Existe un problema histórico que afecta grandemente la “soteriología” de mis críticos. Ellos se espantan al saber que un servidor fue bautizado en una iglesia de Cristo que usa instrumentos musicales, entre otros errores que tienen bien presentes en sus mentes. Afirman que, al no haber sido bautizado en una “iglesia de Cristo conservadora, o liberal, o de la sola copa”, entonces mi bautismo no fue válido, y por ende, dicen, no soy parte del cuerpo de Cristo. Esta visión institucional de la iglesia, les pone en varios aprietos doctrinales, como lo he demostrado ampliamente en los capítulos anteriores.
Leer en PDF