El detractor y falso maestro, me envió un mensaje por “WhatsApp”, y que también publicó en su página sectaria conocida como “Estudios Bíblicos Iglesia de Cristo”. He aquí el mensaje, junto con su engañosa explicación:
Yo respondí a su mensaje, como consta enseguida:
Ahora, voy a responder al mensaje que él incluyó en su página sectaria. El detractor y falso maestro Fernando Mata dice, “Basta de dimes y diretes.”, cuando es él quien por varios años está con “dimes y diretes”, y su servidor, como otros hermanos, nos hemos dedicado a responder a todas y cada una de sus detracciones y a su falso e incongruente evangelio pervertido. No, que no le confunda el detractor, pues si habla de poner fin a “dimes y diretes”, entonces que deje el circo al que tanto acostumbra en sus distintas redes sociales. ¡Que no nos endilgue sus malos hábitos!
Luego dice que “No hay mejor exponente de aquellos falsos que enseñan que un no cristiano puede bautizar que Lorenzo Luévano. Esa es la verdad.”; no, no es verdad. Esta es otra mentira del detractor y falso maestro Fernando Mata. Como todo hijo del diablo, para él es fácil declarar mentiras tan descaradas como esas. Es falso que yo sea “exponente” de alguien; pero si él se toma la libertad para colocarme como representante de alguien, entonces supongo que yo tengo la misma libertad para colocarlo como prototipo de mentirosos, homosexuales y herejes, ¿verdad? ¿Lo aceptará? Si no, ¿entonces con qué libertad me coloca en esa categoría que ha inventado su perverso corazón? Si él está pronto para aceptar públicamente que es “exponente” de mentirosos, homosexuales y herejes, entonces tendrá libertad para endilgarme lo que según él yo represento. Por tanto, cuando dice que yo soy “exponente” de alguien, miente, y más cuando no conforme con eso, agudiza más su pecado, al decir que soy representante de supuestos “falsos que enseñan que un no cristiano puede bautizar”. Esto también es mentira. De hecho, si he conocido a alguien que ha dicho que “un no cristiano puede bautizar”, es al detractor y falso maestro Fernando Mata, quien no solamente inició su fe pervertida con esa doctrina afirmada, defendida y promovida por él mismo, sino que también es el “falso” que conozco, pero que jamás representé, y de quien tuve la acertada y sabia decisión de apartarme inmediatamente me percaté de su perverso y enfermizo corazón. Por tanto, mientras que sí he conocido, al menos un “falso” que afirmaba, defendía y promovía eso de que “un no cristiano puede bautizar”, el detractor y falso maestro Fernando Mata, al mismo tiempo es mentira que yo sea representante de alguien que supuestamente cree semejante disparate. Aquí la evidencia:
Pero luego, dice, “No hay mejor exponente de aquellos que afirmamos que un cristiano es quien debe de bautizar que Fernando Mata”. Que conste, es él quien se identifica como “exponente” de Edgar Ramos, Iván Ruiz Reyna, y otros que han tragado su falso evangelio, y además, se une a ellos como quienes “afirman” que es “un cristiano quien debe de bautizar”. Sin embargo, y a pesar de que afirman esa idea, al mismo tiempo evitan debatirla públicamente. El hermano Guillermo Álvarez retó a Fernando Mata a debatir tal afirmación, y el cobarde echó mano de toda clase de subterfugios para evitar ese debate. Su servidor también le ha retado a debatir esa afirmación en público, y de igual manera se ha hecho el desentendido. Pero, lo más patético de todo esto, es que él presume lo que afirma, y al mismo tiempo no quiere debatir eso que afirma; mientras no tiene el empacho de retarme a debatir algo que yo no afirmo, es decir, que el Nuevo Testamento enseña que “un no cristiano puede bautizar”. Él no quiere debatir lo que afirma, pero sí quiere debatir lo que yo no afirmo. ¿Qué le parece? Este es otro de los trucos que usa para engañar a los bobos que le tienen como si fuera la novena maravilla del mundo.
Enseguida, el detractor y falso maestro Fernando Mata, hace una aclaración, diciendo, “No es soberbia ni por parte de Luévano ni por parte de Mata”. ¡Pero claro que de mi parte no es soberbia! Y no lo es, porque yo no soy, ni he pretendido ser jamás “el mejor exponente” de quien tenga por antojo Fernando Mata. ¿Puede citar él mis palabras donde yo me identifique de esa manera? Si no, entonces que no hable por mí, ni me vuelva a colocar en pedestales propios de su enfermo corazón. Por otro lado, que no diga que de su parte no es soberbia, ¡cuando todos sabemos que de esa pata cojea! Y no porque lo estemos inventando, sino porque tal soberbia no solamente salta a la vista, sino que ha sido confesada por él mismo.
Pero si se engaña a sí mismo, y nos dice que no, que no es soberbia la suya, no me importa, con tal que no hable por mí, ni me coloque donde yo jamás me he colocado. Que hable de su “realidad”, pues, como lo he demostrado en el presente blog, vemos “realidades” diferentes. Muy diferentes.
Dice el detractor y falso maestro Fernando Mata, “He invitado a Lorenzo Luévano a debate público en su casa, en Ciudad Juárez.” ¿En mí “casa”? ¿Y por qué en mi casa? Si un debate ha de realizarse, debe ser en un lugar público, donde todo el que quiera asistir, lo haga sin el menor de los problemas. Por otro lado, es cierto que me ha hecho una invitación a debate público, pero otra vez, lo ha hecho de manera deshonesta, y así evitar que se lleve a cabo dicho debate. ¿Cómo lo ha hecho? Indicando una proposición que yo no afirmo, en lugar de enviarme la proposición que él afirma. Otra vez, este proceder puede engañar a los pobres de mente, pero no a quienes conocemos su perverso corazón. Esa invitación es nada más un truco para decir que no queremos debatir con él en público. Pero, si de verdad quiere debatir, entonces, que acepte debatir las cinco proposiciones que hace tiempo publicamos. Tanto él como usted, las puede leer aquí.
El detractor dice, “Yo me comprometo a conseguir los fondos para comida y hospedaje para ir en el nombre de Dios y refutar el error.”, lo cual es un compromiso deshonesto. Se oye bonito decir que viene “en el nombre de Dios y refutar el error”; cuando no existe ningún error para refutar. Pero, ¿Por qué no dice que viene en el nombre de Dios para defender “la verdad” que dice afirmar? Él quiere ocuparse en un debate sencillo y fácil, atribuyéndome una proposición que yo no afirmo, es decir, “que el Nuevo Testamento enseña que un no cristiano puede y debe bautizar”. Pero otra vez, que consiga los fondos que quiera, pero allí están los cinco debates para ser celebrados en el lugar público donde él quiera. Otra vez, aquí están, ¿aceptará? Ya lo veremos.
Finalmente, pregunta, “¿Aceptará Lorenzo Luévano o es pura pretensión de que puede refutar a un servidor, y en el a la Palabra de Dios?” Yo no pretendo refutar a la Palabra de Dios, eso es una reverenda tontería, y es pura propaganda barata. ¿Yo pretendo refutar la Palabra de Dios y él no? ¿Quién se tragará ese cuento? Por otro lado, dice que yo “pretendo refutar”, ¿leyó con atención? Él dijo, “refutar”, como algo que yo “pretendo”. Pero, no es verdad que yo “pretendo”; sino que he refutado, y con gusto puedo volver a refutar públicamente su idea errada e incongruente de que “un cristiano es quien debe de bautizar”. ¿Aceptará que yo “pretenda” refutar esa idea? Para eso, debe aceptar el debate con dicha proposición. ¿Está listo para buscar fondos, y debatir su afirmativa? Ya lo veremos.
El detractor y falso maestro dice, “Esperamos su “sí”, y yo estoy listo para estar la próxima semana en Ciudad Juárez dispuesto a “jugar” como visitante”. Si viene a “jugar” o no, no es la cuestión, ni nos importa tampoco. Si quiere hacerse el valiente diciendo que viene a “jugar de visitante”, esto es evidencia de su soberbia. Pero, para que no haya luego excusas, buscamos un lugar neutral. En Monterrey sobran lugares públicos donde podemos debatir su afirmativa. Yo estoy listo para viajar en cuanto él me indique, para debatir su afirmativa, así como celebrar las otras proposiciones que aquí les he compartido. ¿Aceptará? Ya lo veremos.
El detractor y falso maestro dice, “Quedo al pendiente de la llamada de Lorenzo Luévano a mi WhatsApp, +524774098560, para que admita del debate público sobre quién enseña la Biblia que debe de bautizar, o admita públicamente su derrota.”. Bueno, todos quedamos al pendiente de su respuesta para debatir lo que él afirma: “un cristiano es quien debe de bautizar”, así como las otras proposiciones que aquí les he compartido. Si no acepta, entonces, la derrota aceptada es la suya. ¡Adelante! Y por cierto, dice al final: “El debate del siglo”. ¿Ve usted las niñerías de este pobre individuo? Y de esta manera dice ser “predicador”. Usted compare eso con lo que dice la Palabra de Dios, “presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad” (Tito 2:7). En fin, le encanta el circo.