Cuando se carece de argumentos, se recurre a la difamación y a sembrar prejuicio o miedo entre la hermandad, para que los tales no nos reciban en sus hogares, y nos den parte en sus congregaciones. Sin embargo, el testimonio de hermanos es distinto. En cada iglesia donde he estado sirviendo a los santos, a ninguno he defraudado, ni mucho menos causado algún daño de cualquier naturaleza. Para muestra, un botón.
Testimonio de hermanos en Nicaragua. PDF