El falso debate de Fernando David Cab.

En un foro de debates, Fernando David Cab, aceptó debatir la siguiente proposición: “El Nuevo Testamento enseña que solamente varones deben bautizar”. Sin embargo, y luego que refuté su primer y único argumento, el pobre se salió por la tangente, aludiendo a cierto tecnicismo de que no era correcto referir mis objeciones a los lectores. Aquí comparto la vergonzosa actuación de Fernando David Cab.

Fernando David Cab dice: Comienzo con esto.. Mateo 28:19 Indica que el mandamiento de (haced discípulos) fue dado única y exclusivamente a varones, el versículo 16 indica que tal mandamiento fue dado a los (once apóstoles), estos eran varones, a los cuales Jesús había encargado dicha misión. Los participios (bautizandolos y enseñandoles) es el modo en como se habrían de hacer discípulos, ambos participios dependen del verbo principal (haced discípulos) por tanto se deben llevar a cabo simultáneamente.“.

Refutación: Agradezco a Fernando David Cab (Fer Cab en adelante) que haya aceptado debatir y afirmar eso de que “El Nuevo Testamento enseña que solamente varones deben bautizar”. Y se lo agradezco, porque esto será una muy buena oportunidad para mostrar a los lectores, que dicha idea es incongruente, arbitraria, y que no puede ser respaldada con lo que el Nuevo Testamento enseña. No existe mandamiento directo en el Nuevo Testamento de que “solamente varones deben bautizar”. Tampoco existe implicación alguna por la que se pueda inferir “que solamente varones pueden bautizar”, y mucho menos existe ejemplo bíblico aprobado para afirmar correctamente que “solamente varones deben bautizar”.

FerCab dice: “Comienzo con esto. Mateo 28:19 Indica que el mandamiento de (haced discípulos) fue dado única y exclusivamente a varones, el versículo 16 indica que tal mandamiento fue dado a los (once apóstoles), estos eran varones, a los cuales Jesús había encargado dicha misión. Los participios (bautizándolos y enseñándoles) es el modo en como se habrían de hacer discípulos, ambos participios dependen del verbo principal (haced discípulos) por tanto, se deben llevar a cabo simultáneamente”.

Muy bien, es importante que tengamos en mente que este argumento es de FerCab, pues él lo redactó y lo publicó, indicando que eso es lo que “Indica” Mateo 28:19. Vamos a mostrar, de manera muy sencilla, que Mateo 28:19-20, no enseña esa idea de que “solamente varones deben bautizar”, como supone FerCab.

01. Cuando él dice que “el mandamiento de (haced discípulos) fue dado única y exclusivamente a varones”, se equivoca terriblemente. En primer lugar, usted debe tener en cuenta que la cuestión es si “El Nuevo Testamento enseña que SOLAMENTE VARONES DEBEN BAUTIZAR”, y no a quién habló Jesús en Mateo 28:19. ¡Esa no es la cuestión!

02. El texto dice que Jesús HABLÓ a once discípulos, como lo hace notar claramente el versículo 18: “les HABLÓ diciendo”; pero en ninguna parte dice que el mandamiento dado cuando les habló, haya sido “única y exclusivamente” para ellos. Eso no dice el pasaje bajo consideración.

03. Ahora, analicemos el texto para mostrar más evidencia de que FerCab está interpretando mal las palabras del Señor. Hagamos tres preguntas:

A. ¿Qué les mandó? FerCab dice que les mandó “haced discípulos”. Es muy importante que usted tenga en mente lo que FerCab dice que les mandó.

B. ¿A quiénes debían convertir en discípulos? El texto dice, “a todas las naciones”; por tanto, “HOMBRES Y MUJERES” de todas las naciones serían hechos discípulos.

C. ¿Cómo debían hacerlo? El texto dice, “bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.”

Ahora note usted lo que dice con respecto a lo que se ha de enseñar a HOMBRES Y MUJERES de todas las naciones. El texto dice: “enseñándoles QUE GUARDEN TODAS LAS COSAS QUE OS HE MANDADO”. ¿Y qué les ha mandado aquí en Mateo 28:19? FerCab dice que les ha mandado “haced discípulos”, lo cual implica que deben bautizar. Por tanto, si estos que han de ser hechos discípulos deben guardar lo que el Señor les ha mandado a estos once varones, luego, es un error decir que Mateo 28:19 enseña esa idea de que “solamente varones deben bautizar”.

04. Entonces, mientras que es verdad que Jesús está hablando a “once varones”, también es verdad que lo que han de hacer estos “once varones”, es algo que TAMBIÉN DEBEN HACER hombres y mujeres de todo el mundo que sean convertidas en “discípulos”.

05. Es un error suponer que Jesús está LIMITANDO el mandamiento de “hacer discípulos”, como si fuese algo que solamente ONCE VARONES deben hacer. Más bien, y aunque Jesús está entregando en primera instancia dicho mandamiento a ONCE VARONES, él también está indicando que tal MANDAMIENTO debe ser guardado por los nuevos “discípulos”, es decir, hombres y mujeres de todas las naciones.

06. Si Jesús estuviese LIMITANDO el mandamiento de hacer discípulos a VARONES, entonces también lo estaría limitando con respecto al número, es decir, “once”. Lo estaría limitando con respecto al ministerio, “apóstoles” (Mateo 10:2, menos Judas). Lo estaría LIMITANDO con respecto a la raza, es decir, “judíos”. Lo estaría limitando con respecto a los nombres y familias implicadas, es decir, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, y Simón el cananista. No basta con que alguien se llame Andrés para decir que puede bautizar, pues todavía le falta ser “apóstol”, “judío”, y “hermano de Pedro”. ¿Quién creerá tal disparate?

07. Si Jesús está LIMITANDO la misión de “hacer discípulos” a estos once varones, ¿con qué autoridad FerCab hace discípulos, bautizando y enseñando lo que Jesús mandó a los once?

Respuesta de Fernando David Cab: “no entiendo con quién está interactuando, conmigo o con la audiencia, peque sus palabras más bien indican que con la audiencia, y si eso es así, no tiene caso que yo contesté a su argumento. Yo sé por qué usted lo hace, no es difícil darse cuenta, pues, intenta el apoyo de la audiencia para respaldar sus dichos, así que si lo vuelve hacer, dejaré este debate, recuerde que conmigo está debatiendo no con la audiencia.”

Respuesta de Lorenzo Luévano: este es un “foro”, por lo que la audiencia es inevitable. Ahora, dado que nuestro debate no es “privado”, es decir, para que esta comunidad no lo lea, tengo toda la libertad de dirigirme a la audiencia, habiendo una audiencia que está al tanto del debate. En segundo lugar, en todos los debates que he celebrado, jamás ha sido mi intención la de convencer a mi contrincante. Lo que yo busco es que la verdad del caso sea conocida por la audiencia; por tanto, debo dirigirme a la audiencia. También me dirigiré a usted según lo considere necesario. Por lo pronto, acusarme de que busco “el apoyo de la audiencia para respaldar” lo que yo estoy argumentando, no solo es malicioso, sino también falso. El que yo me dirija a la audiencia no garantiza que me “apoyen”. Tampoco significa que me “apoyen” si logro convencerles con mis argumentos. Además, yo no estoy “afirmando” nada, todos mis argumentos son para mostrar que no es verdad lo que la proposición afirmada por usted declara, luego, no necesito “apoyo”. Tampoco necesito “apoyo”, pues nadie más estará comentando, o dándome consejos. Y, finalmente, no recuerdo haber establecido un arreglo con respecto a la dirección de nuestros argumentos. Si quiere abandonar el debate por querer someterme a algo que jamás acordamos, es libre para hacerlo. Si desea continuar, dirigiéndose a mí, a la audiencia, a sus abuelos, a quien usted quiera, espero su defensa. La verdad no dejará de serlo, se diga a quien se diga. Adelante.

FerCab: “Si no se dirige a mi, de por terminado el debate , lo que usted busca no es una correcta dialéctica, tampoco encontrá la verdad, más bien quiere descalificarme con la ayuda de sus seguidores, si no deja esa actitud anti crisitiana, de por terminado este debate, esperaba más de usted, pero ya veo que tiene las mismas malas que el detractor”

Lorenzo Luévano: Como dije, es su decisión terminar el debate o no, no es necesario venir con su lloriqueo. Sin embargo, estimados lectores, es importante señalar que las acusaciones que hace aquí Fer Cab, no solamente son falsas, sino también ridículas. Dice que por dirigir mis argumentos a la audiencia, “busco ayuda”, lo cual es un reverendo disparate. No necesito tal ayuda, ni tampoco es posible recibirla, pues la audiencia solamente lee, y nada más. Más bien, yo soy quien está ayudando a la audiencia para que, si han creído esa idea errada que aquí se ha afirmado, la dejen, considerando las objeciones que presento ante los errores de interpretación de quien la afirma. Dice que dirigirse a la audiencia es una “actitud anticristiana”, nuestro pobre hermano ya se inventó otro postulado que solamente existe en su imaginación. Lo que sí es una mala actitud, es lo que él está haciendo, quejándose por una nimiedad. ¿Qué actitud muestra con su lamentación? ¿Es esa una actitud “cristiana”? ¿Es esa una actitud valiente? ¿Es esa una actitud correcta? ¡Claro que no! Por otro lado, es patético ver lo que esperaba de mí nuestro amigo, mientras que no se preocupa por lo que todos esperábamos de él. De seguro, jamás esperábamos que el hombre iniciara un debate extraño, diferente y por algo sin importancia: “A quién se debe dirigir uno en un debate” (!) ¿Esperaba usted esto, estimado lector? Yo no. También es falso eso de que yo tengo “las mismas malas que el detractor”, pues en primer lugar, no se a qué “malas” se refiere, y en segundo lugar, si es que se refiere a “mañas”, aquí debemos señalar que Fer Cab es culpable de lo que me acusa. Yo no lo estoy difamando, ¿verdad? Yo no estoy mintiendo en su contra, ¿verdad? Luego, cuando me acusa de tener “malas” como las tiene “el detractor”, ¡él mismo se erige en detractor! Me acusa falsamente de malos motivos, me acusa falsamente de tener una actitud anticristiana, y así, me acusa de diversas cosas feas y falsas, ¿quién es el que ha adoptado esas “malas”? El pez por su boca muere. Así que, Fer Cab, deje de perder el tiempo con este lloriqueo. Yo seguiré ejerciendo mi libertad de dirigirme en el debate a quien yo quiera, sea a usted o sea a la audiencia. Si no quiere seguir en el debate, simplemente diga que no, y punto sin hacer tanto drama. Si quiere seguir, entonces mande su defensa. Adelante.

FerCab: “Pensé que tendría la madurez necesaria para tratar estos asuntos, pero ya veo, que no, por esa razón, nadie quiere debatir con usted, porque rápidamente acude a la violencia, me llama (llorón) (ridículo) (pobre hermano) yo podría hacer lo mismo, pero hay niveles,y usted no está al nivel mío, así que demos por terminado esto, hasta que deje desa actitud violencia, lo estaré esperando, usted bien sabe que no le tengo miedo y puedo defender los lo que creo, ya lo he echo, que usted no quiera aceptarlo es otra cosa”.

Lorenzo Luévano: El caso es que sus pensamientos son equivocados. No tiene nada que ver la “madurez” con el dirigirse a la audiencia en un debate, otra vez, ese es un pensamiento ridículo. Por otro lado, es una torpeza suponer que yo quiero “debatir con la audiencia”. Una cosa es que yo indique a la audiencia el error de sus argumentos, y otra cosa es que yo quiera debatir con la audiencia. El problema es que usted está haciendo una tormenta en un vaso de agua, y más cuando de manera irrisoria habla de “niveles”, mostrando un nivel sumamente pobre. Comparto con usted en que yo no tengo su “nivel”, jamás aceptaré un nivel tan bajo, tan extravagante, tan infantil, tan dramático. Y no, yo no sé nada sobre usted, si tiene miedo o no, es asunto suyo, a fin de cuentas, lo que vale aquí, es que sus argumentos, y usted con ellos, NO TIENEN EL PODER PARA sobreponerse a que su servidor indique a la audiencia, y llame su atención hacia el error de sus malas interpretaciones de la Biblia. Usted “no quiere aceptarlo”, pero esa es la realidad lamentable que es evidente a leguas. Lo sabe, pero “aceptarlo es otra cosa”. Amados hermanos, ¿enseña el Nuevo Testamento que solamente varones deben bautizar”? Aquí uno de sus promotores, Fer Cab, no pudo probarlo, saliéndose por la tangente de que yo no puedo llamar la atención a los lectores sobre los errores de interpretación que en su único argumento cometió Fer Cab. En fin.

FerCab: “A eso me refiero,. ¿De casualidad usted no fue maestro de Mata? Bueno para que preguntar, si mata aprendió de usted ¿No es así? Mientras usted me llama ridículo, llorón, pobre hermano, y no se cuántas cosas más, yo jamás me he dirigido a usted de esa manera, siempre le he hablado con respeto, pero aquí me doy cuenta, de una cosa, si actitud tan déspota y violenta, es semejante a la de mara, quería o no. Así que a lo que a mí respeta, con su pan se lo coma.”

Lorenzo Luévano: usted me acusa de faltarle al respeto, pero mientras lo hace se muerde la lengua, mintiendo contra su servidor, imputando malos motivos. Miente cuando dice que fui “maestro de Mata”, lo cual es falso. Que le haya dado algunos consejos y le haya referido cierto material de estudio, eso no me convierte en un “maestro”. Me imputa malos motivos diciendo que yo busco “ayuda” de la audiencia, y de que quiero “debatir con la audiencia”. Así que, no pretenda darse baños de pureza, porque en el proceso se hace evidente su hipocresía. Yo no le falté al respeto, solamente señalé sus acciones, sus actitudes mostradas aquí. Y no es que a usted alguien le enseñó a ser llorón, más bien, toda esta discusión fútil que usted inició, es nada más la expresión de su incapacidad y su debilidad en este debate. Mi estimado, si usted sí acepta consejos, mejor ya no diga nada. Dice que no quiere debatir el tema que aceptó debatir, pero sí está muy entretenido en esta discusión superflua. Y ahora, llamo la atención a los lectores, ¿no les parece extraño que, por un lado, no quiera debatir la afirmativa que él se comprometió a probar, saliéndose con el cuento de que yo quiero debatir con la audiencia, pero al mismo tiempo está muy activo en esta discusión vana? Esta ridícula ambigüedad solamente exhibe la postura débil y errada de nuestro pobre hermano. En fin

Cuando Fernando David Cab se enteró de esta publicación, lanzó la siguiente amenaza: “Que conste que si usted puede publicar en su página, yo también puedo. luego no se arrepienta como lo hizo Fernando Mata.”. Así, inició el siguiente intercambio.

Lorenzo Luévano: aquí el de la violencia es usted, fue usted el que me amenazó de que me iba a arrepentir como supuestamente lo hizo mata, así que, si hay violencia en mi vida, será porque estoy rodeado de detractores que me amenazan, o que pretenden hacerme daño con sus publicaciones. Pero, ¿tiene usted humildad? ¿Es usted espiritual? ¿Tiene buena actitud? Ya nos mostró todo eso con sus amenazas. ¿No le da vergüenza esto que hace? No quiso seguir el debate, pero si está muy ocupado lanzando amenazas y toda clase de basura en mi contra. ¿Así demuestra su humildad? ¿Cree usted que eso es ser espiritual? ¿Cree que así llegará a algún lado? Médico, cúrate a ti mismo.

FerCab: “Tan simple era decir, que iba a dejar las descalificaciones y las burlas, y se iba a centrar en el debate, entonces tendríamos el debate, tan simple como eso, ha pero no, como el señor nunca pierde un debate, entonces decir eso era reconocer que actuaba mal. Yo no niego lo que dije porque tú subiste algo sobre mi de algo que nunca fue un debate, tu sabes bien que eso hace Fernando Mata de usted y de Luis barros, juzgas lo que hace Fernando pero ¿Haces lo mismo? ¿Con que intención subió algo que nunca fue un debate? ¿Para mal representarme? ¿Para dejarme en ridículo? No, pero si mata aprendió del motor de los mejores. Lorenzo luevano. Pero todo lo sé dice de usted es verdad, todo, no mienten cuando dicen que usted es un viento, no mienten cuando dicen que usted mal representa a las personas, porque lo está haciendo ahora conmigo.”

Lorenzo Luévano: A ver mi estimado, no es nada “simple” lo que usted dice ahora, como si el debate se hubiese “detenido”, cuando en realidad, el debate fue ABANDONADO por usted. Si el debate no siguió, fue porque usted lo ABANDONÓ, fue usted el que dijo que no quería seguir.

Tampoco es nada “simple” decir que el debate lo abandonó usted, por causa de “descalificaciones y las burlas”. No, mi estimado. La razón por la que usted abandonó el debate, fue porque yo me estaba dirigiendo a la AUDIENCIA. Esa fue la ÚNICA causa que usted señaló para dejar el debate. No nos engaña queriendo cambiar sus motivos por los cuales abandonó el debate.

Por tanto, es carnal y perverso decir que yo oculté esos motivos por los cuales el debate no siguió. No, mi estimado, el debate fue ABANDONADO por usted, y fue abandonado por haber llamado la atención a la audiencia de sus errores de interpretación. Decir que fue por otros motivos, es una absoluta MENTIRA.

Por otro lado, también se equivoca al decir que yo subí sobre usted “algo que nunca fue un debate”; pues yo jamás subí “un debate”. El título de mi publicación aclara que se trata de un “falso debate”, no de un “debate”. Por tanto, yo no subí un debate, sino un “falso debate”. ¿Y por qué “falso debate”? Porque usted aceptó un debate, para luego dedicarse a otro por motivos SUPERFLUOS, y aquí mismo sigue en ese falso debate. Se cortó las venas por haberme yo dirigido a la audiencia en aquel debate, pero no tiene empacho en estar en esta discusión inútil, a pesar de que sigo dirigiéndome a la audiencia. Estimados lectores, ¡esto es el colmo de la indecencia!

Por un lado, de la boca habla de ser “espiritual”, de ser “humilde” de ser una blanca paloma, para luego calumniarme diciendo que hago aquello que juzgo en “Fernando Mata”, lo cual es un absurdo. Yo no censuro que Fernando Mata le refute, ni que exponga su incapacidad y torpeza en sus intervenciones. Lo que yo censuro y expongo de Fernando Mata, son sus detracciones y falso evangelio que USTED COMPARTE CON ÉL. Por tanto, usted es culpable de lo que me acusa, pues usted es detractor como Fernando Mata y, además, comparten el mismo evangelio falso de que “el Nuevo Testamento enseña que solamente varones deben bautizar”. ¿Qué les parece, estimados lectores? Nuestro pobre hermano me quiere comparar con Fernando Mata, cuando es él quien es como Fernando Mata y comparten el mismo evangelio pervertido. ¡Sus acusaciones están más torcidas que la pata de un perro!

Si Mata aprendió de los mejores, que es lo que usted dice, de seguro no fueron los mejores quienes le enseñaron a ser detractor y predicar un evangelio diferente, pues si esas cosas las hubiese aprendido de los mejores, entonces usted también sería alumno de los mejores, pero, ¿lo es? ¿Verdad que no? Por tanto, no fueron los mejores quienes enseñaron estos desatinos y tropiezos que usted, en su acalorada torpeza, comete en su propio perjuicio. ¡Deje de dar coces contra el aguijón! Téngase un poco de piedad mi estimado. Pero si no, con su pan se lo coma.

Usted y quien sea a quien usted haga referencia pueden decir de mí lo que se les antoje. Son libres para hacerlo, pero no inocentes. Así que, digan lo que digan, aquí usted ha quedado expuesto solito. Su hipocresía, su incapacidad, su incongruencia y su torpeza ha quedado bien documentada. Así que, si quiere enlistarse en la fila de mis detractores, adelante, la fila es larga, tome su número.

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