11. Extraños testimonios y cartas que nada prueban.

“Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir esto”

Hechos 20:17

Cuando seguimos leyendo el perverso documento de Fernando Mata, nos encontramos con una variedad de extraños testimonios y cartas que nada prueban, pero que, fueron incluidas con el afán de seguir sembrando intrigas e ideas extrañas para pretender fundamentar sus acusaciones en contra de Luis Barros. Es muy extraño que, habiendo incluido nombres, teléfonos y hasta direcciones de supuestos testigos, se haya evitado la misma precisión con respecto a las supuestas víctimas. No lo hizo así en el caso de quienes, supuestamente, fueron acosadas en Monterrey, ni en Guatemala, ni en León, Guanajuato. Cuando su servidor consideró los testimonios y las cartas que el detractor de Fernando Mata incluyó en su nefasto libro, no pude hacer otra cosa sino reír. Solamente una persona con muy mala fe, o con un criterio muy pobre, podrá aceptar tales cartas y testimonios como evidencia para fundamentar los dichos de Fernando Mata. Consideremos uno por uno.

EL TESTIMONIO DE EMANUEL BARRÓN JARAMILLO.

Emanuel Barrón Jaramillo, es predicador en la iglesia de Cristo Ampliación las Flores, en Monclova, Coahuila, la cual, es una iglesia liberal. Fernando Mata dice tener “amplia comunión” con él, como lo indica el video que él mismo publicó:

“Efectivamente, yo he platicado con el hermano Emanuel Barrón. Yo he… pues como la Escritura nos manda, ¿no? A examinar los espíritus, yo he examinado lo que nuestro hermano Emanuel Barrón cree, lo que nuestro hermano Emanuel Barrón practica, y bueno, por eso yo tengo una comunión abierta con nuestro hermano”

¿Alguna vez han leído una declaración por parte de la iglesia donde predica Emanuel Barrón, donde se arrepientan de las prácticas liberales que son evidentemente públicas? ¿Participa Emanuel Barrón de tales prácticas? Por ejemplo, dicha congregación organiza y celebra convivios en su lugar de reunión, donde incluso también preparan los alimentos para dichos eventos sociales. He aquí un par de ejemplos:

Hasta el día de hoy, no tenemos una declaración pública por parte de la iglesia de Cristo en Ampliación las Flores, en la que, con toda libertad repudien el liberalismo. ¿Ha leído usted, estimado lector, que dicha congregación donde predica Emanuel Barrón, haya hecho una declaración oficial donde repudien el evangelio social que evidentemente practican, en comunión con otras congregaciones en otras localidades? Una cosa es lo que diga Fernando Mata y su discípulo Emanuel Barrón, pero otra cosa es lo que la iglesia allí diga. Nadie tiene derecho, ni la facultad, a menos que así sea concedida, de hablar por y a nombre de ninguna iglesia. ¿Qué dicen las otras congregaciones de Cristo que hay en el área? ¿Tienen comunión con Emanuel Barrón? No hace mucho Fernando Mata estuvo con la iglesia en Las Fuentes. ¿Recibe esa congregación a Emanuel Barrón? ¿Reciben la congregación en Ampliación las Flores, a los hermanos de la congregación en Las Fuentes?

Pero, independientemente de lo anterior, ¿por qué Emanuel Barrón se prestó para dar ese “testimonio” en el canal del detractor Fernando Mata? Bueno, vamos a considerar las razones que presenta el mismo Emanuel Barrón, para hacer notar las falacias involucradas en su testimonio.

Falacia Ad Verecundiam.

Cuando Emanuel Barrón dice que cree absolutamente en las acusaciones de Fernando Mata y sus secuaces en contra de Luis Barros, echa mano de la falacia conocida como “ad verecundiam”, por medio de la cual se apela a la autoridad, sea profesional o moral de una o varias personas, y suponer que lo que los tales digan es verdad. He aquí lo que dice Emanuel Barrón:

“Yo creo fielmente, ¿verdad? Lo que el hermano y los testigos, porque son cristianos también, fieles, de buen testimonio”

Él dice estar bien convencido en lo que dice Fernando Mata y sus “testigos”, porque “son cristianos”, “fieles” y “de buen testimonio”; sin embargo, y como lo hemos estado demostrando, tanto lo que Fernando Mata dice, así como todos y cada uno de sus “testigos”, son puras mentiras o chismes que nada prueban. Mis hermanos, una mentira, siempre será una mentira aunque la diga el Papa. Ellos pueden presumir de ser “cristianos”, e incluso ser “fieles” y “de buen testimonio”, pero en cuanto al asunto que nos ocupa, ninguno de ellos se ha comportado como cristiano, ni fieles en este asunto, ni mucho menos con buen testimonio. No se niega que sean fieles o de buen testimonio en muchas cosas, pero en este asunto, todos se han mostrado mentirosos. Debemos tener mucho cuidado con ese criterio falso de que, como es un cristiano fiel y de buen testimonio, ya lo que diga es verdad. Pablo dijo, por ejemplo, “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:8) ¿Leyó con atención? Puede ser un apóstol, o un ángel del cielo el que diga una mentira, y seguir siendo mentira. La mentira no deja de ser mentira aunque la diga un apóstol de Cristo o un ángel del cielo. Y hasta donde hemos llegado, hemos mostrado que las acusaciones de Fernando Mata y su pandilla de testigos, son absolutamente falsas, por muy fieles o de buen testimonio que sean. El criterio de Emanuel Barrón es un criterio falso.

Falacia de evidencia anecdótica.

Este error de razonamiento, consiste en llegar a una conclusión por medio de hechos aislados o anecdóticos. Vea cómo lo plantea Emanuel Barrón:

“He… y, no dudo y nuestro hermano tiene toda la información como ustedes ya la han escuchado, toda la información de los testigos, de los agraviados, de las víctimas, y pos obviamente esto es de gran peso, ¿verdad? Para estas acusaciones. No son acusaciones a la ligera”

Si Fernando Mata hizo una serie de señalamientos públicamente, entonces está obligado a mostrar “toda la información” que dice tener, públicamente. Ahora resulta que, no podemos conocer bien el asunto, a menos que nos comuniquemos con él en privado. Si los “testigos” estuvieron dispuestos a llevar sus señalamientos y testimonios más allá de la iglesia local, entonces no deberían tener ningún problema en que sus nombres sean expuestos públicamente, así como su “testimonio” ha sido expuesto púbicamente. Pero, tuvieron que pasar varios años para que pudiésemos saber sobre quiénes son y qué es lo que dicen, para luego comenzar a hacer nuestra propia indagación. Recuerde, no basta con que lo digan, falta comprobar si están diciendo la verdad o no. Hasta ahora, hemos demostrado que mienten. No se niega que Fernando Mata esté presentando supuestos “testigos”, “agraviados” y “víctimas”, pero eso no prueba sus señalamientos. Presentar falsos testigos, falsos agraviados y falsas víctimas es hacerse cómplice en algo falso. Tal vez para personas con un criterio muy pobre, como el de Emanuel Barrón, sea suficiente con decir, “tengo testigos, agraviados y víctimas” para concluir que se está señalando o realizando una acusación verdadera, pero no es así. Lo que determina una verdadera acusación, es que sea cierto aquello de que se acusa. Es irrelevante, y de hecho, anecdótico, presentar un grupo de personas que se dicen “testigos”, o “víctimas”, o “agraviados”. Por ejemplo, ¿dónde están las verdaderas víctimas de un acoso sexual en McDonald’s? No existen. Solamente tenemos el “testimonio” de Fernando Mata y su esposa, basado en cómo supuestamente miró Luis, y lo que dijo, que por cierto, nada en lo que dijo fue de tipo sexual.  Otro ejemplo, ¿dónde están las “agraviadas” en Monterrey, que según la “suegra” de Fernando Mata, Luis acosó sexualmente? Las supuestas “agraviadas” han dado su verdadero testimonio, y han dicho que tales acusaciones en contra de Luis Barros son falsas. Y en tercer lugar, ¿son “testigos” los “suegros” de Fernando Mata de un supuesto acoso sexual de Luis Barros en Monterrey? ¿Ellos vieron a Luis Barros haciendo tocamientos de tipo sexual a dos hermanas en Monterrey? ¿Ellos escucharon que Luis Barros les hizo propuestas indecorosas a esas dos hermanas? ¿Ellos vieron tales cosas? Si no, entonces, ¿son testigos? ¡Claro que no! Pero, con esos hechos aislados y anecdóticos, ya Emanuel Barrón concluye que todo el asunto es de “gran peso” en contra de Luis Barros. A ver si así como estuvo pronto a propagar los datos de Fernando Mata y él diera información de este asunto, a ver si tiene congruencia y distribuye este sitio web para que, quienes tengan interés en el caso que nos ocupa, puedan ver la otra cara de la moneda. Así que, a diferencia de lo que dice Emanuel Barrón, los señalamientos de Fernando Mata sí son sumamente ligeros, y de hecho, sin peso alguno.

¿Deben comunicarse?

Al parecer, otra razón por la que Emanuel Barrón está convencido de que Fernando Mata y sus testigos dicen la verdad, es que, ni Luis Barros, ni Guillermo Álvarez se han comunicado con él directamente. He aquí lo que dice Barrón:

“¿Por qué si el hermano está abierto, si él tiene sus datos, si él expone que está en toda la disposición de brindarle tanto a Guillermo y, e invita a Luis Barros también a confrontarlo para que todo esto, pues, ya… pues Luis Barros se arrepienta; por qué ellos no van hacia el hermano? Entonces, el hermano está en la disposición de dar la información que Guillermo Álvarez está demandando. Entonces a mí me llamó mucho eso la atención, y entonces lo que yo hice, amados hermanos fue, comentar, en el enlace de Luis Barros, de este video de Guillermo, yo comenté lo siguiente: yo tomé captura, yo tomé captura del teléfono y del correo electrónico de nuestro hermano Fernando Mata, allí en su canal de YouTube y, yo comento esta foto o esta captura, en la publicación de Luis Barros, y comento lo siguiente, después de haber publicado la foto, comento lo siguiente y…. si algún hermano vio esa, ese comentario, bueno, pues, va a corroborar esto, porque, ya, he, también les adelanto que esa publicación ya no existe. Entonces yo comento la foto del hermano, con sus datos, y comento lo siguiente, aquí están el teléfono del hermano Fernando Mata, aquí está su correo electrónico para que Guillermo Álvarez se comunique con el hermano y le brinde las pruebas, la información que él está demandando en ese video. ¿Qué pruebas? Las pruebas del acoso sexual de Luis Barros”

Mis estimados, no existe ningún problema, ni tampoco alguna dificultad para que alguien se comunique con Fernando Mata. Guillermo Álvarez no estaba demandando pruebas y demás información del caso, por no tener la manera de comunicarse con Fernando Mata. La demanda de Guillermo Álvarez, responde a que, si Fernando Mata ha hecho tal clase de señalamientos públicamente, entonces está obligado a mostrar las pruebas en el mismo lugar donde ha hecho sus señalamientos. Ese es todo el asunto. Por ejemplo, cuando Pablo expuso en una carta pública, que entre los hermanos en Corinto había contiendas y serios conflictos, no dijo que, si alguien quería saber sobre los testigos del caso, hablaran con él en privado. Por el contario, dijo, “Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas” (1 Corintios 1:11). ¿Lo ve? Pablo había sido informado sobre los conflictos en Corinto, pero no se reservó el nombre de los informantes, para revelarlos solamente en privado. No, si la denuncia ha sido hecha en público, es en público donde deben entregarse las pruebas y el nombre de los testigos. Cuando Emanuel Barrón publica los datos de Fernando Mata en el muro de Luis Barros, no está ayudando en nada en el asunto; por el contrario, se hace cómplice de la incongruencia e injusticia de Fernando Mata, de no presentar las pruebas y el nombre de los testigos en el mismo lugar donde hizo las denuncias, es decir, públicamente. Ahora lo ha hecho con el documento que estamos respondiendo. Pero, no lo había hecho cuando Emanuel Barrón tuvo “el buen corazón” de ayudar a Guillermo para que pudiera comunicarse con Fernando Mata.

Pero, ¿es verdad que Fernando Mata tiene buena actitud, al comprometerse a entregar pruebas a quien las solicite? La verdad del caso, es que en esto también existe una falsedad en el asunto. Hace tiempo, un hermano se comunicó conmigo, para entregarme un mensaje de Fernando Mata, donde, supuestamente, pedía que lo desbloqueara de mi Facebook, y así entregarme las pruebas sobre todo este asunto. Bueno, le concedí el beneficio de la duda, y ¿sabe qué hizo Fernando Mata cuando le quité el bloqueo? ¡No me entregó ni una sola prueba! Se dedicó a ofenderme, a atacarme carnalmente, sin entregarme ni una sola prueba, ni de las acusaciones en contra de Luis Barros, ni de las groserías que en mi contra redactó. Él se comprometió a entregar pruebas, y según Barrón, Mata tiene toda la disposición de hacerlo. Pero, en lugar de hacerlo, hizo quedar mal tanto a Emanuel Barrón como al hermano que me entregó el mensaje de Fernando Mata. ¿Qué fue lo que me entregó? Lo que me entregó fue una serie de improperios como los que tiene acostumbrado a lanzar a su antojo.

Primero, advertí a la hermandad para que, si alguien les dice cosas feas y malas en contra de Luis Barros y su servidor, soliciten pruebas, para saber si es verdad o si es pura propaganda maliciosa para hacernos daño. Cuando hice tal advertencia, se hizo evidente que en mi muro de Facebook hay “espías” y “chismosos” que fueron corriendo a decirle a Fernando Mata sobre mi advertencia. Cabe notar que, en ningún momento mencioné el nombre de Fernando Mata, ni de nadie; pues Fernando Mata no es el único que ha hecho grandes esfuerzos por dañar nuestra integridad física y moral ante la hermandad. Son muchos. Pero, cuando puse tal advertencia, llegó el hermano Maniel López Meza a entregarme un mensaje de parte de Fernando Mata. He aquí mi advertencia y el mensaje:

Como podrán ver, el hermano Maniel López Meza le hizo el favor a Fernando Mata de entregar el mensaje. Y el mensaje es sencillo y concreto: “Desbloquear”, y así, “le da pruebas”. No hay manera de malinterpretar el mensaje, ¿verdad? Ni mi advertencia, ni el mensaje de Fernando Mata dicen algo sobre “debatir”, “discutir”, “pelear”, “hacer acusaciones”, “hacer citas” o “invitaciones”, sino una acción precisa de cada uno. La mía, “desbloquear”, la de Fernando Mata, “dar pruebas”. Para cualquier persona que sabe contar hasta tres, el mensaje es sencillo. Sin embargo, ¿se puede confiar en Fernando Mata? Ya en el pasado en tres ocasiones Fernando Mata me pidió perdón por sus imprudencias y contumacia. Incluso, la última vez que me pidió perdón, se comprometió conmigo en “volver a ganar mi confianza”. Lo cual acepté, pero ¿lo hizo? Aquí vemos de qué manera, ¿verdad? Pues confié en la palabra de Fernando Mata de que si lo desbloqueaba me entregaría las pruebas de sus dichos, pero en ese proceso fui un iluso. Le concedí el beneficio de la duda y cometí un gran error, porque no solo evitó entregar alguna prueba, sino que, como quien padece un desequilibrio hormonal, despotricó en mi contra, con toda clase de acusaciones y palabras intimidantes, dejando así toda clase de basura para evitar cumplir con lo que se había comprometido: “Fernando Mata dice que lo desbloquee y le da pruebas”. Leamos entonces sus palabrerías, y veamos si me entregó alguna prueba:

Hasta aquí, ¿vio usted alguna prueba de sus dichos? ¡Nada! ¿Nos compartió un documento, en donde podamos corroborar lo que dice? ¡Nada! Él pudo compartir toda clase de cosas con Emanuel Barrón, y así, lo convenció, pero no pudo compartir con su servidor y los lectores algo que nos convenciera a nosotros. ¿Qué hizo? Acusarme de ser “solapador” e invitarme a dialogar con él con una llamada, ¿para eso pidió ser desbloqueado? ¿Verdad que no? Mis hermanos, yo no tengo ninguna obligación de hablar con él por teléfono, ni por ningún otro medio de comunicación. Si desde un principio de todo este problema, él hubiese hablado conmigo en persona, entonces las cosas serían diferentes, pero no lo hizo. Él quiso llevar este asunto a las redes sociales, y es allí, donde él quiso llevar este asunto, por tanto, es donde debe entregar todas las pruebas y todas las evidencias que prueben sus dichos como los de sus testigos. Si él dice que, la verdad no teme ser examinada, entonces no debería tener ningún problema en presentar las pruebas y evidencias de sus dichos y de sus testigos en el mismo lugar donde hizo sus acusaciones. ¿Quiere que analicemos la verdad en privado? ¿Por llamadas telefónicas? ¿En una reunión de unos cuantos, y no ante una iglesia local para someternos a un juicio oficial y ordenado? Cuando pensé que lo enfrentaría en persona, en la cita que le hizo la iglesia de Cristo donde predica actualmente Luis Barros, no quiso presentarse él, ni sus testigos. También pregunta la razón de haberlo bloqueado, y bueno, aquí mismo ustedes pueden ver la razón. No tengo que presentar más pruebas de mi bloqueo a su persona, porque aquí, como en otros lugares, se ha exhibido de cuerpo entero. Desde que le conocí, siempre ha sido la misma persona tóxica, delirante, contenciosa, mal pensada y contumaz que hasta este día ha sido, y que todo mundo conoce. Es más, y por intercesión de Luis Adriano Barros, yo desde que le conocí me quise apartar de él, al haber percibido sus anhelos de ser el gran apologista, debatista y maestro. Advertí a Luis Barros que los motivos de este individuo para prepararse no eran sanos. Pero Luis Barros, me convenció de seguir apoyándolo, apelando a que era nuevo e inmaduro. Accedí, y bueno, para muchos nos ha quedado claro que su servidor hizo un diagnóstico del todo acertado. Él sabe que fue bloqueado precisamente por su mala actitud. Ahora que no se haga el que no sabe por qué está bloqueado. Se hace tonto a sí mismo cuando pregunta tal cosa. También dice que soy un “estafador”, ¿y las pruebas de eso? ¡Ninguna! Es fácil gritar como chachalaca, pero otra cosa es que pueda probar cada uno de sus graznidos, ¿verdad? Sigamos: 

Para nadie es un misterio que “la verdad no teme ser examinada” (frase modificada de la clásica que dice, “la verdad no teme la investigación”, o de aquella que Luis Barros decía mucho tiempo antes de conocer a Mata, “la verdad no teme al escrutinio”), pero lo que sí nos queda claro, es que, ellos, que dicen tener la verdad, tienen miedo de ser examinados. Por eso, cuando se le citó a una reunión formal con la iglesia, enmudeció y no hizo acto de presencia. Todos estaban esperando esa reunión. Muchos estaban atentos a la misma, pero no pocos se decepcionaron de que, por consejo de su suegra, Fernando Mata no hizo acto de presencia. ¿Qué pasó con la verdad? ¿Se diluyó? ¿Perdió eficacia por haberse solicitado su escrutinio, por parte de esta congregación, precisamente en ese tiempo? Era la oportunidad de oro para que la verdad que dice tener, fuese puesta a prueba, y entonces saber si lo que dice es verdad o no. Yo sostengo que no, y aquí en el presente sitio estoy mostrando con lujo de detalles y de manera irrefutable, que la verdad que dice tener en todo este asunto es puro cuento. Dice que soy “cobarde, mentiroso y miedoso”, y mientras dice tales improperios, me había dicho que yo trato de manera “carnal y vulgar” a otros, ¿qué hace él aquí? ¡Más pronto cae un hablador que un cojo! Dice que yo soy “cobarde” y “miedoso”, cuando él no tuvo el valor para presentarse a tratar este asunto de manera formal con la iglesia en San Nicolás. Él sabía que yo estaría allí, y sabía que esa reunión no era como esas reuniones informales propias de viejas chismosas que él quiere que se lleven a cabo, sino una reunión formal para tratar esta cuestión con todo y sus testigos. Dice que yo soy “mentiroso” pero, ¿no he mostrado aquí las varias mentiras de Fernando Mata? Que conste, yo no he dicho que es “mentiroso”, sino que he probado que lo es. ¿Quién es el mentiroso, entonces? Él solamente dice que yo soy, pero yo he probado que lo es. Sigamos: 

¿Lo ve? Pura propaganda, improperios, vulgaridades y acusaciones sin prueba alguna. Ese es el proceder perverso de Fernando Mata. Gritería, algarabía, aspavientos, balandronadas, pero nada de sustancia, nada de verdad en sus palabras. Recuerde, no por mucho GRITAR se tiene la razón. Esperemos que algún día ponga rienda a su lengua suelta, sea ecuánime, y se comporte con seriedad y sosiego, pues si se tiene la verdad, no hace falta recurrir a este tipo de espectáculos. La verdad no necesita ser adornada, no necesita este tipo de propaganda barata. 

Como he mostrado aquí, esta es la actitud carnal de Fernando Mata. Jamás había visto un discurso tan rabioso ni en la boca de un demonio por más furioso que estuviera (cfr. Mateo 1:23-24; Marcos 5:1-13; Lucas 4:33, 34). Pero, el punto aquí es que, independientemente de sus groserías, lo cual para nada me sorprende, él se comprometió a entregar pruebas y no entregó ni una sola. ¿Quién es “ESTAFADOR” entonces? Con cada una de las acusaciones que hizo Fernando Mata en mi contra, se mordió la lengua solito. Él mismo se puso la soga al cuello, siendo culpable de cada una de las cosas que me imputa, pues, como lo he probado, es “mentiroso”, “cobarde”, “miedoso”, “estafador”, “solapador”, “difamador”, “detractor”, “bravucón”, y pudiera ser que hasta “libidinoso”, pues ¿no le ve cómo se emociona cuando describe con exactitud actoral los pecados de acoso sexual, libidinosidad, lujuria y lascivia? Ahora, ¿por qué no presentó ninguna prueba? Porque todo es pura pantomima. Fernando Mata es un fanfarrón que se ha hecho famoso por sus aspavientos y delirante proceder en contra de sus enemigos y en contra de la misma palabra de Dios (cfr. Mateo 5:44). Por eso, ahora que ha publicado un documento con las supuestas evidencias y nos ha dado algunos nombres de los “testigos” que ha usado en su campaña de desprestigio en contra nuestra, hemos mostrado la falsedad en todo el asunto. ¿Creyó usted en Fernando Mata y sus falsos testigos? Si fue así, que esto le sirva de lección, y la próxima vez que se encuentre en un caso semejante, entonces se conduzca con más cautela, siempre juzgando las cosas objetivamente y con justicia, y no según las apariencias (Juan 7:24).

Entonces, ¿qué prueba el “testimonio de Emanuel Barrón”? Nada, solamente que Luis Barros quitó la propaganda que quiso publicar en el muro de Luis, para que Guillermo Álvarez se comunicara con Fernando Mata, eso es todo. Nada de eso prueba que las acusaciones de Fernando Mata en contra de Luis Barros y de los que comulgamos con él, sean realmente ciertas. Fernando Mata incluye sus datos en los videos que publica, en su propaganda, por lo que no hay necesidad de que nosotros la publiquemos en nuestros muros. Guillermo conoce tales datos. Pero, lo que Emanuel Barrón no entiende, es que, si Fernando Mata eligió el foro público para hacer sus señalamientos, bueno, es allí donde esperamos todos los datos necesarios para averiguar si lo que dice es verdad o no, punto. Ahora que ha publicado un documento con más detalles del caso, es que estamos comprobando que, su testimonio y sus testigos, unos mienten y otros sencillamente son chismosos. 

EL ESCUETO Y MAL INTENCIONADO TESTIMONIO DE ANSELMO VALLE.

Cuando Luis Barros y su servidor estuvimos por primera vez en Guatemala, no estuvimos en las mismas congregaciones. Yo estuve particularmente con la iglesia en el Pedregal, con la iglesia en La Cantona y con la iglesia en la Brigada. Los hermanos fueron en gran manera amables, y tengo hermosos recuerdos de ellos. En el Pedregal tuve la oportunidad de estar hospedado en varias de las casas de los hermanos miembros en esa congregación. Lo mismo puedo decir cuando estuve con los hermanos en La Cantona y las otras iglesias.

En esos días, predicadores del país, llegaron al acuerdo de tener una reunión en una congregación en Chicacao, para someterme a su escrutinio. En dicha reunión estuvieron, según me cuentan, más de 30 predicadores, a quienes estuve respondiendo toda clase de preguntas y acusaciones falsas. Casi al final de la reunión, un hermano de edad, se puso de pie, y amonestó a mis opositores, a que cambiaran su actitud. Yo estuve siempre usando la Palabra de Dios en mis respuestas relativas a cuestiones bíblicas, y ellos solamente estuvieron usando de rumores, chismes, suposiciones, ideas subjetivas y toda clase de escrúpulos. Esto no solo lo reconoció dicho hermano, sino otros más. Al final de la reunión, nos fuimos a comer a casa del hermano Ventura, donde estuvimos varios hermanos allí conviviendo y dialogando sobre el asunto. La iglesia local donde se llevó a cabo dicha junta, quería primero que yo fuese sometido a ese juicio, para luego decidir si me recibirían o no. Al final de dicho juicio, y habiendo ellos concluido que sí me iban a recibir, por lo que incluso me pidieron que me quedara ese día y los siguientes, no acepté quedarme. Que conste, no fue que ellos no me quisieran recibir después de dicha reunión. Fue mi decisión no quedarme. Aquí un par de imágenes de dicho evento, donde se ven algunos de los que allí estuvieron reunidos.

Antes de esta reunión, el hermano Luis Barros y su servidor, nos vimos en otra congregación del país, pero hasta el último día, nadie presentó alguna acusación de tipo sexual en contra de Luis Barros. Reitero, nadie lo hizo. No hubo ni una hermana, ni tampoco algún varón, presentando alguna acusación, o amonestación, o señalamiento alguno en contra de Luis Barros o de su servidor. Esto es muy interesante, pues, aunque estuve en situaciones sumamente hostiles, todo el asunto estuvo siempre centrado en cuestiones meramente doctrinales. De hecho, Anselmo Valle estuvo en esa reunión donde fui cuestionado, pero jamás habló del asunto, ni pública, ni en privado conmigo.  

Sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando Fernando Mata hizo la denuncia en uno de sus videos públicos, diciendo que había un hermano en Guatemala, que estaba acusando a Luis Barros de acoso sexual. El problema es que Fernando Mata no dijo de quién se trataba. Incluso el hermano Gerver Giovani Reyes, de Guatemala, habló por teléfono con Fernando Mata para solicitarle el nombre de quien estaba haciendo tales acusaciones. Sin embargo, Fernando Mata no quiso dar el nombre. Él estuvo dispuesto a hacer público lo que oía, pero no tuvo problema en guardar en secreto el nombre de quien le estaba pasando tal información negativa. Con el paso del tiempo, y dado que Anselmo Valle no quiso que su nombre estuviese involucrado en una acusación de “acoso sexual” en contra de Luis Barros, no tuvo otra opción que tener qué decir algo, aunque eso sea un reverendo disparate. Anselmo Valle se limitó a decir que no estaba acusando a Luis Barros de acoso sexual en contra de alguna o algunas hermanas, más bien, comenzó a juzgar las “intenciones” del hermano Luis Barros, cuando comentaba en el muro de Facebook de algunas hermanas. ¡Esto es increíble! Pero, Fernando Mata lo presenta como si fuese una evidencia contundente y suficiente para concluir que Luis Barros es “libidinoso” y demás patrañas.  ¿Podemos imputar esas mismas intenciones en Anselmo Valle cuando da like, o cuando comenta el estado de cualquiera, sean hombres o mujeres? ¿Podemos imputar esas mismas malas intenciones en Fernando Mata, cuando da like, felicita o habla bien de quien sea, sobre todo cuando son varones? Estos individuos ahora presumen de tener la capacidad de saber si tal o cual intención es mala. Tal clase de soberbia es por demás vergonzosa, y Fernando Mata, quien es el que la ha propagado, es culpable de participar en tan vergonzoso proceder malicioso. 

Como cristianos, debemos tener cuidado de lo que juzgamos como “malas intenciones”, pues, si resulta que la persona no las tiene, entonces caemos en pecado por imputar malas intenciones cuando no existen. Tras la muerte de Nahas, rey de Amón, David envió mensajeros para consolar a Hanún, hijo y sucesor del monarca fallecido. No obstante, aquella visita se interpretó como una operación de espionaje en suelo ammonita. Primero, Hanún humilló a los enviados, y después se enzarzó en una guerra con Israel que segó al menos cuarenta y siete mil vidas: todo porque se malinterpretaron las buenas intenciones que David tenía (1 Crónicas 19:1-19). Imputar malas intenciones es una acción sumamente grave. ¿Qué razones tiene Anselmo Valle para imputar malas intenciones en los comentarios que ha hecho Luis Barros en los muros de algunas hermanas? ¿No será que Anselmo Valle está viendo moros con tranchete? ¿No será que está viendo con los lentes del prejuicio, dadas las acusaciones que Fernando Mata y otros han hecho contra Luis Barros? Cualquiera que sea el caso, si Anselmo Valle no prueba que la manera en que juzga las intenciones de Luis Barros como malas, entonces el pobre hombre pasará a la eternidad sin Dios por haber acusado falsamente a su prójimo. De hecho, bajo su mismo razonamiento, uno podría acusar a Anselmo Valle de tener “malas intenciones” al haber acusado a Luis Barros de lo que dice. ¿Él no tiene malas intenciones y Luis Barros sí? El pobre hombre es culpable de lo que acusa.

Pero, lo más patético, es que el falso maestro y detractor de Fernando Mata use testimonios tan bajos para tener algo que decir en contra de Luis Barros. Pero si él está dispuesto a dar voz a tales testimonios, entonces que se arrepienta si decimos que él tiene la “mala intención” de dañar a Luis Barros por motivos de envidia. ¿Es así? ¿Es motivado Fernando Mata por envidia y enojo? Si él no es motivado por tales intenciones, entonces que deje de estar tomando testimonios carnales y maliciosos como los de Anselmo Valle.

CARTAS DE MANUEL DE LA CERDA Y RUBÉN DÁVILA.

En la carta que envía el detractor de Fernando Mata a Manuel de la Cerda, no sigue sino con su ya conocido proceder de culparnos falsamente del efecto mismo de su condición espiritual. Por un lado, pide perdón a Manuel de la Cerda, diciendo, “si en el pasado me comporté con usted de una forma grosera, altanera, prepotente, orgullosa, irrespetuosa y carnal”. Sin embargo, en seguida explica el por qué de su comportamiento, diciendo que “estaba bajo malas influencias: Me juntaba con personas que son conocidas por ser contenciosas, pleitistas, sarcásticas y burlescas, por tanto, yo también era así. Era yo, como dice 1ª Corintios 3:1 en la Nueva Versión Internacional, Inmaduro, apenas niño en Cristo”. En primer lugar, el pobre hombre no sabe si se ha portado así o no. Él dice, “si”, lo cual es solamente una hipótesis, una posibilidad. ¡El hombre no está seguro de sus acciones! Sin embargo, y como es de esperarse, lo que sí sabe con mucha certeza, es que todo lo malo que hizo, según él, lo hizo por tener una “mala influencia”. Esto, desde luego, es puro discurso para justificar su tóxico carácter. Él no dice, y jamás lo dirá, que esas cosas de las que habla aquí, fueron precisamente las causas por las cuales, tanto su servidor, como Luis Barros, nos apartamos de él. Lo interesante es que, en los últimos años, y ya no estando bajo esas influencias malas que él tiene en mente, ¡sigue actuando de una forma “grosera, altanera, prepotente, orgulloso, irrespetuoso y carnal”! Él se ha hecho famoso por ser contencioso, pleitista, sarcástico y burlón. Él es culpable de lo que acusa a otros. Desde luego, y a diferencia suya, aquí presentamos las evidencias de la actitud carnal de Fernando Mata. Vea usted la manera en que amenaza y amedrenta a los hermanos que no están de acuerdo con él, o que no se rigen según sus caprichos. Note sus palabras prepotentes, llenas de orgullo, altanería, y sumamente groseras, en las que no repara ni contra la familia del hermano a quien hizo esta llamada. Aquí está, pues, la prueba, y no meros dichos:

“Y eso de que dice que son pocos, pero están luchando hermano; no hermano, yo no me… YO NO ME TRAGO ESE CUENTO. Ustedes están participando del pecado de Luis Barros. Y qué lástima hermano porque yo lo tenía a usted, Y A SU FAMILIA, en otro concepto, y veo que no es así. Usted sabe que NO ME TIEMBLA LA MANO hermano, USTED LO SABE. Y usted sabe CÓMO ARGUMENTO, y usted sabe EL ALCANCE QUE TENGO hermano. No se lo tengo que decir, usted lo sabe. Y ustedes están participando del pecado de Luis Barros”

Es importante señalar que, cuando usted escuche a Fernando Mata pedir perdón, o decir que ha cambiado tales actitudes y tal proceder carnal, no le crea. Yo le creí varias veces, pero siempre volvía a hacer lo mismo. Su aparente arrepentimiento será por un momento, por algunos días, pero luego, como la puerca que es lavada, volverá otra vez al mismo lodo infernal que suele manifestar con sus ataques a quienes él considera están en error. No tendrá reparo, como lo he demostrado en el presente sitio, no tendrá problema en inventar toda clase de cosas, en mentir, en difamar, en engañar para hacer daño a quien él considere necesario para su causa. Este hombre, lo que necesita es experimentar una verdadera conversión, un verdadero arrepentimiento, pues viene arrastrando desde su niñez, problemas de autoestima, problemas sicológicos, los cuales, ahora nos quiere endilgar a Luis Barros y su servidor. Ahora resulta que Luis Barros y yo somos culpables de sus traumas y locuras. ¿Le creerá usted? He aquí la evidencia de lo que estoy diciendo, y como el mismo Fernando Mata confiesa su locura, por la cual, de manera evidentemente irracional, nos culpa a nosotros. Lea y escuche usted la confesada y enfermiza actitud carnal de Fernando Mata, así como los motivos o intenciones que hay detrás de su carnal proceder.

“Fernando Mata pintado de cuerpo entero”

(Tomado de sus videos)

“Hermano, hermana, le recuerdo, que hace tiempo estuve del otro lado y ese era mi deseo. Mi deseo era desesperadamente que las iglesias de Cristo reconocieran que Fernando era sabio, que Fernando era conocedor, que Fernando era un gran orador, que Fernando podía debatir a testigos de Jehová, a cristianos, a bautistas, a pentecostales, a todos aquellos que se pusieran en frente, ese era mi deseo desperado. Quería que me voltearan a ver, me sentía inseguro de mi mismo, me sentía rechazado. Y precisamente por ello buscaba, no el amor de Dios, no buscaba cambiar mi forma de ser, no buscaba nulificar mi soberbia, no buscaba cambiar mi altivez, no buscaba cambiar mi egolatría. Lo único que buscaba, era ganar el aprecio y la estima de los demás hermanos, por medio de humillarlos, por medio de sobajarlos, por medio de que se concientizaran de que yo era superior a ellos. ¿Tienes idea mi querido hermano y hermana, de la pobreza espiritual, de la carencia amorosa que había dentro de mí? Era una carencia moral y una carencia espiritual terrible, porque me encontraba falto de amor, me encontraba falto de atención, me encontraba frustrado y desperado, porque no me hacían caso. ¿Y cuál era la forma en la que yo conseguía que me hicieran caso? Atacando, ofendiendo, denigrando, humillando, aplastando. Claro, realmente, ni humillaba, ni atacaba, ni ofendía, ni triunfaba, sino en mi propia mente. Los demás hermanos, sabían que yo estaba haciendo cosas herradas. Sabían que lo que yo estaba haciendo estaba equivocado. Y por más que me insistieron, por más que me rogaron, por más que me suplicaron, que abriera los ojos, que me diera cuenta de mi soberbia, que me diera cuenta que estas personas a las que me refiero, ahora ya son rechazadas por muchos, que ya les han cerrado muchas puertas, y créeme, lo sé, porque hermanos que antes los recibían me lo han contado, yo mismo que antes los recibía, no los recibo ya más; no surtió efecto en mí, ¿hasta qué momento? Hasta que yo, por mi propia experiencia, me di cuenta, que lo que estas personas enseñaban, que la actitud de estas personas, era una actitud contraria a la enseñanza de la Palabra de Dios. Que estábamos violando los mandamientos más grandes de nuestro Señor, de amar a nuestro prójimo, de amar a nuestro hermano, de tratarnos con amor los unos a los otros, de razonar con amabilidad; y no, contrario a lo que era mi práctica y que es la práctica de ellos. El buscar, apantallar. En buscar envolver con engaños. El buscar desesperadamente mostrar, yo sé más que los demás”

Es muy importante que note el esfuerzo que hace por convencernos de que él “era” todas esas cosas que aquí confiesa; sin embargo, y como lo han mostrado las evidencias que he presentado, él no “era”; sino que “sigue siendo” el mismo sujeto enfermizo que cree haber dejado en el pasado. Y en tanto no tenga una verdadera conversión, siempre seguirá siendo el mismo individuo enfermizo y tóxico que ya todo mundo conoce. Y digo, todo mundo, porque él mismo ha hecho un gran esfuerzo por exhibirse en las distintas redes sociales. Vamos a precisar algunas cosas que él dice en su confesión pública. Que por cierto, no piense usted que tal confesión es evidencia de su arrepentimiento. Todas esas palabras son nada más para aparentar que él ha cambiado, queriendo justificar torpemente su malicioso y perverso proceder, echando las culpas a otros. ¡Eso no es arrepentimiento! Fernando Mata está como Adán que culpó a Dios por la mujer que le dio, y está como Eva que echaba la culpa a la serpiente por su pecado. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, no solamente debemos mantener presente que Fernando Mata es culpable de toda esa maldad que aquí ha declarado, sino también que es totalmente falso que alguien más le haya influenciado o llevado por ese camino. Que deje de seguir mintiendo, echando culpas a otros por sus traumas y maldades.

Él dice que “estas personas a las que me refiero, ahora ya son rechazadas por muchos, que ya les han cerrado muchas puertas, y créeme, lo sé, porque hermanos que antes los recibían me lo han contado“. Fernando Mata quiere dejar la impresión de que muchos hermanos nos han cerrado las puertas a Luis Barros y a su servidor. Sin embargo, la verdad es otra. Desde que inició Fernando Mata con su intención de sobajarnos para él creerse grande, tanto Luis Barros como su servidor, hemos estado en iglesias en las que antes de la controversia no habíamos estado. De hecho, tenemos muchos proyectos de trabajo, no solamente en México, sino también en otros países. Que tales proyectos, por el momento, estén detenidos, no ha sido por el “ministerio de muerte” que Fernando Mata ha ejercido en nuestra contra, sino por motivos de la pandemia. Lo interesante es que él siempre habla de que ciertos “hermanos” dicen esto y esto otro, pero nunca nos dirá quiénes son. Nunca nos presentará los nombres para poder corroborar si es cierto o falso, o si existe algún otro motivo que aquel que él refiere. Si él dice que fue influido por mí, está mintiendo, porque yo jamás hablo sin presentar pruebas de lo que digo. Aquí mismo he presentado pruebas que exhiben las mentiras, chismes y malicia de Fernando Mata y su pandilla. Cada vez que usted oiga que Fernando Mata dice, “un hermano”, o “unos hermanos”, o “una iglesia”, sin decir de quién o quiénes son, no le crea ni una jota, ni una tilde de sus palabras. Gracias a Dios, puedo decir que, desde que inició Fernando Mata con su obra de intentar aplastarnos para él sentirse reconocido, el Señor nos ha bendecido en gran manera. Personalmente, por ejemplo, puedo decir que en estos años, he sido sumamente bendecido, y el amor y la comunión con más hermanos ha crecido en gran manera. Por tanto, la información que maliciosamente Fernando Mata quiere que usted reciba y crea, otra vez, son puras mentiras.

En segundo lugar, sin descaro alguno, el pobre hombre dice, “yo mismo que antes los recibía, no los recibo ya más“. Esto es de antología. Esta sí es una ¡épica metida de pata! Es verdad que él antes nos recibía, pero es mentira que haya sido él quien dejó de recibirnos. La verdad es que fuimos nosotros, Luis Barros y su servidor, quienes dejamos de tener trato con él. Por tanto, que no le engañe Fernando Mata cuando dice, “ya no los recibo más”, porque, quienes dejamos de tener trato con él, y por consiguiente, de no buscar, ni pretender ser recibidos por él, fuimos nosotros. Esto solamente nos muestra que, debido a sus traumas y a su afán enfermizo de querer aplastarnos para él sobresalir, el hombre cuente cosas que están totalmente fuera de la realidad. 

En el resto de su demagógico discurso, habla de su despertar, de su descubrir, de ciertas malas actitudes que él vio en nuestra conducta y nuestra enseñanza, de que violamos la enseñanza de Cristo de amarnos los unos a los otros, etc. Sin embargo, mientras profiere todas estas palabras, el pobre detractor se muerde la lengua solito. Ya a todos nos ha quedado claro el tipo de amor que él tiene por su prójimo, e incluso, por sus enemigos, ¿verdad? Ya todos somos testigos de sus malas actitudes, de las cuales siempre está pidiendo perdón, para luego volver a lo mismo. Dice que Luis Barros y su servidor nos burlamos de otros, cuando él no repara en expresar su gozo por el pecado de otros. Vea la cara de alegría que pone cuando se entera de que alguien ha pecado, y de hecho, confiesa que hablar de ello, es algo que hace con todo gusto.

En contraste con el gozo que Fernando Mata manifiesta en sus videos al hablar del supuesto pecado de otros, la Biblia dice, “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1). ¿Dijo Pablo que si sorprendemos a alguien en alguna falta, mostráramos al mundo felicidad? ¿Acaso dice Pablo que debe haber dicha en el que es espiritual, al sorprender a otro en pecado? El detractor de Fernando Mata se jacta mucho de seguir el ejemplo bíblico, y así, ya debe de estar listo para citar libro, capítulo y versículo donde se mande o se muestre a los santos llenos de alegría y con una gran sonrisa por el pecado de otro. Cuando Dios contempló a los hombres en pecado en los días de Noé, dice que “le dolió en su corazón” (Génesis 6:6). Cuando pablo tuvo en mente los pecados de los hermanos en Corinto, su sentir fue de “tristeza” (2 Corintios 2:1). De hecho, Pablo no tuvo ningún tipo de placer al haber escrito su primera carta, donde los reprendió por su pecado, más bien, les escribió con gran tristeza y angustia de corazón, y con muchas lágrimas (v. 4). Pero, como vemos, el detractor de Fernando Mata, mostrando su rapacidad en todo este asunto, se goza, se alegra, se ríe de acusar a otros de toda clase de pecados sumamente vergonzosos. ¿Quién creerá que este es “El siervo escogido de Dios” para exponer con una sonrisa en la boca, el pecado de su hermano por quien Cristo murió en la cruz? Con tal actitud, no estamos viendo a ningún siervo de Dios, sino a un “bufón de Satanás”. Bíblicamente hablando, usted jamás encontrará a Jesús contento, feliz o riéndose por el pecado en el hombre. Por el contrario, Jesús trataba a todos los hombres con dignidad, amabilidad y compasión, a diferencia de los líderes religiosos que lo trataban con desprecio. Usted jamás leerá que el pastor estaba bien contento, bien alegre y bien sonriente por la oveja perdida. Más bien, dice la Biblia que, cuando “la encuentra”, él “se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron” (Mateo 18:13). En la versión de Lucas, dice, “Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido” (Lucas 15:5-6). Como vemos, no hay gozo alguno cuando un hermano cae en pecado, apartándose de los caminos del Señor. ¿Acaso lee usted que cierta mujer se llena de gozo cuando pierde una dracma? El gozo que ella experimenta, no es por la dracma perdida, sino por encontrarla. “Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido” (Lucas 15:9). ¿Acaso lee usted que los mismos ángeles, estén llenos de gozo cuando un hermano peca? Por el contrario, “hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente” (v. 10). Ese mismo sentir tuvo el padre del hijo pródigo, el cual, no estuvo gozoso por su vida, sino hasta que regresó a casa arrepentida (Lucas 15:11-32). De hecho, el padre dijo, “era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado” (Lucas 15:32). Pero, Fernando Mata, dado que su campaña ha sido la de aplastar para él sobresalir, se pone bien contento cuando alguien tiene algo que decir contra nosotros. Su cara se ilumina y su gozo es confesado cuando vulgarmente dice que, “si le rascan”, entonces sacará y sacará más cosas, haciéndolo con mucho gusto. Mis hermanos, eso no debe ser así. La relación que hay entre la alegría y el pecado de un hermano, es cuando este se arrepiente y vuelve a los caminos del Señor. No antes. No siga usted ese mal ejemplo, no imite usted esas perversas emociones.

Es interesante que, para justificar sus malas acciones, dice, “he podido cambiar. No: Aún no soy quien debo ser, esto es, un cristiano maduro, pero sí puedo decirle con el corazón en la mano que soy mucho menos inmaduro de como lo era hace unos años”. Como vemos, aunque por un lado dice, “he podido”, a renglón seguido dice que siempre “No”. Que es “medio inmaduro”, o “medio maduro”, pero, ¿dónde lee usted en la Biblia de “medias tintas”? ¿Por qué sigue siendo “medio inmaduro”? Porque si sigue siendo “medio inmaduro”, entonces es un error cuando dice, “he podido”; pues, o “he podido” o no “he podido”, ¿verdad? Por orgullo, y por no querer hacerse responsable de sus malas acciones por las que culpa a otros, dice por un lado, “he podido” para luego decir que no del todo. El participio pasado “podido”, indica una acción acabada, terminada. ¿Acaso puedo decir que he “acabado” la tarea, cuando la llevo a la mitad? ¿Puedo decir que he “podido” subir a la azotea, cuando todavía no he puesto un pie en ella? Por tanto, decir, he “cambiado”, aunque sigo siendo un poco inmaduro como en años pasados, es un reverendo disparate. ¿Se imagina decir que he “podido” dejar de fumar, aunque ahora fumo menos que antes? No, mis estimados, el falso maestro de Fernando Mata nos quiere usar a Luis Barros y su servidor como “chivos expiatorios”, para no hacerse responsable de sus traumas y malas acciones que hasta el día de hoy sigue arrastrando. Para el detractor, apuntar con el dedo a alguien para convertirlo en un chivo expiatorio satisface sus necesidades psicológicas y emocionales. Ante todo, lo hace para minimizar los sentimientos de culpa por la responsabilidad que se tiene ante su negativo proceder, ayudándose a mantener una autoimagen positiva. Fernando Mata pretende conservar el control percibido elaborando una explicación clara de un resultado negativo que de otra manera, y de ser cierto que ha cambiado, sería inexplicable. En otras palabras, el chivo expiatorio se convierte en reservorio de sus frustraciones desempeñando un papel protagónico en la narrativa que ha inventado para exculparse. Así, el hombre quiere proteger su ego y mantener cierta sensación de control y auto eficiencia. Si él ha actuado mal, no ha sido por culpa suya sino de alguien más, elaborando así una historia que lo sustente. Pero, ¿qué hace con aquellas acciones que ya no deberían de existir, si nuestra influencia, el arrepentimiento y el cambio que dice haber experimentado ya se ha llevado a cabo? Bueno, de antemano él ya se ha elaborado una licencia para seguir siendo rapaz y malvado con su prójimo, pues, aunque ha cambiado, aún es un “poco inmaduro”. No como antes, pero todavía lo es. Y como todavía lo es, pues es “normal” que ataque, insulte, mienta, agreda, engañe y haga toda la maldad que aquí hemos expuesto con lujo de detalles y con evidencias indubitables. ¿Quién se creerá ese cuento tan patético?

FM: “Le hago saber, hermano Manuel de la Cerda, que efectivamente estoy dispuesto, con tal de que Luis Adriano Barros acepte tener el encuentro, que sea cuando él indique, a la hora que él indique y donde él indique, esto para que no ponga él ningún pretexto para no aceptar. Incluso si él quiere que nos veamos en el local de la iglesia local donde él es miembro, con toda la situación a su favor, yo acepto”.

Desde el principio de esta serie de calumnias que Fernando Mata lanzó en contra de Luis Barros, él ha querido llevar a cabo reuniones fuera de la iglesia local donde Luis Barros es miembro. ¿Por qué Fernando Mata quiere hacer reuniones de esta naturaleza? ¿Acaso no hay un proceso bíblico que se debe seguir? De hecho, ¿por qué se ha prestado a ser vocero de aquellos a quienes él llama “testigos”, cuando existe un claro y sencillo proceso bíblico que bien pudieron seguir cada uno de los supuestos ofendidos si es que Luis Barros pecó contra ellos? ¿En qué texto bíblico dice que uno se haga vocero de otros para denunciar públicamente aquello que ellos no denunciaron conforme al proceso bíblico indicado por el Señor? Jesús dijo, “si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano” (Mateo 18:15). El texto no dice, “si tu hermano peca contra ti, ve y cuéntaselo a quien más confianza le tengas”, ¿verdad? Si alguno de los “testigos” de Fernando Mata dice haber sido ofendido de alguna manera por Luis Barros, ¿qué debieron hacer según las palabras mismas del Señor, las cuales dicen amar y obedecer? ¿Dijo el Señor que hablaran con otro que no sea Luis Barros? Es aquí donde, algunos de los testigos de Fernando Mata están metidos en un grave problema porque, sin tener en cuenta que su testimonio es falso, ellos no obedecieron al Señor con respecto al procedimiento por él indicado para tratar con un hermano que ha pecado contra otro. ¿Se arrepentirán por no haber obedecido al Señor? ¿Se arrepentirán por no haber llevado a cabo este proceso? Desde luego, algunos dirán que Luis Barros no les escuchó, y bueno, ¿qué sigue, entonces? El Señor dijo, “Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra” (v. 16) Jesús habló de llevar a “dos o tres testigos”, pero no de llevar a “dos o tres” testigos, y al mismo tiempo que dicho evento sea del conocimiento de todo el mundo. Dos o tres no es todo el mundo, ¿verdad? ¿Por qué fueron Tereso, Jobita, Gladis y Fernando a “confrontar” a Luis Barros, si ellos no fueron objeto de los delitos que otros imputan a Luis Barros? Según Jesús, ¿quiénes son los que van al ofensor? Si usted lee con cuidado las palabras del Señor, va el ofendido que, luego de haber agotado el primer procedimiento de dialogar en privado con el ofensor, este lleva con él a uno o dos, para ser testigos de la reprensión (v. 15) que ha de hacer el ofendido contra aquel que le ofendió. Por tanto, Cristo no dijo que el ofendido mandara a un representante, y que el representante llevara a su esposa y a sus suegros en el asunto, ¿verdad? No existe autoridad bíblica para que Fernando Mata funja como “representante” de cierto grupo de ofendidos, para ir a reprender a aquel que los ofendió de manera particular. No se confundan mis estimados, porque Gálatas 2:11-14 no describe a Pablo como representante de un grupo de personas a quienes Pedro o Bernabé hayan ofendido moral y particularmente, como si Pablo estuviese ejerciendo una demanda colectiva. Más bien, y según lo dice el mismo Pablo, “cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio” (v. 14). Pablo no atendió a quejas que algunos hermanos le hicieron personal y privadamente, sino que él mismo vio lo que Pedro, Bernabé y otros estaban haciendo. Pablo fue testigo del proceder incorrecto de ellos. Entonces, Gálatas 2:11-14 no concede autoridad bíblica para que Fernando Mata se erija y funcione como representante de otros que dicen haber sido ofendidos por Luis Barros. Tampoco concede tal autoridad 1 Corintios 5. En dicho texto bíblico, como en toda la carta, y actuando Pablo como “apóstol de Jesucristo” (1:1), amonesta y reprende a la iglesia completa. En 1 Corintios 5, Pablo no está hablando en representación del padre del fornicario, o de parte de los familiares del padre de aquel que estaba practicando la fornicación. De hecho, si leemos con cuidado, nos damos cuenta de que la reprensión es contra la iglesia, pues Pablo escribió, “hay entre vosotros fornicación” (5:1), y el caso de “alguno” que tenía “la mujer de su padre” (v. 1b), fue considerado por Pablo para probar la indiferencia de la iglesia ante pecados de esa naturaleza (v. 2). ¿Ya notaron que Pablo ni siquiera menciona los nombres de los involucrados en dicho pecado de fornicación? Pablo no solamente guarda silencio con respecto al nombre del padre ofendido, sino también sobre los fornicarios. Él dice “alguno” y “la mujer de su padre”. Por tanto, 1 Corintios 5 no concede autoridad bíblica a Fernando Mata, ni a Tereso, Jobita o Gladis para ser representantes de quienes dicen haber sido ofendidos por Luis Barros. Cuando Fernando Mata le dice a Manuel de la Cerda y a Rubén Dávila que quiere tener una reunión con Luis Barros, “con testigos y con grabación de por medio para solucionar la situación de los señalamientos que yo y otros hermanos tenemos contra él”, no es respaldado por las “sanas palabras” (1 Timoteo 1:13) para llevar a cabo una reunión en tales términos. Ni Jesús, ni ningún apóstol enseñaron que, “si tu hermano peca contra ti, júntate con otros ofendidos por el mismo hermano, y tengan una reunión con él para solucionar tal situación”. No hay texto bíblico para eso. Esa no es una buena obra, no es una acción espiritual. Lo espiritual, lo bíblico, es que cada hermano haya llevado a cabo los pasos indicados por el Señor en Mateo 18. ¿Qué debían hacer cada uno de los que tienen algo contra Luis Barros? Decirlo a la iglesia, y así el asunto ser tratado por la iglesia (Mateo 18:17). ¿Así lo hicieron? Si no, entonces lo que andan haciendo ahora, está totalmente fuera de la voluntad de Dios. 

¿Por qué se prestaron Manuel de la Cerda y Rubén Dávila, así como Jobita y Tereso Cantú, para acompañar a Fernando Mata y él hablara en representación de Rogelio Rosales y otros? Cuando Rubén Dávila dio dinero a Fernando Mata para ir a hacer su circo en la vía pública y por redes sociales, afuera del lugar de reunión donde predica Luis Barros, se hicieron cómplices con él de su injusticia y su violación de la palabra de Dios. Vea lo primero que dijo Fernando Mata cuando llegó a confrontar a Luis Barros: “Tenemos la carta del hermano Rogelio Rosales, donde lo acusa a usted de haber acosado sexualmente en Brownsville. El hno. Rogelio Rosales también ha testificado, hermano.” Ya de por sí es una falta grave que Fernando Mata hable por Rogelio Rosales, y lo es aún peor, cuando habla a nombre de Rogelio Rosales, para propagar una mentira, en la que Rogelio Rosales dice haber visto a una víctima de acoso sexual, lo cual también es falso, y que, además, la supuesta víctima, así como su marido, han desmentido en la propia cara de Rogelio Rosales, indicándole en presencia de varones de la iglesia en Brownsville, que dicho acto jamás existió. Lea aquí también el correo de este matrimonio, donde desmienten a Rogelio Rosales y su esposa, diciendo, “les aseguramos que en ningún momento mi esposa fue objeto de acoso sexual por parte de nuestro hermano en Cristo Luis Adriano Barros”.

Este es el testimonio de las supuestas víctimas. Por tanto, ni Fernando Mata, ni Jobita, ni Tereso, ni Gladiola, ni Rogelio Rosales, ni nadie más tiene derecho a andar diciendo que la hermana fue acosada sexualmente, cuando ella misma dice que no lo fue. ¿Por qué el testimonio de Rogelio Rosales es válido, y el de la supuesta víctima no lo es? Si ellos dicen que no, entonces no, punto. Pero, aquí tenemos a esta compañía de cirqueros, auspiciados por Rubén Dávila y aconsejados por Manuel de la Cerda, para hacer algo que es, bajo todo concepto, una absoluta y total falta grave al debido proceso que enseñan las Escrituras. Pero este circo no terminó allí, pues luego, Fernando Mata, como todo un maestro de ceremonias, presentó a los que encabezan el siguiente acto grotesco, diciendo, “En estos momentos tenemos también aquí al hno. Tereso y a la hna. Jobita, quienes testifican también hermano, como desde hace diez años el hermano Luis Adriano Barros fue acusado por lujuria y el hermano Luis Adriano Barros no resolvió la situación”. Este acto todavía es más extravagante que el primero, pues estos dos prestidigitadores, presentan el truco de hablar de una “situación” que ocurrió hace diez años, diciendo que no se “resolvió”. Estos dos, Jobita y Tereso, como prestidigitadores en el circo de la familia Mata Cantú, por medio de artilugios, métodos de confusión y artes de evasión, van diciendo por donde pueden, que tal “situación” no se “resolvió”, a pesar de que existe un juicio celebrado por la iglesia donde supuestamente ocurrieron los hechos, y donde las supuestas víctimas desmintieron el asunto. Pero, Jobita Rodarte y Tereso Cantú, con el apoyo de la familia Mata Cantú y su patrocinador Rubén Dávila, han celebrado el truco barato de saber más que las supuestas víctimas, y de saber más que la iglesia donde se juzgó el caso, de al cual ellos jamás han sido miembros. Por tanto, aunque ellos, junto con el detractor de Fernando Mata, pueden presumir su acto circense en las redes sociales, al mismo tiempo deberían de tener vergüenza por haber llevado a cabo un acto de dicha naturaleza, no habiendo víctimas, sino un conjunto de falsedades que quieren que aceptemos, so pena de acusarnos de solapar a Luis Barros. A quienes también se les debería de caer la cara de vergüenza, es a Rubén Dávila por haber patrocinado dicho circo, y a Manuel de la Cerda, quien en el pasado fue objeto de acusaciones semejantes, y ahora él se presta para que Fernando Mata, junto con sus falsos testigos, publiquen todas estas cosas malas, y además, mintiendo. ¡Esa es la calidad de predicadores que lamentablemente existen!

Otra cosa interesante, es que Fernando Mata dice, “cuando él indique, a la hora que él indique y donde él indique“, y cuando la iglesia donde es miembro Luis Barros, citó a Fernando Mata y sus testigos para tratar el asunto, ¡Fernando Mata enmudeció! Por consejo de su suegra, él tomó la decisión de no hacerse presente. Por un lado dijo, “cuando él indique, a la hora que él indique y donde él indique“, y cuando Luis Barros estuvo de acuerdo, junto con la iglesia local, de tratar dicha cuestión con todos y cada uno de los involucrados, Fernando Mata y sus falsos testigos, ¡brillaron por su ausencia! La iglesia les envió con anticipación una carta para informarles sobre el asunto, y no respondieron ni una sola palabra. Se quedaron mudos. (1) Hasta el día de hoy Fernando Mata sigue con su campaña en contra de Luis Barros, su servidor y otros hermanos más, y al mismo tiempo no confiesa que, por consejo de su suegra, no se hizo presente ante la cita que la iglesia local donde es miembro Luis Barros le hizo. Esto solamente muestra la farsa de la campaña de Fernando Mata en contra de Luis Barros, y de muchos otros más.

Dejemos, pues, estos extraños testimonios que, de probar algo, solamente han puesto en evidencia la perversión y maldad del detractor y falso maestro Fernando Mata. Continuemos, entonces, desahogando las pruebas y poniendo a prueba los testimonios que todavía nos falta por revisar.

Lorenzo Luévano Salas.

Siervo de Cristo.

_____________________________

(1) Cartas enviada por la iglesia (PDF / PDF)

 

Deja una respuesta