El mundo perverso en el que vivimos, suele calificar de “enfermedades” a diversos pecados, sobre todo cuando las personas los practican. Tal es el caso de quien es “mentiroso”. Por ejemplo, algunos califican a los mentirosos, como quienes padecen “El síndrome de Pinocho”, término con el que diagnostican a personas que “no pueden parar de mentir”. Se cree que es una “patología que requiere de diagnóstico y tratamiento profesional”. Los Siquiatras afirman que las personas que sufren dicho síndrome, mantienen sus mentiras durante años, y lo hacen de manera consciente, es decir, que el mentiroso patológico no solamente sabe que está mintiendo, sino que termina por creerse sus propias mentiras. En otras palabras, y hablando desde un punto de vista bíblico, ¡el mentiroso se hace esclavo de sus propias mentiras! (cf. Juan 8:34)
La Biblia, por su parte, deja claro que la mentira es un pecado y que desagrada a Dios. El primer pecado en este mundo fue la mentira que se le dijo a Eva. Los Diez Mandamientos que se le dieron a Moisés incluyen, el que dice, “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16).
En la iglesia primitiva, Ananías y Safira mintieron sobre una donación para parecer más generosos de lo que realmente eran. La reprimenda de Pedro fue severa: “Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?” (Hechos 5:3). El juicio de Dios fue más severo: la pareja murió a consecuencia del pecado de mentir (Hechos 5:1-11).
Colosenses 3:9, dice: “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”. La mentira se menciona en 1 Timoteo 1:9-11, como algo que practican los impíos. Además, los mentirosos estarán entre los que serán juzgados el día del juicio final (Apocalipsis 21:8). A diferencia, Dios nunca miente (cf. Tito 1:2). Él es la fuente de la verdad. Es imposible que Dios mienta (cf. Números 23:19).
Por su parte, el detractor y falso maestro Fernando Mata, vuele a publicar otro video, donde, como es su costumbre, sigue mintiendo para dar fuerza a su falso evangelio pervertido, engañando así a los pobres desapercibidos que creen sus palabras mentirosas. Antes de comentar lo que a mí me compete, permítame indicarle de qué trata el video. Esta es la portada:
En primer lugar, debemos señalar que el detractor y falso maestro sigue con su falsa representación, de hablar del “bautizador no cristiano” de manera ambigua, sembrando el prejuicio en la mente de sus creyentes seguidores, y no en pocos desapercibidos, de que los hermanos están promoviendo que los inconversos bauticen bajo cualquier circunstancia. Me han escrito hermanos preguntando si la controversia tiene que ver con esa idea de que el inconverso bautice bajo cualquier circunstancia; pero una vez que se les explica el fondo real de la controversia, terminan estando totalmente de acuerdo con la posición nuestra. Por tanto, si usted es uno de los que se ha dejado engañar con esta falsa representación de que, hermanos como Bill H. Reeves, Josué Hernández, Terry Partain, Wayne Partain, Gardner Hall, Jerry Falk y muchos otros, estamos enseñando que el inconverso bautice bajo cualquier circunstancia, usted simple y sencillamente ha creído un engaño, una falsa representación. Lo que negamos, es que cierto bautizador sea esencial para la salvación del pecador. Desde luego, ordinariamente será un fiel varón cristiano quien bautice. Nadie está promoviendo, ni enseñando que al predicar el evangelio, propongamos que un no cristiano bautice. La cuestión trata con la salvación del pecador, y si determinado bautizador con ciertas características sea esencial para la salvación. Sí, un bautizador se requiere (ver artículo sobre la necesidad de un bautizador, aquí), y ordinariamente será un varón cristiano quien lo realice. Pero, tal circunstancia no siempre ha sido posible en la historia de la humanidad, donde los no cristianos, aprendiendo el evangelio directamente desde la Biblia, o desde algún tratado que ha llegado a sus manos, han tenido que hacerse bautizar por no cristianos, no siendo posible que cristianos estén presentes para bautizarles (Así ha sucedido con el inicio de iglesias de Cristo aquí en América, como en algunos países como Argentina, o en algunas instituciones, sobre todo como en las prisiones). No obstante, el detractor siembra prejuicio y ataca a hermanos en Sonsonate, El Salvador, así como a varios hermanos como Josué Hernández, Terry Partain, Wayne Partain y de dicha localidad. Esto hace evidente que, quien es un verdadero peligro para la hermandad, es el detractor y falso maestro Fernando Mata.
Una vez indicado el contexto de dicho video, el cual estuvo a la vista solamente por un par de horas; pues ahora el detractor lo ha puesto de manera “privada”, para que solamente él, o solamente quienes él quiere, puedan ver sus mentirosas y engañosas declaraciones. ¿Por qué en “privado”? Jesús dijo, “Yo he hablado abiertamente al mundo —respondió Jesús—. Siempre he enseñado en las sinagogas o en el templo, donde se congregan todos los judíos. En secreto no he dicho nada” (Juan 18:20/NVI). No obstante, he aquí como lo vemos aquellos que no somos parte de su comunidad engañada:
Afortunadamente, hay quienes, de su misma comunidad, nos mantienen informados sobre sus publicaciones, y nos hacen llegar aquello que sea necesario, para exponer la hipocresía y la maldad de este perverso, quien, como un camaleón, va cambiando de piel según le convenga, o como actor barato, va cambiando de personaje y así montar su teatro para engatusar a los desapercibidos o mal pensados que nunca faltan. Por el momento, he aquí lo que declaró en mi contra, como en contra del hermano Guillermo Álvarez, lo cual estaremos, otra vez, desmintiendo puntualmente:
El detractor y falso maestro Fernando Mata, haciendo referencia a mi persona, solamente que ahora le da temor mencionar mi nombre, creyendo que con eso se librará de que yo lo siga exponiendo como lo que es, un detractor, dice: “yo hubiese deseado debatir con otro que es de los mejores expositores,”. Si soy o no soy de los “mejores expositores”, es irrelevante; el punto importante aquí, es la mentira de decir que “hubiese tenido el deseo de debatir” con su servidor, cuando eso es absolutamente falso. La realidad es que el detractor y falso maestro Fernando Mata, ha usado el TRUCO de retarme a debate público, pero con la condición de que yo afirme una proposición que mal representa mis convicciones. Sabiendo el detractor y falso maestro Fernando Mata, que yo jamás voy a aceptar debatir una idea que no creo, obviamente el debate jamás sucederá, y así él presuma falsamente, que yo no quiero debatir con él. Por mi parte, yo le he retado a debatir públicamente, cinco y hasta siete proposiciones de ideas y declaraciones que tanto él como yo afirmamos, Y SE HA NEGADO A ACEPTAR EL DEBATE. Él no puede decir que no sabía de esto, pues cuando me escribió para retarme a debate, le respondí que aceptaba debatir las proposiciones que usted puede leer aquí. Incluso, si le da miedo debatir por su cuenta, le indiqué que aceptaría debatir con él y sus discípulos, juntos. Sin embargo, todos, junto con el detractor, no han aceptado. Aquí está la evidencia de nuestra correspondencia vía WhatsApp, donde le hice de su conocimiento sobre dichas propuestas para debate público, y que no aceptó.
Como vemos, él miente cuando dice, “no quiso él enfrentarme en debate público”. ¿Le usted allí en mis palabras que yo “no quise”? Si él fuese realmente honesto, lo cual, es imposible debido a su perversión y sus serios problemas de autoestima, pues siempre quiere aparentar ser el “ganador” y así seguir recibiendo toda clase de halagos, bastaba con decir que yo no acepté debatir la proposición que él tramposamente me envió. Pero, ¿sabe por qué no dice la verdad del caso? Porque tendrá que reconocer que es él quien no quiere debatir públicamente. ¿Quién es el que no quiere, siendo que le estoy enviando siete proposiciones que se ajustan perfectamente a lo que ambos afirmamos o negamos? Yo no, sino él. Cuando él me manda una proposición que yo no afirmo, pero al mismo tiempo se niega a debatir proposiciones que ambos afirmamos y negamos, entonces es evidente que es él quien “no quiso enfrentarme en debate público”.
Pero, no conforme con eso, dice que yo no soy cristiano, sino “un visitante en una iglesia al que le permiten predicar”, lo cual son dos mentiras más. Yo soy cristiano, miembro de la iglesia de Cristo, y es él quien no es cristiano. Yo le he retado públicamente para demostrarlo y no ha aceptado. Yo estoy dispuesto a probar en debate público que Fernando Mata es “detractor, apóstata y falso maestro del evangelio de Cristo”. Sin embargo, no acepta. ¿Soy yo el que no lo quiere enfrentar o es él? Usted juzgue.
En segundo lugar, se muerde su lengua larga cuando dice que yo soy “visitante en una iglesia al que le permiten predicar”. Desde que fui bautizado, siempre he sido miembro en alguna iglesia de Cristo, y hasta el día de hoy, soy miembro en una iglesia de Cristo donde sigo cumpliendo mi ministerio como evangelista a tiempo completo. He tenido la bendición de dedicarme a tiempo completo a la predicación del evangelio desde los 17 años de edad, y desde ese tiempo, hasta el día de hoy, he recibido salario de iglesias de Cristo en México y Estados Unidos, así como de hermanos fieles. He predicado en iglesias de Cristo en México, Estados Unidos y América Central; pero, ¿dónde es miembro el detractor? Se supone que es miembro de una “iglesia de Cristo en León, Guanajuato”, donde supuestamente estaría predicando a tiempo completo; pero, al mismo tiempo lo vemos viviendo con sus suegros en Monterrey, donde, estando en pecado, lo mantienen para que siga dañando y perturbando la fe de los santos. Yo puedo ir a Monterrey a predicar en alguna iglesia, como puedo ir a predicar a otras partes a predicar a alguna iglesia de Cristo, y este domingo prediqué en la congregación; pero, ¿en cuál iglesia ha estado predicando el detractor y falso maestro? Pues en domingo, este es el “trabajo ministerial” que hizo:
Dice que yo soy “visitante”, cuando el “visitante” es él y, además, sin que le den parte en la predicación. ¿Eso es dedicarse a tiempo completo? ¿Eso es ser responsable con su membresía? ¿Eso es ser responsable de una iglesia local que depende de uno para la enseñanza y el evangelismo? Entonces, cuando el detractor dice que yo no soy cristiano, o cuando dice que yo soy visitante, se muerde la lengua, pues es él quien no es cristiano, y es él quien está de visitante. Yo no he dejado de predicar en la calle y en los púlpitos, pero, ¿y él? Ni en la calle, ¡ni en los púlpitos! Otra vez, usted juzgue.
Luego dice que “el que dio la cara por ellos fue Guillermo Álvarez, y a él vamos a refutarlo de una manera categóricamente, contundentemente, inigualablemente, épica”, lo cual también es falso. Si Guillermo Álvarez va a debatir con él, es porque ambos aceptaron. Pero, Guillermo no está dando la cara por mí, pues yo le envié cinco y hasta siete propuestas para debate público, y el detractor no aceptó. ¿Habrá alguien que “saque la cara por el detractor”? Esos predicadores que le siguen, como Iván Ruiz Reina, o Eduardo Ramos, o Jimmy Pineda, o Emanuel Barrón, o Alfredo Villanueva, Julio Aguilar, Fernando Pavas u Omar Pérez, ¿quién? ¡Ninguno! He retado a debate a todos juntos contra mí, y ninguno ha levantado la mano. Por mi parte, allí están las proposiciones donde todos afirmamos y negamos diversas cuestiones, falta que acepten, sea todos juntos o por separado. Ya veremos cuál de ellos saca la cara.
Luego, termina con sus infantiles y ridículas declaraciones, diciendo que va a refutar al hermano Guillermo Álvarez, diciendo que lo hará de manera grandiosa, épica y contundentemente. Bueno, ya lo veremos. Él ha menospreciado al hermano Guillermo Álvarez, creyéndose un Gigante; pero como Goliat cayó contra aquel que veía pequeño, así será la caída de este perverso. Nos parece bien que se suba a la nube, pues así la caída será mucho más aparatosa.
Jesús se llamó a sí mismo el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6), y espera que los que le siguen sean personas que hablan siempre la verdad, lo cual, como hemos visto, no es lo que caracteriza al detractor, aunque usa toda clase de trucos para aparentar estar en la verdad. No obstante, al actuar así, lo único que hace, es poner de manifiesto su hipocresía y sus grandes y descaradas mentiras, mismas que seguiremos exponiendo en cuanto siga abriendo su perversa boca.