“El testigo verdadero no mentirá; mas el testigo falso hablará mentiras”
Proverbios 14:5.
Ya hemos expuesto a Fernando Mata, Gladiola Cantú, Tereso Cantú y Jobita Rodarte como MENTIROSOS. No obstante, Fernando Mata ha ido reclutando más y más gente que padecen de su mismo pecado, es decir, la mentira y la difamación. Tal es el caso de Rogelio y María Rosales.
Rogelio y María Rosales son un matrimonio que viven en la misma ciudad y bajo el mismo techo. Cuando les conocí, ellos no estaban perseverando en ninguna iglesia, pues, según ellos, no había ninguna iglesia “fiel” en dónde congregarse. Al parecer, ya tenían un buen tiempo que estaban sin membresía, y así, sin perseverar en la fe. Cuando les amonesté, les indiqué con toda precisión que tenían que arrepentirse, y tomar una de dos opciones:
(1) Poner su membresía en alguna congregación del área.
(2). Iniciar una congregación. Para esta segunda opción, su servidor, y el hermano Luis Barros, les ofrecimos ayuda en cuanto al evangelismo. Si ellos decidían iniciar una congregación, nosotros estábamos dispuestos a apoyarle.
Es importante dejar en claro que, desde el día en que me comuniqué con Rogelio Rosales, jamás le pedí dinero para dicho propósito. El viaje lo hicimos con nuestros propios recursos, y lo que pedíamos solamente era comida y hospedaje. Jamás nos comprometimos económicamente con él, ni él con nosotros. Pero, vamos a considerar el testimonio de ellos, para corroborar si están mintiendo o no. Las palabras publicadas por Fernando Mata, y que según son el testimonio de Rogelio Rosales y su esposa, van precedidas por las iniciales “RG” (Rogelio Rosales), para luego presentar mi respuesta.
RG: “Por medio de la presente, mi esposa y yo hacemos de su conocimiento y de la hermandad en general el acoso sexual que Luis Adriano Barros realizó en Brownsville en septiembre del 2019, lo cual nosotros testificamos, de lo cual, con nuestro testimonio, somos evidencia de que esto ocurrió así”
Respuesta: Dado que yo estuve presente el día que supuestamente Luis Barros “acosó sexualmente” una hermana, yo testifico que no presencié ninguna acción de esa naturaleza. Todos llegamos contentos a ese lugar y todos nos fuimos con el mismo ánimo. No hubo algún conato de violencia, o de malestar, o de conflicto. De hecho, cuando salimos del lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos, nos quedamos platicando, tanto Luis Barros como su servidor, con el esposo de la hermana supuestamente acosada, con quien estuvimos haciendo planes para ciertos proyectos en el futuro, con relación a ciertos himnos que nuestro hermano compartió con nosotros. Pero, otra vez, no presencié ningún tipo de reclamo, molestia, enojo, ni de la pareja supuestamente ofendida, ni de Rogelio, ni de su esposa, ni de los otros jóvenes que estuvieron allí cenando con nosotros. Yo no supe de cierto acoso hasta enterarme en las redes sociales, cuando Fernando Mata dijo que tal cosa había ocurrido, y que Rogelio Rosales le había contado. Pero, este es mi testimonio. Yo no presencié ningún acto de “acoso sexual” en perjuicio de una hermana en dicho lugar.
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Este es el lugar donde fuimos a cenar, y como se hace evidente en la foto, la cual fue tomada justo antes de despedirnos, no hay ningún indicio de conflicto, disgusto o malestar. Junto a mí, al lado derecho de su pantalla, está Rogelio Rosales, y desde luego, usted no mira un rostro de enojo o malestar alguno. Con Camisa negra está el esposo de la hermana que supuestamente fue acosada, y como vemos, no hay nada en su expresión o su actitud que exhiba molestia o enojo. Si Rogelio Rosales tenía algo contra Luis Adriano Barros, en ese preciso momento, ¡en ese preciso momento debió haberlo dicho! Pero no, él prefirió decirlo después que nos fuimos de ese lugar, y cuando ya no estábamos todos los que estuvimos allí. El esposo no dijo nada, la joven no dijo nada, la esposa de Rogelio Rosales no dijeron nada, ¡nadie dijo nada! Y allí están, en franca compañía con quien, supuestamente, cometió tan grave pecado. ¿Perturbó ese pecado a alguien allí? ¿Los ve usted, perturbados? ¿Molestos? ¿Incómodos? ¿Indignados? ¿Sorprendidos? ¿Qué ve usted, estimado lector? ¡De seguro jamás se imaginará tal clase de problema! Cualquier persona cuerda, al ver la foto o al haber estado allí, jamás se imaginaría que hubiese acontecido algún acto como el que Rogelio, su esposa y Fernando Mata publican por todas partes. Rogelio Rosales y su esposa han tenido, supuestamente, el “valor” de denunciar tal pecado, ¡cuando no lo tuvieron en el mismo momento en que dicen que sucedió! Ante eso, puedo decir que no tuvieron el valor para denunciar algo, sino más bien, tuvieron el valor de hablar mentiras y chismes que han quedado ampliamente documentados. Allí estábamos todos los que teníamos qué estar para tratar este asunto, pero el hombre y su mujer prefirieron no decir nada, y ahora tienen una lengua muy larga para decir lo que se les venga en gana. Tienen derecho, pero no por eso son inocentes de su perversa propaganda.
¿Qué debieron hacer Rogelio y María Rosales, al ver u oír que Luis Barros estaba cometiendo algún acto pecaminoso, como el que ellos dicen que cometió? Otra vez, ¡haberlo amonestado en ese preciso momento! ¿Por qué se esperó hasta estar en privado, si el caso fue público? ¿Por qué no pidió a Luis, en ese preciso momento, que se arrepintiera y pidiera perdón? ¿Por qué no dijeron absolutamente nada, ni él, ni nadie? Debieron haber hablado allí mismo. ¡Ese es el proceder bíblico en semejante caso! Pablo dijo, “cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos” (Gálatas 2:14). Mis hermanos, cuando ustedes vean que alguien está cometiendo un pecado, es su deber como cristiano, amonestarlo en ese preciso momento. Si no lo hace, más le vale contar con muy buenas pruebas para cuando tenga el atrevimiento de hacerlo después. Sin embargo, aquí, como hemos comprobado, tales hechos jamás sucedieron.
RG: “Días antes del 27 de agosto de 2019, invité a Lorenzo Luévano a mi casa en Brownsville, Texas, para realizar labor de evangelismo y comenzar una nueva obra.”
Respuesta: Como indiqué al principio, es verdad que yo acepté la invitación del hermano, con la intención, efectivamente, de ir a predicar el evangelio allí en Brownsville. Sin embargo, cuando estuvimos en su casa, el hermano nos explicó que, su intención de iniciar una congregación, aún no estaba del todo decidida. Fue por eso que, y como no daría inicio a la nueva congregación, le indiqué la necesidad de poner su membresía en una iglesia del área. Por eso, aunque teníamos la intención de hacer “labor de evangelismo y comenzar una nueva obra”, dicho proyecto no se realizó, porque el hermano nos indicó que no era el momento. Aquí les dejo la evidencia en audio, donde el mismo hermano, Rogelio Rosales, dice que, lo de comenzar una nueva congregación, quedó como un asunto sin resolver.
Rogelio Rosales: “quedamos en que íbamos a seguir en contacto POR SI ACASO INICIABA YO aquí una nueva obra, en compañía de otros hermanos o personas que quisieran trabajar conmigo”
Entonces, como se hace evidente, el plan de comenzar una nueva congregación, fue algo que el mismo hermano canceló. Ni yo, ni Luis Barros, nos comprometimos a iniciar una nueva obra por nuestra cuenta. El acuerdo fue que estaríamos en contacto “por si acaso” el hermano finalmente se decidiera a comenzar una congregación allí. Desde luego, y dada su postura en todo este asunto, será difícil que, por nuestra parte, invirtamos de nuestro tiempo para hacer aquello que él mismo se negó a hacer. Nosotros siempre tuvimos la intención de ir para apoyarle en el inicio de una nueva congregación; pero, como cualquier persona comprenderá, al haberse prestado a la campaña difamatoria del detractor de Fernando Mata, todo el asunto, por nuestra parte, quedó terminado.
RG: “El 27 de agosto de 2019, Lorenzo Luévano me confirmó que estaría acudiendo a mi casa los días 6, 7 y 8 de septiembre de 2019; sin embargo, me hizo saber que lo acompañaría Luis Adriano Barros. Cabe mencionar que en todo momento la invitación que hice estuvo dirigida únicamente a Lorenzo Luévano”.
Respuesta: Es verdad que la invitación me la hizo a mí, pero, cuando le indiqué que iría el hermano Luis Barros, él estuvo de acuerdo. Es importante aclarar esto, para que no quede la impresión de que Luis Barros llegó de sorpresa a casa del hermano. He aquí la evidencia, como lo cuenta Rogelio Rosales:
Rogelio Rosales: “este… sí, me dijo que sí, me confirmó que iba a estar aquí tal día, en compañía de Luis Adriano Barros ¿verdad? Se conocen. Este… entonces, he, pues, yo, yo, yo conocía a Lorenzo, pero no al hermano Barros; más, sin embargo, yo le dije que ESTABA BIEN, QUE PODÍAN, PODÍAN VENIR, que no había ningún problema. Y sí, aquí estuvieron, ASÍ COMO ACORDAMOS, así, así estuvieron aquí puntualmente“
RG: “El 29 de agosto de 2019 Lorenzo Luévano compartió en su cuenta de Facebook el anuncio de que vendrían a Brownsville”.
Respuesta: Bueno, como se hace evidente en esta foto, y como lo dice Rogelio Rosales, nosotros siempre tuvimos la intención de ir a apoyarle para iniciar una nueva congregación. Si el día que llegamos a su casa nos hubiera dado luz verde para iniciar, entonces el día siguiente hubiésemos iniciado con la labor de evangelismo en las casas y en las calles, y para el domingo, hubiésemos celebrado la primera asamblea en su casa. Sin embargo, en la plática que tuvimos con él, el plan de iniciar una nueva congregación era algo que él mismo se negó a iniciar. ¿Para cuándo, entonces? Nunca nos dio fecha, solamente nos dijo que en el futuro nos indicaría si lo haría o no. Por tanto, lo que esta evidencia muestra, no es otra cosa que nuestra disposición para apoyarle.
RG: “La noche del 06 de septiembre de 2019, Lorenzo Luévano y Luis Adriano Barros llegaron a mi casa en Brownsville. Hablamos del propósito de la invitación que le hice a Lorenzo de venir a mi casa: Evangelizar en esta ciudad de Brownsville, como se muestra en la foto compartida en el punto anterior donde indican “Listos para predicar el evangelio en Brownsville, Texas”. Después de la presentación, mi esposa, la hna. María Rosales y yo, los llevamos primero a cenar y luego al hotel donde estarían hospedados durante 3 noches”.
Respuesta: Con esta escueta narración, el hermano, o su secretario, va sembrando la impresión de que Luis Barros y su servidor, no cumplimos con el plan de predicación previamente anunciado. Sin embargo, y como lo demostré con la primera grabación, tal proyecto fue suspendido por Rogelio Rosales mismo. Las pruebas muestran que, tanto Luis y su servidor, íbamos listos para iniciar la nueva obra y comenzar con el plan de predicación, pero, el hermano, en esta narración publicada por Fernando Mata, evita decir que fue él quien nos dijo que siempre no, y que, dada mi amonestación de poner su membresía en una congregación local, sería eso lo que haría. Esto nos muestra la mala intención detrás de esta narración, la cual busca dejarnos en mal a Luis Barros y a su servidor. Sin embargo, y como mostré en la primera grabación, la verdad nos asiste; por tanto, y si el hermano no cuenta las cosas con toda honestidad y en apego a la verdad y los hechos, aunque inicie mil congregaciones, su alma terminará en la perdición por causa de su maldad y mentiras en nuestra contra. Advertido está.
RG: “El 7 de septiembre 2019 llevé a comer a Lorenzo Luévano y a Luis Adriano Barros a un restaurante y después Lorenzo Luévano compartió una clase bíblica en mi casa, en donde estuvimos únicamente 6 hermanos. Luego participamos de un convivio que organizó mi esposa y posteriormente los llevamos al hotel que les pagamos para que se hospedaran. El 08 de septiembre de 2019 por la mañana llevamos a Lorenzo Luévano y a Luis Adriano Barros a la congregación en donde predica el Hno. José Reyna para que lo conocieran. Al medio día los llevamos a comer a un restaurante. Más tarde los llevamos a la congregación donde predica el Hno. Vicente Ramírez para que también lo conocieran a él”
Respuesta: El hermano habla de pagar hotel y comida, sin precisar que los gastos realizados para nuestro viaje, fueron cubiertos por Luis Adriano Barros y su servidor. El hecho de habernos llevado a comer “a un restaurante” y hospedarnos en un “hotel”, fue decisión del hermano, y no algo que Luis y yo le hubiésemos solicitado. Es común que los viajes de predicación que realizamos, sobre todo cuando somos invitados, pidamos por lo menos hospedaje y alimento, pero jamás el ser llevados a un “restaurante” o ser hospedados en un “hotel”. Eso fue algo que él así quiso hacer, no teniendo nosotros injerencia alguna en dicha decisión. Él mismo dice, “Se les pagó el hospedaje en un hotel para que estuvieran cómodos, ya que en esos días había varios de mis nietos en mi casa” (Documento de Mata, página 20). Como se hace evidente, los gastos de esa naturaleza, fueron única y exclusivamente algo que él decidió, y nosotros no tuvimos nada que ver con ello.
RG: “Cuando terminó la reunión en esta última congregación, llevamos a cenar a Lorenzo Luévano y a Luis Adriano Barros en compañía de 3 hermanos jóvenes, uno de ellos casado. La esposa de uno de estos hermanos, una hermana joven, también nos acompañó. Fue en este momento en el que Luis Adriano Barros cometió acoso sexual contra la hermana joven por medio de realizar bromas sexuales, siendo testigos de ello mi esposa, la hermana María Rosales, y un servidor, Rogelio Rosales. Tales bromas sexuales y acoso sexual que Luis Adriano Barros realizó contra la hermana son contrarios a la actitud y conducta que un predicador del evangelio debe tener. Vale la pena mencionar que esto lo hizo Luis Adriano Barros en tan solo dos horas de haber conocido a esta hermana joven”
RESPUESTA: Aquí es muy importante precisar que, según Fernando Mata, quien es el que redacta el “testimonio” de Rogelio y María Rosales, dicen que “Luis Adriano Barros cometió acoso sexual contra la hermana joven por medio de realizar bromas sexuales“; y luego repiten, diciendo, “Tales bromas sexuales y acoso sexual que Luis Adriano Barros realizó contra la hermana“. Según este testimonio, Luis Barros “acosó sexualmente” a la hermana joven que nos acompañó a esa cena, indicando que Luis llevó a cabo dicho acto pecaminoso por medio de “bromas sexuales“. Entonces, estimado lector, es importante que usted tenga en mente lo que están diciendo Rogelio y María Rosales, junto con Fernando Mata. Ellos refieren “acoso sexual” y “bromas sexuales“. ¿Es esto verdad? No lo es. A continuación, les voy a presentar evidencia irrefutable, de que Luis Barros no cometió “acoso sexual” en contra de esa hermana que venía con su esposo, ni tampoco estuvo haciendo “bromas sexuales“.
El matrimonio que está en consideración, contra el cual, supuestamente, Luis Barros “cometió acoso sexual“, es compuesto por Rubén y Ana Gabriela Reyna. ¿Qué dicen ellos sobre esta acusación y este testimonio de Rogelio y María Rosales? Aquí leeremos, no lo que digo yo, no lo que dice algún amigo de Luis Barros, sino lo que dicen las supuestas víctimas de Luis Barros. Nadie tiene más credibilidad que ellos mismos. Lo que yo diga, o lo que diga el detractor de Fernando Mata, o lo que digan Rogelio y María Rosales sale sobrando. Leamos el testimonio que el matrimonio supuestamente ofendido, entregó en un mensaje dirigido a la iglesia de Cristo en San Nicolás, donde actualmente predica Luis Adriano Barros:
“Rubén David Reyna, y la hermana Ana Gabriela Reyna, a los hermanos en San Nicolás, ¡saludos! En referencia a su mensaje les aseguramos que EN NINGÚN MOMENTO mi esposa fue objeto de NINGÚN ACOSO SEXUAL por parte de nuestro hermano en Cristo Luis Adriano Barros. Espero que eso haya aclarado todo y que el Señor los bendiga” (Énfasis agregado. Ver el correo original aquí)
Como vemos, es totalmente falso que Luis Adriano Barros haya cometido “acoso sexual” por medio de “bromas sexuales”; y desde luego, también es totalmente falso que su servidor esté “solapando” tal conducta falsa que se imputa a Luis Barros por parte de Rogelio y María Rosales y su escribano, Fernando Mata. Todo es, pues, una completa MENTIRA.
¿Es necesario seguir respondiendo al resto de palabrerías de Rogelio y María Rosales? He probado, de manera irrefutable e indubitable, que el “testimonio” de estas personas es falso, por lo que, en cuanto a eso, no hay más que decir. Han sido expuestos como MENTIROSOS. Ahora bien, si lo que escribió Fernando Mata en su negro y perverso documento, no es lo que Rogelio y María Rosales han dicho, ese no es mi problema. Dado que es Fernando Mata quien está distribuyendo el testimonio de ellos, entonces que Fernando Mata cargue con la culpa, si es que dicho testimonio está tergiversado o adulterado en alguna manera.
Rogelio Rosales es uno de los más activos discípulos de Fernando Mata en cuanto a despotricar en contra de Luis Barros y su servidor se refiere. En el nefasto documento que Fernando Mata publicó en contra de Luis Barros y su servidor, Rogelio Rosales, tiene varias intervenciones, y no son cortas. El hombre ahora está más preocupado por dar a conocer su falso testimonio en nuestra contra, ¡que en predicar el evangelio! Aunque ya he demostrado de manera irrefutable que el testimonio de Rogelio Rosales y su esposa es falso, no tendré ningún problema en seguir mostrando su necio corazón. Y aunque en un principio quise actuar con prudencia ante los improperios de estos individuos (cfr. Proverbios 12:16), ha llegado el tiempo de exponer su falsedad, la cual han acumulado ya por varios años y no pretendo estarla tolerando por más tiempo (cfr. Amós 7:8). Vamos a exponer más de la carnalidad de este pobre hombre.
LA CUESTIÓN DE LOS 1000 DÓLARES.
Antes de terminar, me es necesario también aclarar la cuestión de los “mil dólares” que Rogelio Rosales nos dio a Luis Barros y a su servidor, pues en cuanto a esto, también Rogelio Rosales ha estado mintiendo de manera descarada, listándose así, en la misma categoría que Fernando Mata, siendo ahora ambos un par de diablos que no podrían hacer nada mejor que arrepentirse y confesar su pecado, por si quizás Dios les perdone esta maldad que han realizado en nuestra contra. He aquí lo que dice Rogelio Rosales con respecto a los mil dólares:
Rogelio Rosales dice, “hasta cuándo van a cumplir el acuerdo prometido de evangelizar aquí en Brownsville Tx.”. Todo indica que a Rogelio Rosales le falla la memoria o a propósito, y de muy mala fe, nos endilga cierto “acuerdo prometido” que, hasta el día que estuvimos en su casa, él mismo pospuso, diciendo que por el momento no era viable para él iniciar una congregación. Tanto Luis Barros, como su servidor, cumplimos con nuestra palabra al haber viajado hasta su casa para dicho propósito, pero dado que él luego cambió de parecer, entonces cualquier acuerdo referente a iniciar una nueva congregación queda cancelado. Aquí va, otra vez, la evidencia de que, el proyecto de predicación en Brownsville, quedó cancelado mientras estuvimos en su casa, pues al despedirnos para regresar a nuestros hogares, dijo el mismo Rogelio Rosales, “quedamos en que íbamos a seguir en contacto POR SI ACASO INICIABA YO aquí una nueva obra, en compañía de otros hermanos o personas que quisieran trabajar conmigo”.
Si hubo alguien que hizo “promesas”, fue él. Pues no solo nos dio ese dinero al que se refiere, sino también nos solicitó nuestros números de cuenta para que, según su posibilidad, nos estuviera enviando ayuda económica. He aquí sus palabras:
“mire hermano, yo tanto a Luis Barros como al hermano Lorenzo Luévano. Yo les pedí a ellos, antes de que se fueran, el número de cuenta de un banco, para yo transferirles; no algo seguro, no, no, no algo fijo, sino cuando yo pudiera… Este, mandarles algo de ayuda económica. He… no una gran cantidad, tampoco ¿verdad? Pero lo que yo pudiera. Hasta ahorita, yo estoy pendiente de… ha… completar esa, digamos, esa promesa que hice”
Él no puede, de ninguna manera, presentar una sola evidencia, de que nosotros nos hayamos comprometido con él, de predicar el evangelio en Brownsville, aun cuando él, por el momento, no diera inicio a una congregación. Lo que sí es verdad, como lo he dicho anteriormente, y como hemos escuchado de sus propias palabras, es que ese proyecto quedó cancelado. Por tanto, es MENTIRA que Luis y su servidor estemos incumpliendo cierto compromiso. Tal cosa es falsa.
Luego dice, “Yo no los invité a pasar unos días de vacaciones“, lo cual también es una falsa representación. Nadie ha dicho que él nos invitó a pasar unas vacaciones. Lo que Luis Barros y su servidor hayamos planeado en nuestro viaje, es un asunto de nuestra total y absoluta voluntad. Si nosotros decidimos, antes de regresar a nuestros hogares, pasar a visitar cualquier otra parte de este mundo, esa es nuestra prerrogativa. No tenemos por qué salir de casa de Rogelio Rosales y dirigirnos hacia donde él quiera, y en el tiempo y forma que él quiera. Él, erróneamente, cree que, por haber nosotros elaborado un plan para visitarle y ayudarle con la cuestión antes explicada, no tenemos derecho de dirigirnos a cualquier otra parte. ¡Su soberbia en este sentido es vergonzosa! ¿Nosotros debemos estar sujetos a su voluntad, para no ir más allá que no sea su propia casa?
¿Qué hay sobre los 1000 dólares? Él dice, “los 1000 dólares que les di a cada uno de ustedes fue con el propósito de gastos entendibles del viaje hacia estos lugares”. En otra parte, dice, “los 1000 (mil) dólares que se les entregó a cada uno de ustedes para gastos de iniciar la labor de evangelización.” ¿Leyeron con atención? Él ahora señala cierto “propósito” a ese dinero que nos dio, cuando, el día que nos entregó ese dinero, nos dijo que lo podíamos usar en lo que quisiéramos. Pero, para que no sea mi palabra contra la de él, he aquí las palabras mismas de Rogelio Rosales:
Rogelio Rosales: “Voluntariamente, y sinceramente, yo proporcioné al hermano Luis y al hermano Lorenzo, la cantidad de mil dólares a cada uno, para cosas que ellos quisieran hacer, cosas que… ellos decidirían qué hacer con eso, y a mí no tenían por qué rendirme cuentas ni nada“
Como vemos, ahora que Rogelio Rosales se ha unido a la campaña de desprestigio del detractor de Fernando Mata, nos imputa un supuesto compromiso en el cual contribuyó con mil dólares, ¡Y ahora sí nos pide “cuentas“! Ahora resulta que Luis y su servidor no teníamos ningún poder sobre ese dinero, el cual, según el cuento de Rosales, era dinero condicionado. ¿Creerá usted semejante mentira, luego de haber escuchado las propias palabras de Rosales que corroboran con toda exactitud y precisión lo que he dicho? Mis hermanos, cada vez que un servidor ha hecho trabajos en la predicación del evangelio, cada vez he cumplido con mi parte. En ese sentido, he trabajado para las iglesias en Reynosa, donde predican los hermanos Leonzo y José Tovías, he trabajado para iglesias en Ciudad Juárez, para iglesias en Santa Catarina, Nuevo León, y para otras más, y siempre he sido absolutamente honesto con el dinero recibido PARA dicho propósito. El mismo Fernando Mata recibió nuestro servicio cuando fuimos en varias ocasiones a León, Guanajuato, con nuestros propios recursos para predicar el evangelio y servirle a él y su familia; y también en muchos otros lugares donde, tanto Luis Barros como su servidor hemos gastado de lo nuestro, y a nosotros mismos, para servir a los santos, y ahora resulta que vamos a dañar nuestro ministerio por los mil dólares que este hombre nos dio. Por tanto, si nos dio ese dinero, entonces que deje de llorar y de andar mintiendo sobre el asunto. Por cierto, y si este asunto se llega a arreglar para su propio bien, de antemano hago del conocimiento de todos, que de este hombre jamás recibiré ni un centavo. Pero, lo peor de todo, es que, queriendo hacer una buena obra, termine manchando de esta manera su benevolencia. ¡Qué torpeza más grande la de hacer un bien, para luego terminar siendo condenado por eso mismo! En fin, si él quiere seguir diciendo a su derecha, aquello que hace con la izquierda (cfr. Mateo 6:1-4), y además, mintiendo, con su pan se lo coma.
Para mostrar más evidencia de que esos mil dólares no tenían nada que ver con un supuesto compromiso de ir a predicar a Brownsville, Rogelio Rosales dice que “era un dinero que yo, ya tenía destinado para algún hermano que lo necesitara. Y yo sabía que, por ejemplo, en el caso del hermano Luévano… A, recientemente, por, unos meses… tal vez un mes antes había tenido una cirugía… una cirugía… y aunque él no estaba pidiendo nada, en mí nació el darle ese dinero para, Y TAMBIÉN PARA LO QUE ÉL QUISIERA“
Como vemos, hermanos, este asunto de los mil dólares, es uno que Rogelio Rosales ha distorsionado, con el propósito de hacernos quedar mal a Luis Barros y su servidor. Él quiere hacernos quedar como que cometimos un fraude, al recibir dinero para cierto trabajo, y nosotros no haber cumplido, lo cual es totalmente falso. Cabe señalar que, desde el día que hicimos los arreglos para ir a predicar a Brownsville, Luis Barros y su servidor no sabíamos NADA de ese dinero, ni tampoco que nos hospedaría en un hotel, ni tampoco que nos llevaría a comer a restaurantes. Nada sabíamos de todo eso. Pero él quiere dar la impresión de que Luis Barros y yo fuimos a ganarnos un dinero gratis; lo cual es totalmente falso, no sabiendo nosotros nada de todo eso, sino hasta que llegamos a su casa. Tanto Luis Barros como su servidor, hicimos el sacrificio de gastar de lo nuestro, exponer nuestra integridad física e invertir nuestro tiempo para hacer ese viaje por carretera, en el auto del hermano Luis Barros, sin saber que obtendríamos algún beneficio económico de su parte. Si él quiso hacer tales gastos, y darnos ese dinero para que lo gastáramos en lo que nosotros quisiéramos, hace muy mal en estar ahora reclamando por ello. Ni Luis Barros, ni su servidor tenemos alguna deuda con él, ni tampoco tenemos algún compromiso con él. Todo tuvo que ver con nuestra disposición de ayudarlo en comenzar una congregación, pero habiendo llegado el día, y habiendo nosotros hecho el viaje, dijo que siempre no; entonces, como vemos, Rogelio Rosales, su esposa y su compinche, Fernando Mata, mienten de manera descarada con este “testimonio” falso.
CONCLUSIÓN.
Cuando Rogelio Rosales dice, “Eres un lobo rapaz junto con Lorenzo Luevano Salas”, solamente nos muestra que él es culpable de lo que acusa. ¿Quién es el que se comporta, junto con su secretario, como “lobos rapaces”? (cfr. Hechos 20:29). La palabra “rapaces”, en la expresión bíblica “lobos rapaces”, significa “feroces”, “crueles” (cfr. Léxico griego español del Nuevo Testamento. Alfred E. Tuggy. Editorial Mundo Hispano). ¿Y no es eso lo que han estado haciendo, tanto Fernando Mata como Rogelio Rosales, por medio de sus acusaciones y falsos testimonios? Ellos no han reparado en mal representar y declarar toda clase de improperios en nuestra contra, los cuales, solamente exhiben o ponen en evidencia la rabia que tienen contra nosotros (cfr. Efesios 4:31). Ya veremos si Rogelio Rosales, junto con su amanuense, pueden presentar alguna prueba de sus feroces acusaciones. Por mi parte, he presentado pruebas en abundancia de sus mentiras y crueldad, y estas mismas palabras que estoy respondiendo son un claro ejemplo de ello. Por su parte, en sus declaraciones crueles en nuestra contra, usted no leerá ni una sola prueba que sustente ninguna de sus groserías. Él dice, “De verdad no tienes vergüenza:”, cuando es él quien debería sentir “vergüenza” por tan desagradable, carnal y perverso testimonio. ¿No le da “vergüenza” haber dicho tantas mentiras? ¿No le da “vergüenza” haberse expuesto como lo ha hecho? ¿No le da “vergüenza” haber actuado como lo ha hecho? ¿No le da “vergüenza” que sea él quien esté haciendo acusaciones graves, y no haya una víctima que lo corrobore? ¿No le da “vergüenza” que incluso, en la iglesia donde puso su membresía, haya sido desmentido? Esperemos que hoy tenga no solamente vergüenza, sino también pesar por su pecado, se arrepienta, y no sea avergonzado en el día final. Advertido está, por lo que el asunto queda bajo su responsabilidad.
Lorenzo Luévano Salas
Predicador de Cristo.
APÉNDICE.
Escuche aquí el audio completo de Rogelio Rosales, y juzgue por usted mismo si lo hemos sacado de contexto. En este audio se hace evidente que el dinero que él nos dio, no fue para comenzar una nueva obra, ni mucho menos. Él, voluntariamente, nos dio ese dinero, para lo que nosotros quisiéramos, de tal suerte que no teníamos por qué rendirle cuentas. Según él, fue benevolencia, con lo que demostramos que el detractor y falso maestro Fernando Mata y Rogelio Rosales, andan juntos en esta mentira en nuestra contra (cfr. Amós 3:3). Hasta la fecha, ni el detractor y falso maestro Fernando Mata, ni Rogelio Rosales, han podido mostrar una sola evidencia para probar sus dichos.
APÉNDICE 2 | 20 de mayo, 2024.
Una vez que hemos leído las acusaciones falsas de Rogelio Rosales, donde nos acusa a mí a Luis Adriano Barros, de haberle estafado con 1000 dólares cada uno, ahora es él quien está siendo acusado de lo mismo. Pero, tal acusación no es nuestra, ni de algún familiar o defensor nuestro, sino por su propia familia. He aquí la evidencia que nos ha llegado:
Como vemos, Rogelio Rosales es culpable de lo que nos acusa. ¿Qué hará el detractor y falso maestro ante todo esto? Recuerde, a nosotros nos juzgó como estafadores nada más por los dichos de Rogelio Rosales, mismos que aquí hemos demostrado ser falsos; pero, y bajo esa misma vara de medir que usó el detractor en contra nuestra, ahora él debería de juzgar por el abuso de confianza y como estafador a Rogelio Rosales, tomando como evidencia los dichos de Yadira Soto. Es importante aclarar que no fue Yadira Soto quien nos entregó esta evidencia, pues la misma, allí está, en público. Y este es el caso, que esta publicación es de carácter público, como la misma Yadira dice: “tener que hacer público”. Si Rogelio Rosales se atrevió a difamarnos, y a hablarnos con toda clase de improperios, ahora él está bajo su propio juicio, y así, se condena a sí mismo (cf. Romanos 2:21).