieron ser quienes bautizaban con sus propias manos a los creyentes (cf. 1 Corintios 1:17), el detractor dice, “Es más, yo quiero poder bautizarte“. ¿Lee usted algo semejante en las Escrituras? Ni aun el mismo Felipe dijo palabras semejantes (cf. Hechos 8:12, 35-38). Ni Ananías cuando le predicó a Saulo (Hechos 22:16), ni los apóstoles el día de Pentecostés (Hechos 2:38). Ni Pedro cuando predicó a Cornelio (cf. Hechos 10:48). Ni Pablo cuando predicó a los corintios (cf. Hechos 18:8), ni cuando predicó a ciertos varones en Éfeso (Hechos 19:3-5). Es más, ni el mismo Cristo quería lo que el detractor quiere (cf. Juan 4:2). Pero, ese es el tipo de “predicador” que habla del bautismo a las personas, porque él “quiere” bautizarlos.
Pero, ¿por qué quiere bautizarme él, si no ha obedecido su propio evangelio? Reitero, el detractor y falso maestro dice que para ser salvo, hay que ser bautizado por un cristiano, y si él no ha probado que fue bautizado por un cristiano, luego, no tiene ningún sentido que alguien sea bautizado por este perverso. Pero, ¿nos puede mostrar el ejemplo bíblico donde un predicador afeminado, bautizó? ¿Nos puede mostrar el ejemplo, donde un predicador mentiroso, detractor y falso maestro, bautizó? Si no, ¿con qué autoridad moral quiere bautizar, siendo que no cumple, siquiera con las características morales que los que bautizaban tenían? Felipe bautizó, pero Felipe no era “afeminado”, “detractor”, “falso maestro”, “mentiroso” e “hipócrita”, ¿verdad? Luego, Fernando Mata no entra en ese cuadro. Pablo bautizó, pero, ¿era Pablo “mentiroso”, “hipócrita”, “afeminado” y “hereje”? Luego, Fernando Mata no entra en ese cuadro. ¿En qué cuadro entra el detractor y falso maestro, para pretender bautizar a alguien, si se ha de respetar el ejemplo bíblico con respecto a la clase de bautizador? El detractor debería sentir vergüenza cuando dice que él “quiere poder” bautizar. Sin embargo, no se le puede pedir agua a las piedras, ¿verdad? Si no siente vergüenza de estar predicando toda clase de improperios y mentiras en contra de cuantos puede y quiere, es imposible que sienta vergüenza por algo. No le da pena decir, “si tú quieres obedecer el evangelio, ¿verdad?“, cuando la pregunta es para él, ¿por qué tú no has querido obedecer tu propio evangelio pervertido? ¿Por qué no lo has obedecido? ¿Por qué no tienes la humildad para reconocer públicamente que no has obedecido tu evangelio, por la simple y sencilla razón de que no puedes? Esta es toda la razón. El detractor y falso maestro no puede obedecer su propio evangelio, porque no puede encontrar a uno que fue bautizado por otro, y este por otro hasta llegar a los apóstoles. Pero si ya lo encontró, ¡que nos proporcione los nombres para comprobarlo! Si no, entonces que deje de “querer” algo sobre otros, cuando lo debería primero “querer” de sí mismo. Que haga por sí mismo lo que quiere hacer para otros. Que cure su propia condición, ya que se ofrece curar la de otros. Él dice, “Si quieres ser humilde, yo mismo te bautizo“, ¿y qué hay de su “humildad”? Ya veremos qué tan humilde es, para probarnos que él ya fue bautizado por un cristiano. Si no, entonces es altamente inmoral e hipócrita andar ofreciendo lo que para sí mismo no ha hecho. Y desde luego, no podría faltar el truco sicológico de que, si no me hago bautizar por él, ¡entonces no soy humilde! Típico argumento mormón, que arrastra a los desapercibidos a sujetarse a su falsa doctrina, así como ahora el detractor quiere que recibamos su falso evangelio, usando esa clase de trucos baratos.
Su predicación.
“Yo sé, mi esposa y yo sabemos que, su esposa de él, no está de acuerdo con la forma en que él se comporta, con esta forma agresiva, prepotente, bravucona, por medio de la cual busca, intimidar”
Otra vez, el detractor y falso maestro usa a su esposa, como si su esposa fuese confiable, cuando ya he demostrado que no lo es. Y que conste, esto para mí no es nada agradable, el estar hablando de una hermana; sin embargo, el que la está metiendo en este circo, es su propio marido, y ella, al estar involucrándose en este asunto. Por tanto, si él la involucra y ella se presta, entonces luego que no se quejen si exponemos su pecado. Sobre lo que dicen ambos, es absolutamente falso que mi esposa esté en desacuerdo con cierta “forma en la que me comporto“, siendo esa forma “agresiva, prepotente y bravucona“. Estas cosas que dice Fernando aquí, no son mas que “fábulas ridículas y cuentos de viejas” (1 Timoteo 4:7/PSH2005). La verdad del caso, y muchos hermanos lo saben, es que mi esposa no está de acuerdo en los debates que se llevan a cabo en redes sociales, y menos cuando se tornan álgidos. Es por eso que usted jamás la verá involucrada en discusiones de esa naturaleza, ni en las redes sociales, ni en ninguna parte. Pero, la versión que ellos cuentan, no solamente es falsa, sino que, además, es un ejemplo del abuso de confianza que el detractor y su esposa llevan a cabo según convenga a sus intereses perversos. Aquí tenemos una razón más, para mantenerse apartados de personas como ellos. La Biblia dice, “El que anda en chismes descubre el secreto; no te entremetas, pues, con el suelto de lengua” (Proverbios 20:19). El detractor dice que mi señalamiento es para “intimidar”, representándome con esos calificativos feos y falsos. Solamente que, el detractor debe hacer memoria, que fue él quien inició esta guerra conmigo, y fue él quien me estuvo atacando y difamando durante mucho tiempo sin que yo dijera palabra alguna; lo cual fue tiempo suficiente para que su pecado no tardara en manifestarse (cf. Proverbios 10:19). Por tanto, si ahora cree que tengo el propósito de “intimidarlo”, porque supuestamente yo sea la peor persona del mundo, no me importa; pues aun cuando tuviese malos motivos, y aun cuando fuese el mismo diablo; aun así, son verdad todos y cada uno de los señalamientos que le he hecho al detractor impenitente.
Su predicación.
“hizo una foto mía, con el cabello de la Chimoltrufia, y… pues a mí se me hace que me veo bien, porque me dice Gladis, mira te pareces a tu mamá, ¿verdad? O sea… Y sí me pare… hagan de cuenta que soy yo, pero con el pelo un poquito más largo. Esta persona, no sé cuántos años tenga, pero, ya ha de andar cincuentiando, casi, no sé. Esta persona fue profesor en un Instituto anti bíblico, fue director en un colegio anti bíblico, allá en el Colegio Cristiano del Centro, de San Luis Potosí. Esta persona… he… o sea… enseña… error, pero enseña. Y digo yo, ¿dónde queda la ética como persona? Está bien, quizá no te regulas por la palabra de Dios porque no eres cristiano, pero ¿dónde queda tu ética personal? ¿Tu moral personal? A mí no me afecta que me pongan una foto con cabello largo. Yo sé quién soy, sé lo bueno que soy, y también todo lo malo que soy y todo lo malo que tengo. O sea, a mí… ¿Saben qué hice? Me la mandó cuando estaba yo con mi familia, se las enseñé, nos dio risa. Yo estoy seguro, que si esta persona hubiera visto mi reacción y la de mi familia, se hubiera enojado más”.
Bueno, el detractor y falso maestro Fernando Mata, sigue suponiendo que las representaciones gráficas que su servidor prepara para encabezar alguna de mis defensas, tengan el propósito de hacerle ver “mal”, estéticamente hablando. Cuando no es así. Por tanto, si al detractor le parece que se ve mal o bien, es absolutamente irrelevante. También supone que la práctica de realizar ilustraciones gráficas para representar su pecado, o aquello que se le está señalando, sea algo exclusivo de personas que tengan menos de cincuenta o cuarenta años, o que tenga que ver con un problema ético o moral. Sin embargo, esta crítica que hace el detractor, solamente exhibe su poca cultura. Ignora que por años, hombres de edad madura, han realizado este tipo de representaciones, con el fin de comunicar alguna idea sobre algún personaje religioso, político, o incluso, de la sociedad misma. Por ejemplo, Martín Lutero y Lucas Cranach el Viejo, que está de más decir que no eran unos jovenzuelos, escribieron un tratado titulado, “Contra el papado en Roma, fundado por el demonio“, donde podemos encontrar diversas representaciones gráficas elaboradas, precisamente, para ilustrar el pecado o la ignorancia del papa. He aquí algunas de esas ilustraciones:
La representación de los pecados y abusos papales, fueron medios usados comúnmente por los reformadores, para que las personas tuvieran bien presente la condición papal. Desde luego, el mismo Lutero también fue representado con imágenes semejantes. En la primera tenemos al “Lutero de siete cabezas” y en la segunda, a Lutero como “La Gaita del diablo“.
Y bueno, así podría seguir poniendo imágenes que periodistas, comunicadores e incluso hermanos en Cristo, han diseñado con el fin de denunciar o ilustrar el error y el pecado de aquellos que están siendo señalados. Por tanto, las imágenes que su servidor diseña para ilustrar los pecados o la incongruencia del detractor, no tienen nada que ver con describir la apariencia física, ni para humillar, o para hacer enojar al detractor. Si se enoja o no, no me importa, si se gusta o no, tampoco, si se parece a alguien o no, menos. La idea es representar su incongruencia, su error y sus pecados, punto.
Luego dice, “Esta persona fue profesor en un Instituto anti bíblico, fue director en un colegio anti bíblico, allá en el Colegio Cristiano del Centro, de San Luis Potosí“, lo cual es incorrecto. Yo jamás fui “director” en el Colegio Cristiano del Centro. ¿Le parece moralmente correcto, o ético, estar hablando de mi persona, sin siquiera estar bien informado? ¡Esa es la calidad moral de este perverso!
“Esta persona… he… o sea… enseña… error, pero enseña“, ¿cuál error? Hasta el día de hoy no ha probado NINGUNO. Una cosa es que diga que yo enseño tal o cual cosa, mintiendo, pero otra cosa es que sea cierto, o que pueda presentar pruebas de lo que dice. Pero, ¿quién es el que enseña error? ¡Aquí hay evidencias suficientes que el detractor y falso maestro es quien mal enseña, y además, con errores, mentiras y difamaciones! ¡Terrible cosa!
“Y digo yo, ¿dónde queda la ética como persona? Está bien, quizá no te regulas por la palabra de Dios porque no eres cristiano, pero ¿dónde queda tu ética personal? ¿Tu moral personal?“, esto es de antología. El detractor y falso maestro hablando de “moral” y “ética”, cuando el que carece de ellas es él mismo, y confesados por él mismo. Es increíble que el detractor se crea con la autoridad moral, para hablar de moral y ética. Pero, otra vez, su hipocresía no tiene límites.
“A mí no me afecta que me pongan una foto con cabello largo. Yo sé quién soy, sé lo bueno que soy, y también todo lo malo que soy y todo lo malo que tengo“. Ya nos dimos cuenta de que no le afecta, al grado que se tomó un sermón dominical en plena asamblea para responder y quejarse del asunto.
“Me la mandó cuando estaba yo con mi familia, se las enseñé, nos dio risa. Yo estoy seguro, que si esta persona hubiera visto mi reacción y la de mi familia, se hubiera enojado más“, bueno, el “hubiera” no existe; pero si él tiene derecho a decir lo que “hubiera” pasado, yo también tengo ese mismo derecho, ¿verdad? Por tanto, si yo “hubiera visto” la reacción de su familia, ¡Sin duda que me abría muerto de la risa con ellos! ¿Y quién no? Él tiene derecho a suponer que “hubiera” pasado otra cosa, pero todos tenemos ese derecho, ¿verdad?
Y bueno, para terminar, aquí dejo algunas respuestas rápidas:
El descarado dice que no me ha ofendido, ni me ha insultado, cuando todos hemos sido testigos de sus ofensas, mentiras y engaños. Afortunadamente, todas sus ofensas y mentiras en mi contra han quedado documentadas, y aquí en este sitio hemos respondido a algunas de ellas, aunque la colección que tenemos es muy amplia. Luego se sorprende, aunque se queda sin palabras, de que su servidor le describa como “afeminado” u “homosexual“; pero, ¿debo responder a eso? Recuerde, él mismo usó la famosa frase de Juan Gabriel, “lo que se ve, no se pregunta“. El hecho es que no soy el único que, juzgando como él lo hace, llegamos a esta misma conclusión.
¿Y las pruebas? Aquí tenemos otra evidencia de que, el detractor y falso maestro, es promotor de chismes (Proverbios 18:8). Jamás presentará una sola prueba de estos chismes que predica en la congregación donde es miembro. ¿Qué le parece, estimado lector? Usar el tiempo de la predicación para alimentar a su congregación con “chismes”. ¡Y dice que no está afectado! Sus hechos y dichos nos dicen otra cosa.
Bueno, mis estimados, hasta aquí dimos respuesta a la predicación mentirosa del detractor y falso maestro Fernando Mata. Estaremos esperando su reacción, como siempre, para presentar nuestra defensa.