La máquina bautista de Jimmy Pineda.

Un lector de nuestro sitio web, nos envía una pregunta de Jimmy Pineda, quien es discípulo del nada respetable detractor y falso maestro Fernando Mata. Esta pregunta tiene que ver con una objeción que Jimmy presenta, mientras se revisa un video donde un tal Noé Trujillo dialoga con un rebautizado del detractor y quien lleva por nombre, Víctor Manuel Euán. Aunque esa pregunta es para Noé Trujillo, me la hicieron llegar junto con el video, el cual estaré revisando en una futura entrada. Por el momento, respondamos a la pregunta de Jimmy Pineda. La pregunta dice: “si un no cristiano puede bautizar, entonces si una persona puede atarse a una maquina automática que lo sostenga a una alberca y que sea la maquina quien lo bautice ¿ estaria dispuesto aceberar ser valido ? Y si no porque no.”

Sin atender a la mala redacción de la pregunta, es evidente que Jimmy Pineda, por ser discípulo del detractor y falso maestro Fernando Mata, también crea y predique el pervertido evangelio por el que se afirma que “solamente cristianos pueden bautizar”. Ya hemos refutado esta falsa doctrina en otras entradas del presente blog, las cuales también puede leer en varios de los libros gratis que publicamos en este sitio web. Estos libros están aquí gratuitamente y para el acceso público. No escondemos nada sobre esta doctrina, como hace el detractor, quien teme hacer públicas las supuestas refutaciones que ha hecho en uno de sus cursos privados para los que le dan dinero. Retamos al detractor a hacer público esas supuestas refutaciones, las cuales tendremos el gusto de contestar públicamente y sin costo alguno. ¿Se atreverá a hacerlo? Ya veremos si lo que él cree es la verdad, no teme ser examinada. Bueno, refutemos la objeción de Jimmy Pineda. 

En primer lugar, hacemos notar que la objeción de Jimmy Pineda intenta usar una reductio ad absurdum, pero falla por ignorar una distinción esencial: una máquina no es una persona con voluntad. Las máquinas no tienen intención, consciencia, ni libertad. No hay en ellas ni acción moral, ni testimonio, ni obediencia voluntaria. En cambio, un ser humano sí puede ser un agente moral libre, aunque sea inconverso. Sin embargo, y siendo guiado por el detractor y falso maestro Fernando Mata, obviamente no podemos esperar un sano razonamiento de parte de Jimmy Pineda. ¡Eso es pedir demasiado! Las torpes preguntas y objeciones de esta pandilla no pueden estar libres de absurdos y ridiculeces. Pero, para toda mente realmente educada, queda claro que no todo lo que puede hacerse técnicamente (una máquina sumergiendo un cuerpo) equivale a lo que puede hacerse intencional y validamente en términos morales o religiosos.

Cabe señalar que cuando un hombre hace algo con la ayuda de una máquina, siempre se dice que lo hace el hombre, no la máquina. O, ¿sabe Jimmy Pineda de una máquina que se dedica a bautizar creyentes? Si no, es evidente que tales máquinas son operadas por un agente humano. Si Jimmy Pineda entiende que una máquina no bautiza, ni quiere hacerlo, sino que lo hace por medio de la operación de un humano, entonces lo absurdo aquí es su argumento, y no la verdad de que el Nuevo Testmento no manda cierta clase de bautizador.

Pero, si todavía insisten en que el bautismo realizado con la ayuda de una máquina no es válido, ¿por qué validar y aceptar que el detractor y falso maestro produzca artículos diaros como si fuesen pan, con la ayuda de Chatgpt? Falta que niegue el caso, cuando la redacción y el formato lo delatan. Y no, el problema no es que se ayude de tal tecnología, el problema es que es una inteligencia que no es “cristiana”, ni mucho menos operada, o dieseñada por cristianos.

El problema mayor de la postura detrás de la pregunta de Jimmy Pineda, es la herejía de suponer que solamente “el cristiano puede bautizar”, y así, el que es bautizado, poder recibir el perdón de sus pecados. Pero, tanto Jimmy Pineda como el detractor y falso maestro Fernando Mata contienden porque no sea solamente un “inconverso” quien pueda bautizar, sino incluso lo que ellos juzgan como “hermanos infieles”. ¿No es este Víctor Manuel Euán, quien fuera rebautizado junto con un tal “Rómulo”, por no haber “cristianos fieles” en Quintana, Roo? (Foto) No es la primera vez que el detractor y falso maestro Fernando Mata se atribuye la autoridad para bautizar, afirmando que los cristianos que él juzga de infieles, no pueden bautizar (Ver video: El falso bautismo de Fernando Mata). El caso es que esto que predica el detractor y falso maestro Fernando Mata, así como su discípulo Jimmy Pineda, es una herejía. En los primeros siglos, la cuestión del “bautizador válido” fue discutida intensamente, sobre todo por los novacianos, donatistas y otros grupos rigoristas heréticos. Por su parte, la mayoría de los padres de la iglesia llegaron a sostener que: La validez del bautismo no depende de la santidad del ministro, sino de la intención del creyente y la invocación del nombre de Cristo.

  • Agustín de Hipona refutó a los donatistas (siglo IV) argumentando que el bautismo es válido si se hace en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, independientemente del estado espiritual del que lo administra.

  • Tertuliano, aunque tenía reservas sobre algunos casos, nunca afirmó que el bautismo hecho por un no cristiano fuese inherentemente inválido si el sujeto estaba dispuesto y el acto era conforme a la doctrina.

Durante los siglos III al V surgieron diversos movimientos rigoristas que afirmaron que el bautismo solo era válido si lo administraba un cristiano puro, fiel o moralmente intachable. Los más conocidos fueron los novacianos y los donatistas. Sus posturas fueron distintas en matices, pero idénticas en su esencia. Pretendían condicionar la eficacia del bautismo a la santidad del bautizador, y no a la autoridad de Cristo ni a la fe del creyente.

Los novacianos, seguidores de Novaciano en Roma, aparecieron después de la persecución de Decio, alrededor del año 250. Consideraban que la iglesia debía mantenerse absolutamente pura y que no podía readmitir a quienes habían negado la fe durante la persecución. Su celo por la pureza los llevó a rechazar cualquier bautismo administrado fuera de su comunión. Si alguien había sido bautizado por un hereje o un ministro que ellos consideraban contaminado, debía recibir un nuevo bautismo. Para ellos, el bautismo solo era legítimo dentro de la “iglesia de los puros”.

Un siglo después, los donatistas, en el norte de África, repitieron el mismo error con mayor fuerza. Tras la persecución de Diocleciano, acusaron a muchos obispos de haber entregado las Escrituras al enemigo, los llamados traditores, y negaron que tales hombres pudieran administrar sacramentos válidos. Enseñaban que si el ministro era impuro, el bautismo era inválido, porque “Un hombre manchado no puede bautizar a otro.” De ese modo, exigían que todo bautismo administrado por un obispo caído fuera repetido.

Esta doctrina provocó una intensa controversia. Agustín de Hipona se convirtió en su principal opositor. Refutó la idea afirmando que el poder del bautismo no depende del hombre, sino de Cristo. El ministro, decía Agustín, es un simple instrumento, puede ser indigno o incluso hipócrita, pero si el acto se realiza conforme a la enseñanza apostólica y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, el bautismo sigue siendo válido. El mérito o la culpa del ministro no alteran la eficacia del sacramento. La autoridad proviene del Evangelio, no de la condición del bautizador. Sería absurdo suponer que Agustín abogase por una “máquina” bautizando a un inconverso, por el hecho de identificar como “instrumento” al que bautiza.

Otros movimientos rigoristas, como los montanistas, compartieron una visión similar de pureza extrema. Aunque no hicieron del bautismo su principal bandera, también sostuvieron que la legitimidad de los oficios eclesiásticos dependía de la santidad personal del ministro. Estas ideas se extendieron con distintas formas, pero siempre con el mismo espíritu sectario, que consiste en reducir la gracia de Dios a la virtud del hombre.

Pero, por otro lado, ¿se niega Jimmy Pineda a bautizar a ciertos creyentes? (cf. Marcos 16:16) Sobre todo, porque no hay un ejemplo bíblico para justificar los siguientes casos:

Una persona que no puede mover su cuerpo, pero conserva sus facultades mentales intactas. Es un trastorno neurológico raro. El paciente está consciente, lúcido, con pensamiento claro, pero tiene parálisis completa de los músculos voluntarios, excepto a veces el movimiento de los ojos. Puede ocurrir por accidente cerebrovascular, trauma cerebral, daño al tronco encefálico o enfermedades neurodegenerativas. No puede moverse, ni respirar sin asistencia en muchos casos, pero está plenamente consciente. Existen otros casos tales como la esclerosis lateral amiotrófica, parálisis cerebral severa, tetraplejia traumática, miopatías o neuropatías avanzadas. De hecho, hay registros y testimoniosos de personas paralizadas por completo que han pedido ser bautizadas, y que han sido transportadas con asistencia humana y mecánica. (Ver un ejemplo) Personas en silla de ruedas han sido llevadas por varios hermanos al agua, aunque el ejemplo bíblico de un solo hermano en el agua con el inconverso (cf. Felipe y el etiope; Ananías y Pablo). Enfermos terminales han sido sumergidos con camillas adaptadas. Algunos han sido bautizados en bañeras hospitalarias, con ayuda del personal médico o dispositivos hidráulicos. Se han registrado casos donde una grúa médica (tipo Hoyer lift) bajó al candidato al agua, mientras un cristiano hacía la sumersión con la ayuda de la máquina. Así que, Jimmy Pineda o cualquier predicador podría enfrentar tal caso. No es ciencia ficción. Es un caso de fe, urgencia y adaptación práctica. En el Nuevo Testamento no hay una lista de capacidades físicas mínimas para poder ser bautizados. Lo importante es la intención del corazón y el cumplimiento del acto según las posibilidades. 

Pero, si Jimmy Pineda se obstina en su caso inventado, entonces que nos responda. ¿Se niega a bautizar a una persona creyente, pero que necesita de una máquina para ayudarle en el caso del bautismo? Si él dice que no hay ejemplo bíblico para una ayuda semejante, en que un bautizador cristianos bautice con la ayuda de otro cristiano, o con la ayuda de una máquina, entonces nos cite el ejemplo bíblico donde ocurrieron bautismos en bañeras, albercas inflables o baptisterios como los que hoy en día muchas iglesias tienen en sus lugares de reunión. Esos instrumentos de contención de agua, ¿invalidan el bautismo, como lo haría la ayuda de una máquina? Así que no se afirma que basta con un baptisterio para bautizar, tampoco se afirma que basta con una máquina para bautizar. Pero si el bautizador, independientemente si es cristiano o no, se ayuda con un contenedor de agua, o con una máquina para bautizar al enfermo es rechazado por el detractor o por Jimmy Pineda, entonces que vayan escribiendo una nueva Biblia para justificar sus propios bautismos.

Otra cosa interesante, es que el detractor y falso maestro siempre se quejó de que echaramos mano de ejemplos o hipótesis para ilustrar cierto argumento nuestro; pero ahora, como es uno de sus queridos y amados discípulos, ¡ahora el ejemplo inventado sí es válido! El detractor hasta lo felicita por inventar un caso extraordinario que toda pesona pensante facilmente derrumbará. Pero, la hipocresía ha quedado evidente. Si los discípulos del detractor, y el detractor mismo inventan casos o ejempos (como el ejemplo del “borrachito”, para que se oiga con más amor), ellos sí pueden hacerlo, mientras critican a quienes ilustramos algún argumento nuestro con hipótesis o posibilidades, o incluso, con la historia misma. ¿Qué más ejemplo de hipocresía quiere usted?

Lo más patético del asunto, es que Jimmy Pineda canta himnos compuestos por personas que no fueron cristianos, algunos incluso eran unitarios, calvinistas, anglicanos mundanos o escritores nominales. Sin embargo, no considera inválido el canto congregacional por ese hecho. Entonces, si los himnos que canta Jimmy Pineda y el detractor y falso maestro Fernando Mata son válidos aunque fueron escritos por inconversos, luego de insistir en que el bautismo administrado físicamente por un inconverso no es válido. Ambos son instrumentos físicos. El que escribe un himno y el que sumerge en el agua no son los agentes morales del acto espiritual. El adorador lo es. El que se bautiza lo es.

Jimmy canta con los versos de Charlotte, que escribió “Tal como soy” cuando ni siquiera era miembro de una iglesia. Y eso no le causa conflicto espiritual. Pero si un enfermero o un soldado inconverso sumerge a un penitente arrepentido en las aguas del bautismo, ¡entonces hay herejía! Así que, según su doctrina, la letra de un himno puede salir del corazón y los labios impíos y ser recibida como alabanza, pero la muerte al pecado de un creyente en el agua queda inválida si la mano que lo hunde no fue supuestamente bautizado por otro cristiano. Lo que Jimmy Pineda y el detractor y falso maestro necesitan, es que su lógica sea bautizada en las aguas del sentido común.

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